OAXACA, OAX., marzo 16.- El anuncio en el portal Enlace Laboral es claro y tajante: “se solicita agente comercial, requisito indispensable ser soltera y sin hijos”. Algunos son más específicos “que el peso esté acorde a la estatura y que sea bonita”.
Elizabeth Jiménez es profesionista titulada, de energía y fuerza inacabable. Desde hace un año forma parte de la fuerza laboral femenina obligada al autoempleo porque no reúne uno de los “requisitos indispensables” de las empresas. Ella es madre soltera.
“Yo soy madre soltera, tengo dos niñas y decía por qué las tengo que esconder, no tiene nada de malo, lo que importa es el trabajo y lo que le voy a dar”.
Hace diez años Elizabeth egresó de la carrera de comunicación. Ejerció nueve años y después se vio obligada a dedicarse a la venta de todo tipo de artículos para poder mantener a sus dos hijas de seis y 11 años, pues el sueldo que ganaba apenas rebasaba 1 salario mínimo por día, en comparación con sus compañeros varones quienes por el mismo trabajo percibían más salario.
En Oaxaca, de acuerdo con la Secretaría de Trabajo y previsión Social (STPS), 70 por ciento de las personas que ganan menos de 1 salario mínimo son mujeres, mientras que 88 por ciento de las que ganan hasta 10 salarios mínimos, son hombres.
“El trabajo era cansado, era todo el día, a veces un día de trabajo era más pérdida porque gastaba 50 o 100 pesos en gasolina y comida, y sí bien me iba ganaba cincuenta pesos. Decidí dejarlo”, recuerda.
Elizabeth forma parte del 46.3 por ciento de la fuerza laboral femenina que percibe una remuneración, registrada hasta el último trimestre de 2011.
Si bien la participación laboral de las oaxaqueñas creció un 8.3 por ciento, en los últimos cuatro años sus sueldos quedaron estancados en un máximo de 2 mil 500 pesos mensuales, casi un cien por ciento menor al que perciben los hombres quienes reciben 4 mil 500 pesos mensuales.
La delegada en Oaxaca de la STPS, Guadalupe González Ruiz, afirma que hay un incremento de la participación femenina en el mercado de trabajo y a la par en el hogar, pero éste último no es remunerado y por lo tanto no es considerado como tal en términos de productividad.
La última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), reporta que en lo que va de este año se registró un incremento de la participación de las mujeres en el terreno laboral remunerado en comparación con 2011, de 38 por ciento ahora se ubica en 46.3 por ciento.
Si bien el trabajo constituye uno de los derechos fundamentales para el desarrollo humano, económico y social de todas las personas, “sin distinción de sexo, clase, etnia condición física, estado civil o edad” este derecho continúa vulnerado en el caso de las mujeres.
La fuerza laboral femenina mantiene un crecimiento constante y sin reversa, sin embargo existe un estancamiento importante en los sueldos y salarios.
Las mujeres se encuentran en el rango entre 1 y 2 salarios mínimos, mientras que los hombres concentran los salarios más altos.
El 88 por ciento de las personas económicamente activas que ganan hasta 10 salarios mínimos, son hombres. Mientras que en el rango de 1 salario mínimo, el 70 por ciento son mujeres.
“Todavía hay mucha discriminación en los salarios de las mujeres, se les paga menos por un trabajo igual al que realiza el varón”, sostuvo González Ruiz quien explica lo anterior porque en la entidad no hay medidas que promuevan la igualdad.