OAXACA, OAX., marzo 25.- El sacerdote José Guadalupe Barragán Oliva, coordinador de la Pastoral de la Comunicación en el Arzobispado de Oaxaca, dijo al cumplir 41 años de ejercicio sacerdotal que “nadie se puede tomar este derecho si no es llamado por Dios”, por lo que expresó que para él es un regalo y un misterio porque aunque uno estudie o se prepare, si el Obispo no lo llama no puede ser sacerdote.
En entrevista, manifestó haber crecido en el seno de una familia humilde y pobre, su carrera sacerdotal la realizó con ayuda de personas y la Basílica de San Juan de los Lagos, que aportó recursos para la formación del seminario donde estudió. Dicho seminario lo creó el cardenal Garibi para ayudar a necesitados.
Señaló que después de 14 años de ordenación como sacerdote, llegó a Oaxaca el 1 de noviembre de 1970; aclaró que no es oaxaqueño de nacimiento, pero “sí de corazón” porque lleva viviendo 41 años en la Verde Antequera.
Reveló que ser sacerdote requiere de privaciones que presenta la sociedad, entre ellas no unirse en matrimonio y agregó: toda profesión requiere un perfil y en la Iglesia católica, en ese perfil está la vida del celibato. El sacerdote tiene necesidad de amar y ser amado en el servicio a la comunidad, a la sociedad y al mundo, asimismo señaló: si tuviera una familia de planta no estaría libre para servir.
Definió la vida del celibato como anuncio de la vida que se gozará en el cielo, donde no hay necesidades de ninguna naturaleza; agregó que el libro del Apocalipsis habla de la cantidad de ángeles, seres que acompañan al cordero y no mancharon su túnica, la purificaron en la sangre del cordero es toda una espiritualidad, no solo la privación.
También dijo que la inteligencia debe predominar sobre los sentidos y la voluntad, trabajo que se hace y es toda una espiritualidad profunda.
NO EJERCE 5 LICENCIATURAS
Guadalupe Barragán manifestó que Dios le concedió el hecho de estudiar. Tiene cinco licenciaturas, pero ninguna ejerce. Soy sacerdote y le pido a Dios morirme ejerciendo el sacerdocio, manifestó.
¿Ha ocupado cargos importantes dentro de la estructura sacerdotal?
Más importante que ser sacerdote no hay otro, en los obispos se hace una muy buena selección entre los presbíteros, no es una carrera de escalafón ni escala de méritos, es un llamado que el espíritu santo hace a través del Papa que nombra a los obispos.
¿Por qué se reduce la aspiración de un sacerdote?
Esto no es nuevo, históricamente los seminarios eran los únicos centros de superación y gratuitos, no había universidades, no había tantas profesiones, las personas que querían formarse, entre ellas Benito Juárez, Porfirio Díaz y otros políticos, se formaron en un seminario, estudiaron humanidades, filosofía, pero a la teología ya no le entraron porque era la carrera propia para el sacerdocio.
Muchos profesionales se han formado siguiendo ideologías o filosofías extranjeras, filósofos que según ellos dejaron a Dios, esas ideologías porque no son doctrinas sólidas, han hecho mella también, en las familias se ha descuidado la formación cristiana y las familias son los semilleros, es decir, los primeros seminarios donde se van formando y brotan las vocaciones sacerdotales.
Una familia cristiana es campo propicio para las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, no obstante, siendo alarmante el descuido a la familia porque las mamás trabajan, los jóvenes de hoy no tienen madre, los niños se crean en las guarderías, y en aquel tiempo eran los orfanatorios creados por la iglesia para los huérfanos.
Aceptó que hay crisis en la fe debido al descuido de la catequesis en la iglesia, ha habido conformismo, una confianza en que el mundo era católico, era cristiano y nos dormimos en nuestros laureles, es como lo que le pasó en política al PRI, que México todo era del PRI y eso no es cierto, hubo un adormecimiento, un exceso de confianza y por ahí anda la cosa.
Agregó que la iglesia, la institución más antigua, ha pasado por crisis de esta naturaleza, la historia da vueltas como la rueda de la fortuna, se baja una generación y surge otra y ahora a nosotros nos toca preparar el terreno, recuperar lo más que podamos en la práctica de la vida y apoyar a los jóvenes que son los que van a ser las nuevas generaciones.
¿Por qué faltan sacerdotes en Oaxaca?
Proporcionalmente sí, la media nacional es de 5 mil por sacerdote, aquí tenemos un promedio de 20 mil por sacerdote, se hace el trabajo con los laicos y el plan diocesano de pastoral que ha dirigido e impulsado el Arzobispo José Luis Chávez Botello, va a apoyar y va a ayudar mucho.
En Oaxaca va a haber un resurgimiento vocacional muy fuerte, no es inmediato, el trabajo que se está haciendo es a largo plazo, va a dar muchos resultados, esperamos en Dios y en el trabajo de los párrocos, de los laicos comprometidos y del plan diocesano de pastoral que va a ayudar a un resurgimiento de la fe, fortalecimiento desde las familias y desde los jóvenes, porque el plan diocesano lo está promoviendo, lo está impulsando, finalizó el sacerdote José Guadalupe Barragán Oliva.