OAXACA, OAX., mayo 1.- “¡No a la cena, sí al desayuno!”, fue una de las demandas principales. La protesta se mezcló con las exigencias de “¡asamblea general!”, “¡asamblea general”!, “¡Juan Rosas, cumple tus promesas de campaña o renuncia!”.
El dirigente de los aproximadamente 9 mil trabajadores del Gobierno del Estado, Juan Rafael Rosas Herrera, de pronto se vio envuelto entre un centenar de empleados de playeras verdes, de la secretaría de las Infraestructuras y el Ordenamiento Territorial Sustentable (Sinfra).
Levantaron las pancartas que portaban y que el líder sindical apenas alcanzó a ver, porque se fue, de prisa, “a encabezar” la marcha del “Día del Trabajo”.
“¡No a la cena, sí al desayuno!”, “¡Rosas, traidor!”, decían las cartulinas que habían puesto frente a Rosas Herrera.
Eran las 10: 00 horas y comenzaba la marcha del jardín Madero al zócalo de la ciudad.
Un autobús del sindicato de burócratas permanecía estacionado donde se encontraba la vanguardia del contingente.
“¡Compañeros, tomen sus lugares, en un momento más iniciamos la marcha!”, invitaba momentos antes un dirigente sindical a través de un megáfono a sus compañeros.
Playeras de verdes, blancas, azules, grises, cafés, con logotipos de las áreas de trabajo y gorros de este último color se visualizaban en el contingente.
Sólo se advertía decir a Rosas Herrera: “¡es una marcha combativa!”, mientras apresuraba el paso hacia la Calzada Madero.
El calor arreciaba. Eran leves las consignas. ¿Porqué las protestas contra la cena?, preguntaban los transeúntes y varios espectadores apostados en el jardín Madero.
Un trabajador se animó a explicar: “Porque todos los años, el Día de las Madres, la dirigencia de los burócratas ofrece un desayuno a éstas, pero ahora Rosas Herrera quiso cambiar el festejo por una cena y, de ahí la inconformidad”.
“Es que para muchas madres, es difícil salir de noche y, más cuando la cena se efectuará en un lugar alejado”, terciaba otro empleado.
Ya marchaban los primeros boques de trabajadores. Allí iban los de ADOSAPACO, con sus playeras blancas y sus consignas: “No a la descentralización, porque atenta contra los derechos de los trabajadores”.
Al zócalo de la ciudad ya habían llegado los primeros grupos de trabajadores. Los de la sección 29 de Sagarpa, con sus playeras rojas que marcharon sobre la avenida Independencia a un costado de la Basílica de la Soledad. “¡El nuevo gobierno es más de lo mismo!”, coreaban los sindicalizados.
Mientras, los burócratas del gobierno estatal caminaban y platicaban y, las mujeres se cubrían del sol con sus sombrillas.
Un grupo de trabajadores de la Oficina de Pensiones destacaba. Iban con sus playeras grises y el logotipo de una agencia de viajes.
Surgieron entonces las primeras protestas desplegadas en una manta: “¡Exigimos asamblea general. No a la reforma de Ley del Servicio Civil!”.
“Reconocimiento de la delegación sindical”, se leía en un “plotter” que portaban los empleados de la secretaría de Turismo y Desarrollo Económico (STyDE).
En medio del contingente, los trabajadores de la Procuraduría General de Justicia –uno de los más combativos, con sus playeras azules.
Resurgía la demanda de “¡No a la cena, sí al desayuno!”, de otro grupo de burócratas. Exigían también. “¡No a la reforma de la Ley de Servicio Civil!”.
Más atrás iban los empleados de la secretaría de Desarrollo Agropecuario Forestal y Pesca (Sedafp). “Félix Piñeiro, no más tratos como trabajadores de segunda”, decía su plotter.
No había gritos, sólo de vez en cuando algunos elevaban el tono de la voz. Avanzaban los trabajadores del DIF. “Gerardo Cajiga, exigimos en tiempo y forma el pago de nuestras prestaciones, respeto a la autonomía sindical, fuera de la secretaría de Finanzas”, señalaba una manta.
Discretamente, varios jóvenes repartían un díptico de la denominada “Coalición Democrática”. “Este 1 de Mayo el pseudocomité simulará ser combativo, tratando de engañar a la base trabajadores buscando descalificar al gobierno”, decía el ejemplar que iba de mano en mano.
“Esta actitud se refería a la dirigencia que encabeza Juan Rafael Rosas Herrera, será un acto de demagogia. ¿Por qué no demostró ser combativo para obtener un aumento salarial más digno? Ahora tratará de llevar agua a su molino para aprovechar el proceso electoral federal”, señalaba el díptico.
También marchaban los trabajadores del Poder Legislativo, uniformados con playeras blancas y gorras- con su delegada sindical Carmela Juárez Martínez.
No hubo consignas de protesta por parte de los empleados del Congreso del Estado.
La marcha de los burócratas del gobierno estatal continuó por la avenida Independencia y luego se dirigió a la calle de J.P García –frente a las oficinas de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), para posteriormente llegar al zócalo.
Una veintena de camiones de volteo de la CTM obstaculizaba el paso sobre la avenida Independencia, cerca de la Alameda de León.
El calor arreciaba, y ya se aproximaban al zócalo los trabajadores del Registro Civil, pertenecientes a la secretaría General der Gobierno (Segego). Se pronunciaban en contra de la reforma a las leyes laborales.
Al titular de la Segego, Jesús Martínez Álvarez, le exigían: “Equidad de prestaciones internas dentro de la misma secretaría”.
Entonces resurgió una de las demandas principales: “¡Juan Rosas Herrera, cumple tus promesas de campaña o renuncia!”.
En la esquina de las calles de Guerrero y Armenta y López la marcha se disolvió, y los trabajadores del gobierno estatal se reunieron con sus delegados sindicales para el pase de lista.