OAXACA, OAX., julio 5.- A más de 20 días de que se descarrilara el tren conocido como “La Bestia” en las inmediaciones de los estados de Oaxaca y Veracruz, en un paraje conocido como Cujuliapan que pertenece a Loma Bonita, las autoridades comenzaron a quitar los seis vagones y hacer una evaluación de los daños materiales de la vía más utilizada por los centroamericanos en la parte sur del país.
Este tren es el que da vida a los centroamericanos para seguir su ruta hacia el norte del país, y que debido al accidente en el que resultaron tres lesionados, se han quedado los indocumentados en diversas comunidades oaxaqueñas, como ocurre en Ciudad Ixtepec, aunque sin el padre Alejandro Solalinde apresuran su partida, informaron testigos.
La caída del puente que lleva el mismo nombre en el paraje donde ocurrió del descarrilamiento, provocó que la maquina marcada con el número económico 4428, propiedad de la empresa Ferrosur, fuera a dar a las aguas de una laguna ubicada en ese lugar.
Tras el incidente resultaron lesionados los operadores Aniano Palomec Domínguez de 45 años de edad, Jesús Robles Salomón y Jesús Alberto Liborio Sánchez, ambos de 48 años de edad, los cuales fueron canalizados para su atención médica al Hospital General de la ciudad de Loma Bonita, Oaxaca.
El tren iba cargado de cemento, propiedad de la empresa Cemex el cual se dirigía a la ciudad de Tierra Blanca Veracruz y de ahi un destino final a Coatzacoalcos en donde sería descargado.
UNAS HORAS SE QUEDAN INDOCUMENTADOS EN CIUDAD IXTEPEC
En tanto, los centroamericanos que llegan de Chiapas a Oaxaca, sólo se quedan unas horas, ante el temor de que los malos tratos, las detenciones, robos e incluso secuestros se reactiven.
Ante ese temor de que sean asaltados, se ayudan, sacan dinero de los bancos y emprenden su recorrido hacia el norte del país, es el consejo que les han dado casas de migrantes en Chiapas.
El panorama en Ciudad Ixtepec ha cambiado, afirman pobladores de esa comunidad istmeña, pues aunque continúa activa la casa del migrante “Hermanos en el Camino”, la actitud de los centroamericanos ha cambiado desde que el Padre Alejandro Solalinde se fue de la zona, “ya no se quedan tanto tiempo, incluso, ya no se ven indocumentados en las vías del tren, sólo hay alcohólicos”.
Han cambiado las cosas desde la partida de Solalinde Guerra, por el temor de los centroamericanos de que los asalten, hay temor, “luego del descarrilamiento de la bestia el 16 de junio, se quedan unas horas y emprenden la partida, pocos se quedan en el albergue”.
“No hay confianza con otras personas, que no sea el Padre Solalinde, es lo que les han dicho desde Chiapas, por ello, les aconsejan que hagan el menor tiempo posible en territorio oaxaqueño”, dijo personal de la zona.
Los vecinos de la zona, comentan que aunque las autoridades como el gobierno y el municipio dicen que ayudaràn a los centroamericanos ahora que no se puede pasar por el descarrilamiento, siempre han encontrado una ayuda en muchas personas que les dan de comer y de beber.
Ellos piden comida, piden en donde bañarse y hasta en donde dormir, han pasado muchos años en que los centroamericanos pasan por Ciudad Ixtepec y la mano amiga no tiene autoridad ni nombre, es simplemente la solidaridad con quien la necesita, dijeron.