OAXACA, OAX., octubre 12.- Son de origen chiapaneco, llevan 30 años de vivir en Oaxaca y su trabajo es tocar la marimba en alrededores del zócalo, donde ganan diariamente de 500 o más de mil pesos, de acuerdo a los tiempos.
Ambos llevan una marimba chica, que cargan de un lugar a otro, de preferencia se instalan en lugares donde los portales que rodean el zócalo o plaza de armas, estén llenos de comensales, cómodamente sentados y saboreando una cerveza, licor o algo especial de la tradicional comida oaxaqueña.
Hay que tener colmillo para ganar los centavos, comenta Héctor González Jiménez, quien junto con su paisano y compañero de lucha por la vida, Benito González Chacón, interpretan atractivas melodías, uno como requinto y el otro como acompañamiento.
El encuentro fue casual, surgió el diálogo con Héctor, en un momento de descanso, como lo dijo y aquí algo interesante de su diario vivir.
Trabajamos, dijo, de las 9 a las 21 horas, de lunes a domingo, es decir no tienen descanso, de hecho viven de lo que les obsequia o dona la gente que los escucha, es Héctor el que generalmente hace el recorrido para solicitar el apoyo económico que puede ser, dice, de un peso, diez o más.
Pero no todo es dulzura en esta vida, Héctor comenta que en temporada de lluvias, enfrentan el problema que la marimba se puede desafinar y para entonces utilizan un afinador que vuelve el sonido inicial a cada uno de los cajones colocados en la parte baja de las tablas que golpean con las baquetas que poseen hule especial.
Indicó que preferentemente los extranjeros no los tratan mal, al contrario, les gustan y les llama la atención escuchar música de una marimba y preferentemente oaxaqueña, del Istmo de Tehuantepec.
En ocasiones, dijo Héctor, quieren escuchar y solicitan música especial y para entonces les cobran por melodía 20 pesos mexicanos, es entonces cuando nos va bien a diferencia de otros días que para nosotros son tristes y a duras penas sacamos para medio comer.
La marimba es el instrumento que manejamos y nos da oportunidad de obtener dinero para vivir, nacimos en Chiapas, lugar donde predomina la marimba que puede ser chica o grande y a 30 años de vivir en la tierra de Juárez, ya nos sentimos y de hecho somos oaxaqueños, finalizó el requinto del duo que puede usted ver diariamente en alrededores del zócalo de esta ciudad, Oaxaca de Juárez.
Se interrumpió el diálogo, porque había llegado el momento de volver a tocar, porque si no, dijo, no caen los centavos.