EXPRESIONES.- Nadie duda de la buena fe o de la buena voluntad del gobernador Gabino Cué Monteagudo, ni de que es necesario creer en él y apoyarlo en el cambio que nos prometió, tal cual lo establece y pide el secretario General de Gobierno, Jesús Martínez Álvarez, en diversas opiniones manifiestas en las redes sociales.

Se entiende que recomponer el tejido social no es fácil después de 80 años de gobiernos de toda clase, de grandes contrastes, como justifica el Secretario de Gobierno; como también estoy de acuerdo que las consecuencias de ello fueron vicios e inercias que se convirtieron en presiones y chantajes que afectan, no sólo al Gobierno, sino a la ciudadanía en su conjunto.

Sin duda, Martínez Álvarez conoce bien la problemática que nos aqueja, pero ¿quién elaboraría el contenido de ese pacto en el que no sólo participen responsablemente las autoridades, sino los actores políticos que dan gobernabilidad y una ciudadanía participativa y constructiva?
Yo he visto por lo menos la firma de cinco pactos entre las fuerzas vivas de Oaxaca y el Gobierno para apalancar nuestro desarrollo y sentar las bases del mismo, y ninguno ha funcionado.

Por eso pregunto, ¿Quién elaboraría el pacto? ¿Qué contendría el pacto? ¿Incluiría el tema educativo o se seguiría soslayando? ¿Contemplaría el combate a la corrupción en serio? ¿Qué del estado de derecho? ¿Qué de la negociación de la legalidad o de la impunidad?

Para que el Gobernador reciba el apoyo ciudadano debe de poner primero sobre la mesa la concordancia entre lo que se dice y lo que se está haciendo; tener el pleno convencimiento de nuestra realidad, las causas de ello y las formas para mejorarlo.

La firma de un pacto por Oaxaca no sólo debe ser discurso, sino un plan con contenido y responsabilidades claras.

De no hacerlo, sería una mentira más de las cientos que hemos padecido.

Oaxaca de Juárez, Oax., viernes 30 de noviembre/2012

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