OAXACA, OAX., febrero 8.- Por no pagar la renta del mes, lo lanzaron a la calle y en la banqueta regó objetos de su propiedad para regalarlos a la gente pobre y venderlos a altos precios—según él—a la gente ricachona.
Esto sucedió ayer al medio día, teniendo como escenario la segunda calle de Crespo, donde un joven de 22 años de edad, aceptó en entrevista haber sido echado y lanzado a la calle, por propietarios de la casa 213 de la segunda calle de Crepo, donde dijo haber rentado un departamento.
Señaló que en la noche del martes para amanecer miércoles, le exigieron el pago de 4 mil 500 pesos por la renta del mes y como no los pagó, lo echaron a la calle con todo y sus propiedades, donde sobresalían botellas de mezcal.
Entrevistado dijo: estoy en la calle porque soy pobre, miserable y no tengo dinero, me acaban de echar del departamento, no se quien es el dueño, pero me dicen que no puedo vivir más porque no tengo dinero para pagar.
Estaba desconsolado y daba señales de encontrarse mal de sus facultades mentales, al decir: no le debo nada a nadie, ni la renta, le debo a Dios; soy artista, ese es mi trabajo, soy escultor, decorador, poeta, escritor, traductor y hablo 4 idiomas.
Dijo ser del Istmo de Tehuantepec, de un pueblo muy humilde llamado Guigovedaga, que quiere decir tierra entre ríos, o río ancho y angosto; en Oaxaca de Juárez llevo 5 años, estudio en la Universidad relaciones internacionales pero por el dinero no pude avanzar y mi carrera se truncó, entonces me dediqué a lo artístico y creo que es mucho mejor.
Continuó diciendo: el arte me ha dejado todo, felicidad, amor, riqueza, lo que no me ha dejado nada es el hombre, el ser humano, “el hombre es el lobo del mismo hombre, decía viejo autor por ahí”, recordó. Me echaron porque venció mi renta, parece que los dueños son extranjeros, pero no los conozco.
Llevaba apenas un mes de vivir aquí, hace año y medio igual me echaron porque no tengo dinero para pagar, lo que tengo se lo doy a los pobres, vivo sólo y al reportero, dijo: si usted es pobre le regalo una cerveza, un poquito de mezcal, o dígame que quiere.
Mi nombre, Rogelio, y Yora mi apellido artístico, aquí en la calle voy a vivir y dormir hasta que tenga dinero. Si viene la policía que me levante, conozco mis derechos, no estoy alterando el orden ni estoy insultando a nadie.
Estas ocupando toda la banqueta, se le dijo y respondió: así es porque si el Gobierno me pagara por ser artista o me pagara la universidad, no tendría que pagar otro lugar.
Además pago millones de pesos en impuestos y ¿no tengo derecho a poner aquí mi changarrito? ¿es capaz el Gobierno de hacerle esto a la gente pobre? que persiga a los ricos que le roban millones y millones de pesos a los pobres; todo lo que yo venda y recoja en este lugar—la banqueta—será para pagar un hotel y comer un día, lo demás se lo doy a los pobres.
Agregó: vamos hacer despensas para llevar a Xoxo, a los lugares más pobrecitos como yo, aquí voy a estar el tiempo que sea necesario.
Sin embargo llegó la policía municipal, le indicaron que no podía estar en ese lugar y si tenía permiso, una de sus hermanas lo conminaba a recoger sus objetos y acompañarla para guardarlos en lugar seguro a lo que se opuso.
Pedía a la policía que se lo llevaran y una joven, al parecer conocida del desalojado por no pagar la renta, confirmó que se llamaba Rogelio García Maldonado.