OAXACA, OAX., febrero 11.- Se quedaron sin dinero y recurrieron a solicitar ayuda apoyados en lo que saben, tocar instrumentos como integrantes de la tuna de la Universidad Autónoma de Tlaxcala y ahí anduvieron en los portales del zócalo, esperando la cooperación de los comensales reunidos en torno de las mesas ahí colocadas.
Omar López Bonilla, encabezaba al grupo de jóvenes estudiantes y entrevistado dijo haber venido como invitados a un evento en Zimatlán de Álvarez, donde hubo un encuentro de tunas de Universidades, algunas del Distrito Federal y otras de Oaxaca, participando en total 5 grupos.
Afirmó ser estudiantes de la Universidad de Tlaxcala y respecto a la tuna, dijo que es una tradición que procede desde el siglo 13 de España, y lo admirables es que todos los integrantes visten igual.
Nuestra música primordialmente son los pasos dobles españoles, tocamos un poco de salsa y casi otro poco de todo; en Zimatlán fue el encuentro de tunas, sobresaliendo la presentación de la tuna femenil de Zimatlán, la tuna universitaria de la ciudad de México, la tuna colonial de Oaxaca, la tuna de la Universidad Pedagógica del Estado de México y nosotros—dijo—la tuna de la Universidad de Tlaxcala.
Fue una presentación para honrar el aniversario de las chicas de la tuna femenil de Zimatlán, la tuna de la Universidad de Tlaxcala la integral 14 jóvenes, pero a Oaxaca vinieron pocos porque muchos trabajan o tienen que estudiar y sólo los que nos pudimos dar un poco de tiempo, llegamos, indicó.
López Bonilla dijo que lo que tiene la tuna es que sólo es varonil o femenil, si fuera mixta sería estudiantina, en el centro de ciudad—el zócalo—estamos pasando “parches”, se le llama así cuando salimos a tocar para reunir dinero para los boletos, porque se nos agotó y no tenemos para regresar a Tlaxcala.
¿No los apoyó la Universidad?
Sí, pero como hemos tenido otros eventos, la Universidad no nos apoya siempre, el paso por Oaxaca lo tomamos como vacaciones, venimos por nuestra cuenta para visitar a nuestros queridos hermanos, los oaxaqueños.
Esperamos obtener algunos centavos porque si no, no regresamos a nuestras casas, en Tlaxcala el clima es frío y aquí estamos hasta sudando, está fuerte el calor; de los uniformes, dijo que se van ganando, depende la constancia y el nivel musical o vocal que vayamos ganando durante nuestra vida, en la tunería.
Lo primero que se nos entrega es el pantaloncillo—es niquer—uno entra a la tuna como aspirante, estamos a prueba para ver si la tuna nos acepta, nos da nuestra primera prenda, somos llamados pardos, que significa que ya estamos aceptados, pero aun así nuestro aprendizaje es bastante amplio, hay algunos que son becados cuando alcanzan el último rango de la tunería, muchos son muy buenos tunos, pero siempre hay algo que aprender.
Esa es la forma en que nos ganamos nuestros trajes, de los instrumentos, algunos los compramos y algunos nos dan la Universidad, todo depende de nuestros gustos, porque a lo mejor dices, me gustó un instrumento y voy y me lo compro.
Esto es una bandurria, instrumento muy tradicional de la tuna, la bandolina sólo tiene 4 pares de cuerdas y esta tiene 6 pares, el conjunto tiene 3 bandurrias, 2 mandolinas, guitarras, bongós, las claves, las castañuelas, de hecho tocamos un poquito con todos los instrumentos.
Todos somos estudiantes, yo—dijo el entrevistado—estudio Filosofía y Letras, otros Ciencias Políticas, Ingeniería, Computación y Derecho. Si no conseguimos dinero, creo que nos regresamos mañanita, pero esperemos obtenerlo, nos vamos en autobús y estamos revisando precios, porque andamos algo cortos de dinero, finalizó.
