SAN JUAN COPALA, Oaxaca., marzo 4.- Las manecillas del reloj marcaban las ocho de la mañana, mientras una ligera neblina comenzaba a borrarse de la punta de los cerros que delimitan a San Juan Copala, municipio ubicado en la agreste Mixteca oaxaqueña.
Tras un recorrido de poco más de doce horas, peregrinos del estado de Guerrero arribaron al poblado con el único objetivo de ser participes de una de las celebraciones más importantes de la fe católica, las festividades de la Cuaresma.
Con los pies curtidos por la tierra, gorras desteñidas por el sol e itacates a medio comer, cada feligrés guardaba su última gota de aliento para ver a “Tatachú”, a quien sin falta año con año acuden a dar gracias por todos los favores recibidos durante el año.
Los caminos que conducían a la imagen se encontraban teñidos del tradicional rojo del huipil de la mujer triqui, que en cada línea de su atuendo lleva escritos los fragmentos de su historia, al frente de ellas se encontraba la banda de música que marcaban el compás de los cantos de los fieles.
No había espacio para nadie más, el sólo paso del viento habría roto el momento de fervor que se vivía en la zona; niños jugando, hombres tocando el trombón, el violín y el tambor, mujeres alimentando a sus hijos, mientras decenas de hombres agitaban su sombrero y cantaban alabanzas, todos ellos confluían en un mismo espacio.
Al centro de la plaza, frente a una cruz formada de trozos de madera, se congregaban médicos tradicionales listos para realizar las ancestrales limpias, infusiones de flores silvestres, ramos de palmas y agua bendita eran esparcidos a la gente.
Más tarde, con pantalones de cuero color café, máscara y sobrero, los afamados Rubios de Juxtlahuaca irrumpían en la plaza, agitando con bravía tiras de tela al son de la música, mujeres y jóvenes se unían a esta danza; en tanto, oriundos de Ometepec, La Sabana, Agua Fría y El Rastrojo los rodeaban asombrados, admirando cada movimiento de los ejecutantes.
Con estos actos, da inició la celebración de la Cuaresma y con ello una serie de actividades deportivas y culturales se desarrollarán en el marco de esta fiesta de fe.
En este contexto, el titular de la Secretaría General de Gobierno (SEGEGO), Jesús Martínez Álvarez felicitó a los habitantes de esta región por esforzarse en honrar los Acuerdos de Paz y desarrollar una política de conciliación y tolerancia que les permitió llevar a cabo su celebración de Cuaresma en tranquilidad.
Asimismo, el encargado de la política interna del estado, reiteró su compromiso de apoyar a la región a fin de erradicar el aislamiento y la marginación centenaria de esta zona, con la premisa de establecer bases que garanticen la permanencia de este clima de paz en la zona.