EXPRESIONES.- Más que un encabezado periodístico, el tema de hoy es un editorial que por sí sólo evidencia la cruda realidad de dos celebraciones fuera de lugar.

Tanto el Día del Niño, como el Día del Trabajo, son rememoraciones ofensivas ante la flagelante realidad de que en Oaxaca en este momento existen 45 mil niños ganándose la vida trabajando, en lugar de estudiar y disfrutar de su niñez.

Niños paupérrimos que viven en el campo y de la miseria del campo o en las grandes ciudades pidiendo limosna en las calles o siendo explotados por la inconciencia de sus padres o tutores, niños y niñas que seguramente no tuvieron acceso a la Audiencia Infantil celebrada en Palacio de Gobierno para disfrutar, aunque se por un día, de dulces, diversión y regalos.

Por su parte, hoy mismo desfilaron y se manifestaron dos tipos de trabajadores que poco trabajan, como son los burócratas del Gobierno Estatal y sindicatos afines a él y los trabajadores que viven del chantaje y la presión política, con la Sección 22 de la CNTE a la cabeza, blandiendo su perenne amenaza de parar indefinidamente una vez más si no le cumplen su pliego petitorio, demandas, que por cierto no están en las posibilidades económicas del Gobierno Estatal de cumplir.

Dos celebraciones que son la antítesis del deber ser y una manifestación crasa de la perversidad oficial, que oficiosamente auspicia conmemoraciones que son una burla para la sociedad entera.

¿Realmente todos los niños oaxaqueños serían felices en su día?, e igualmente, ¿en el desfile del 1 de mayo, desfilaron los trabajadores más productivos de la entidad?

Si el Gobernador del Estado ha pedido madurez a los trabajadores de la educación en sus decisiones, los oaxaqueños pedimos a este gobierno, congruencia y compromiso en sus actos.

Queremos ver niños estudiando y disfrutando su niñez, así como trabajadores trabajando por la productividad del estado. Ni más, ni menos….

Oaxaca de Juárez, Oax., miércoles 1 de mayo/2013.

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