OAXACA, OAX., junio 4.- Los dirigentes nacionales de los partidos Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero Muñoz, y de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano Grijalva, denostaron aquí a los reporteros de Oaxaca por cuestionar sus poses mediáticas de justicia selectiva en el caso de los ex gobernadores del PRI.
Y es que mientras al ex gobernador oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz, los líderes de la coalición dejaron en el olvido por presuntos acuerdos políticos con el actual mandatario estatal, Gabino Cué Monteagudo, al ex titular del Poder Ejecutivo de Tabasco, el también priista Andrés Granier Melo, exigen se le aplique todo el peso de la ley por presuntos actos de corrupción multimillonaria.
Madero y Zambrano llegaron este martes a la Ciudad de Oaxaca, primero para amainar las pugnas internas entre en las cúpulas locales del PAN y PRD, ante la falta de respeto a los acuerdos pactados en la definición de candidatos, y luego para dar el banderazo de arranque a las campañas de los 153 aspirantes a presidentes municipales, y 25 a legisladores locales.
En conferencia de prensa en un hotel del sur de la ciudad, acompañado por los dirigentes estatales del partido albiazul, Juan Mendoza Reyes, y del sol azteca, Rey Morales Sánchez, los presidentes nacionales de PAN y PRD coincidieron en que “en todo México y Oaxaca los ciudadanos se encuentran en el dilema de consolidar la transición hacia el cambio o reinstalar las viejas prácticas de corrupción”.
En un primer momento, Madero Muñoz fue más allá al señalar que combatir más de 80 años de priismo en Oaxaca con un proyecto de alianza los anima a perseverar en el mismo, a partir de un acuerdo restaurador que propone consolidar el combate a la impunidad, la corrupción y el clientelismo, “a esa cultura que siente el poder como un recurso para apoyar a sus cuates y conocidos”.
Puntualizó: “La propuesta de Oaxaca es transformadora porque aquí se tienen todos los recursos para hacer un estado de desarrollo; por eso insistimos en esta alianza democratizadora” (sic).
Pero no resistió la prueba porque al ser cuestionado por los reporteros oaxaqueños del por qué sólo exigen justicia en el caso del ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, cuando en Oaxaca sigue pendientes el presunto desvío de recursos y daño al erario por parte de funcionarios del ex gobernador priista Ulises Ruiz Ortiz, por más de cuatro mil millones de pesos, el panista enfureció y arremetió contra los comunicadores.
Afirmó que en el caso de Granier Melo “hay pruebas contundentes”, y dio por hecho que no existen para Ruiz Ortiz.
Y cuando se le inquirió sobre presuntos acuerdos políticos con el gobernador Gabino Cué Monteagudo o falta de voluntad política para llevar a Ulises ruiz Ortiz ante la justicia, el panista estalló.
“Al sentirse reporterotes, con este tipo de preguntas sólo desvían a la opinión pública. No traten de desviar. Imaginen cuándo vamos a construir conciencia crítica. Si tienen cualquier información presenten la denuncia y yo los acompaño”, exigió,
Luego justificó: “El caso de Granier es de los más patéticos de un gobernador que enriqueció a su familia; pocas veces se tienen tantos elementos para meter al bote a alguien. Hablen de un sólo tema. Este tipo de casos no deben quedar impunes”.
Ahí estaba, escuchando, la candidata de la alianza PAN, PRD, PT a diputada estatal por el Distrito 22, de Oaxaca norte, Leslie Jiménez Valencia, quien usa como guardaespaldas a porros de la UABJO involucrados en balaceras que han herido a periodistas.
Luego, en su turno, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, también se molestó porque los mismos “reporterotes” lo cuestionaron por las violaciones a los derechos humanos en que incurrió el edil con licencia de Xoxocotlán y candidato a diputado por el PRD, José Julio Antonio Aquino, al ordenar a la policía municipal agredir a informadores de los medios.
El perredista descalificó las preguntas de los reporteros y rechazó que Antonio Aquino no haya aceptado las recomendaciones emitidas por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO).
Después, Zambrano Grijalva trató de “salvar” la conferencia de prensa al resaltar “la importancia de la continuidad en el proceso de transformación democrática de Oaxaca, después de un régimen priista de 80 años”.
Igualmente, confió en que el caso Granier Melo “afecte positivamente la actuación del PRI en el Gobierno federal, porque de no ser así, quiere decir que el PRI va a seguir solapando la corrupción; ya hay pruebas para que esté tras las rejas y para que su propio dirigente (César Camacho, del PRI) pida que lo saquen de ese partido porque ya es suficiente” (re sic).
Consultado también sobre la balacera que se registró en el reciente congreso del PRD, su líder nacional, el ex guerrillero Jesús Zambrano, recurrió a la política para escurrir el bulto.
Dijo que si se comprueba la participación de militantes perredistas en la gresca se les cancelará su estatus de militantes, ya que “no van a solapar a nadie”.
Las respuestas de los máximos dirigentes del PAN y PRD provocaron que los “reporterotes” de Oaxaca abandonaran la rueda de prensa. Y ahí se quedaron Madero y Zambrano, solos con sus seguidores.
