EXPRESIONES.- El actual proceso electoral que estamos viviendo, quizá sea uno de los menos innovadores y más escasos de reales propuestas para el electorado oaxaqueño, que ante las circunstancias, está tomando nuestro acto democrático como una vendimia al puro estilo de un tianguis político.

El “pásele marchantito, que se va a llevar” o el “güerito, aquí están tus tlayudas a peso” son simbolismos que ubican al ciudadano como un buscador de ofertas para llevarse algo al hogar, o sea aprovecharse del mercado y de la barata política, no como un elector en todo el significado de la palabra.

Es patético ver, como los candidatos hacen una campaña regalando camisetas y propaganda de sueños guajiros y de buenas intenciones que terminarán por decidirse con el clásico: “hay que agarrar lo que den; que les cueste lo que después se robaran del erario“.

La idiosincrasia popular así lo entiende y así lo enjuicia, porque sabe de antemano que los políticos siempre van por el poder y el dinero, no para beneficiar a la comunidad con obras y gestiones de gran visión.

De ahí que el criterio popular asuma que quien gobierne, por lo menos haga algunas obras, aunque robe o por lo menos que salpique de su fortuna.

Criterio disonante e inmoral que evidencia a una sociedad todavía no capacitada para vivir en democracia y que nos encadena a una partidocracia insolente y explotadora de la ignorancia y de las necesidades del pueblo.

De poco sirve firmarlo ante notario, si las obras después van a ser cuestionadas por los contrarios o evidenciadas por la corrupción en la obra pública, como tampoco sirve de nada seguir denostando a gobiernos actuales o anteriores, si los llamados gobiernos del cambio siguen sin demostrar que pueden gobernar.

Son los mismos políticos quienes están enterrando las posibilidades de que acceda la democracia a nuestro sistema de vida…..

Oaxaca de Juárez, Oax., lunes 17 de junio/2013.

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