OAXACA, OAX., octubre 31.- Como un paso hacia la vida que nos ha alcanzado nuestro Señor Jesucristo con su resurrección, definió lo que es la muerte para la iglesia católica, el Obispo auxiliar del Arzobispado Antequera Oaxaca, Gonzalo Alonso Calzada.
Se preguntó al sacerdote como celebra la iglesia la festividad de Todos los Santos o de muertos, indicando que desde la perspectiva que tenemos desde nuestra fe, donde hay la comunión de los santos y la oración que hace un cristiano, un católico por sus difuntos, eso les hace bien a ellos y también a nosotros.
Manifestó el Obispo que desde esta perspectiva de comunión de los santos y también desde nuestra fe en la vida eterna, creemos que es como se tiene que vivir, es decir la muerte es un paso hacia la vida que nos ha alcanzado nuestro señor Jesucristo con su resurrección
Sobre la adoración de la figura de la muerte, promovida por un grupo de personas no hace mucho tiempo, dijo creer que es algo que no tiene ningún fundamento, la muerte en si es una realidad pero esta figura de la muerte fue una ocurrencia de alguien y ahí está.
¿El santo sepulcro es visitado en esta temporada?
Más bien en temporada de Semana Santa, por allá en Jerusalén es cuando se tiene mucha visita de peregrinos hacia este lugar; en esta festividad de muertos creo que no, aunque es más bien esta festividad de los fieles difuntos, es una celebración de toda la iglesia donde se pide por los hermanos que ya fallecieron
Se solicitó al Obispo auxiliar Alonso Calzada, un mensaje de la iglesia en esta temporada de muertos a los muchos oaxaqueños y demás personas que han perdido a sus seres queridos y la respuesta fue: creo que la esperanza es la que nos tiene que ayudar también en estos momentos, esa es la realidad que todos vamos a experimentar y confiar en la misericordia de Dios y pensar que algún día podremos estar con nuestros hermanos también nosotros.
Años atrás durante la presencia del Arzobispo que antecedió al actual, José Luis Chávez Botello, personalmente y en ocasiones acompañado de algunos sacerdotes, en el interior del panteón general o de San Miguel, se oficiaban misas en recuerdo de oaxaqueños fallecidos, donde familias enteras pedían a Dios por el descanso eterno de quienes dejaron este mundo terrenal y emprendieron el viaje sin retorno.