OAXACA, OAX., marzo 8.− “No fíjate”, en eso de vender obra “ahí sí nos ganan” los hombres: “bueno, a mí no”, contesta y se carcajea la pintora Justina Fuentes, decana de las mujeres artistas en Oaxaca.
“Quién sabe por qué”, tal vez sea a causa de que los hombres usen el apellido de la mamá, continúa con su sentido del humor, como en el caso de “Francisco [López] Toledo. También nosotras deberíamos hacer lo mismo.
“No, no, para nada, no sé, el nuestro es un trabajo al que hay que entregarse: es tan padre que, cuando ocurre así, entonces se va dando solito”, precisa en el marco del Día Internacional de la Mujer.
−Los políticos tienen fama de comprar obra de arte, aunque no sepan de éste, pero lo hacen: ¿le compran igual a los hombres que a las mujeres?
−No, le compran a puros hombres… porque son unos ignorantes: ja ja ja. Algunos nada más se van por el precio, compran firmas.
Luego, Justina Fuentes formaliza su opinión: cuando a veces platicamos con los políticos, nos dicen que “haber cuando les regalamos un cuadro. Cómo, si nosotras vivimos de eso. Pienso que los gobernadores, empleados nuestros en realidad, habrían de comprarle obra a los que empiezan, a los jóvenes, y no a los maestros que ya tanto tienen”.
Junto con Alejandra Villegas, Miriam Ladrón de Guevara, Ana Santos, Irma Guerrero, Liliant Alanis, Silvia Castellanos y Ángela Rocío Hernández, Justina Fuentes participa en la exposición “8 miradas de luna”, la cual fue inaugurada ayer en el Instituto de Ciencias Jurídicas de Oaxaca, luego del homenaje que se le rindió a la doctora Carmen Cordero, jurista e investigadora en derecho consuetudinario o “la ley del pueblo” que aún prevalece en los pueblos indígenas del Estado.
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−Se habla mucho de Oaxaca como una ciudad y Estado culturales, ¿pero cómo estamos en cuanto a la proporción de hombres y mujeres artistas?
Responde la artista Alejandra Villegas: “Es baja para las mujeres. Durante mi trayectoria de 17 años como pintora, me he dado cuenta que, desafortunadamente, el apoyo es mucho más fuerte para los hombres. Tanto, que ningún político le apuesta a una mujer [artista] y eso que existimos muchas que podríamos desempeñarnos mejor si tuviéramos los apoyos necesarios: oportunidades, exposiciones, becas”.
Para las mujeres, expone Alejandra Villegas, el oficio, el quehacer de artista constituye “un campo bastante restringido: me parece que somos una minoría de minorías, que tenemos al respecto una doble o triple responsabilidad”, aunque ello resulta posible de cumplir si se cuenta con apoyos. “Es cuestión de luchar”.
Sinceramente, prosigue, “se trata de apoyos y a veces no tanto de talento. Es cuestión de que alguien te eche el ojo y te apoye”. Esto resulta “triste y no tan justo como debería. Pero bueno, son los fenómenos que se están dando”.
Por lo que ha visto en México e incluso en España, Alejandra Villegas calcula que de todo el espectro artístico “sólo un cinco por ciento” correspondería a las mujeres.
Por su lado, Miriam Ladrón de Guevara, luego de aclarar que no contesta por las demás mujeres artistas, sostiene que como tal ella “tiene la chance de ser en sí misma y realizar lo que quiere y demás: me siento libre, hago lo que quiero, cuando quiero y vivo de ello. Me considero privilegiada”.
Pero precisa que los privilegios los da “el trabajo, independientemente del género, pues una misma es la que se forja”.
En todo caso, sostiene, de varias generaciones para acá, las mujeres artistas presentan muy diversas propuestas y van equilibrando el número existente de ellas en relación con los hombres.