OAXACA, OAX., mayo 8.−De acuerdo con Alonso Aguilar Orihuela, flamante nuevo director del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), “es momento de buscar formas de financiamiento más amplias” para las revistas culturales.
El también periodista, colaborador de la sección cultural de “Milenio Diario”, sabe de lo que habla: fue fundador del concepto de la, al parecer, hoy desaparecida revista “El Jolgorio Cultural” y estuvo prácticamente al frente de ella durante seis años, tiempo en el que su equipo imprimió 74 números.
−En Oaxaca hay revistas culturales editadas por artistas y demás, pero no se ven las que estén hechas por periodistas− se le hace la observación.
−Las revistas culturales periodísticas no se ven en Oaxaca ni en otros estados del país.
En general, según Alonso Aguilar, “hay pocas” revistas culturales en Oaxaca. La situación es tal, que “ni el gobierno del Estado tiene algún proyecto” de un medio del tipo. Y, en ese sentido, acota, habría que especificar que la atención a esa necesidad corresponde a los gobiernos municipal y estatal –como figuras jurídicas, desde luego− y a la sociedad civil.
“Porque hoy es idílico pensar” que si se depende de la publicidad otorgada por la iniciativa privada o los gobiernos en turno –en su sentido de apoyo político-económico y de intereses, por supuesto− se va a poder “tener un medio cultural crítico de difusión”.
−¿Cómo están las revistas independientes?
−No hay revistas independientes. Eso de lo independiente es una idea que siempre he combatido. Somos, los que hacemos revistas culturales, en este caso, codependientes.
“La independencia existe hasta que te quitan el dinero los gobiernos, las fundaciones, la iniciativa privada”.
En todo caso, desde la perspectiva de Alonso Aguilar, “la independencia [de las revistas culturales] se lograría teniendo muchas fuentes de ingresos”.
−Es momento de acabar con la codependencia…
−Es momento de buscar formas de financiamiento más amplias.
Y aquí Alonso Aguilar toca un tema que es secreto a voces y del cual casi nunca se habla: la discrecionalidad de los dineros en las revistas culturales y los medios en general.
“La discrecionalidad es cuestión de los patrocinadores. Se acaba y… es como en el caso del periódico ‘La Jornada”.
−La revista “emeequis” intentó combatir eso, buscó que, por derecho legal, la publicidad oficial fuera distribuida de forma democrática, equitativa− se le comenta.
−A la hora de la publicidad, el gobierno apoya de dos formas: la oficial y la discrecional.
Hasta hace algunos días, Alonso Aguilar Orihuela era director editorial de la revista “El Jolgorio Cultural”. El fin de este medio y su salida de él fue, dice, “normal, no me hago la víctima, pero sí dolió”. Además de su función como titular del IAGO –con la cual, comenta, se sacó la rifa del tigre−, entre sus proyectos personales se encuentra la creación, precisamente, de una revista cultural periodística.
−¿Hay la gente preparada para ello en Oaxaca?
−Sí. Oaxaca ha vivido una evolución cultural… ha llegado gente de otros lados, de fuera. Aquí hay un chingo de talento, con lo que no se cuenta es con dinero y proyectos culturales.
−Luis Hampshire –se le acota a Alonso Aguilar− sostiene que en Oaxaca todavía hay un sedimento conservador que se opone a todo lo que trae la gente de fuera. Pero, aunque es cierto que aquí llega mucho cultureta –esos vividores de la cultura−, también han venido personas valiosas por su trabajo y conocimiento…
−Hace muchos años, en la revista “Letra Viva”, Luis Hampshire escribió un artículo en el que se refería, en comparación con “la cortina del nopal” de la que habló José Luis Cuevas, a la “cortina del mezcal”. Coincido con él: hay en Oaxaca un imaginario colectivo del folclorismo, de las mujeres que vuelan y los perros que miran como humanos. Esa es una cortina que impide ver lo de fuera.
Pero de fuera ha llegado gente como “Shinzaburo Takeda o Fernando Sandoval”. Proveniente este último de Guadalajara, fundó su taller y, con el tiempo, provocó que hoy existan 35 espacios de grabado en Oaxaca. Y eso, por mencionar un caso.