OAXACA, OAX., mayo 15.- Familiares y amigos de Javier Camerino Martínez Díaz, perito médico de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), llevaron su féretro en hombros a la iglesia de Santa Lucía del Camino, municipio en donde se llevaría a cabo la misa de cuerpo presente, después de haber salido de su domicilio en la calle Otilio Montaño de la colonia Gómez Sandoval, en donde fue velado.
Eran aproximadamente las 13 horas de este miércoles cuando el sacerdote encargado de realizar la misa correspondiste, pidió a los familiares le acercaran el cuerpo, enseguida roció de agua bendita el ataúd de Martínez Díaz y a las personas que lo acompañaban.
Al entrar rumbo al altar, seis familiares y amigos del galeno cargaban el féretro, quienes caminaban a paso lento, mientras que los demás cantaban “Pescador de hombres”.
Tú has venido a la orilla
no has buscado a sabios, ni a ricos
tan solo quieres que yo te siga
Señor, me has mirado a las ojos
sonriendo, has dicho mi nombre
en la arena, he dejado mi barca
junto a ti, buscare otro mar
Tú sabes bien lo que quiero
en mi barca no hay oro ni espadas
tan solo redes y mi trabajo
Señor, me has mirado a las ojos
sonriendo, has dicho mi nombre
en la rena, he dejado mi barca
junto a ti, buscare otro mar
Al depositar frente al altar el féretro, el canto se fue diluyendo y el sacerdote inicio su sermón, pidiéndole a los familiares de Javier Camerino resignación ante la muerte de su ser querido. Minutos más tarde la misa concluyó y nuevamente el ataúd fue cargado por los parientes del occiso para llevarlo al atrio del templo.
Centenares de personas caminaban detrás del féretro donde yacían los restos de Javier Camerino Martínez Díaz, asesinado en una emboscada en Santa Cruz Itundujia, en la región Mixteca.
Tristes, callados y con la cabeza agachada, los consanguíneos del galeno caminaron por veinte minutos en las calles de Santa Lucía del Camino, sin música ni palabra alguna; entre la multitud se encontraba la hija del occiso, quien con mucho sacrificio y cansancio caminaba agarrada de la mano de su tía, ya que la pequeña de 7 años edad, padece un problema motriz en las piernas desde su nacimiento.
A pesar de la muerte de su padre, la niña se mostraba fuerte, quien caminaba con una fotografía de él en sus manos, y sin soltar una lágrima sólo suspiraba pensativa.
Al llegar todos al panteón la fosa estaba lista, en la cual fueron depositados los restos de Javier Camerino Martínez Díaz para su eterno descanso, sin embargo, antes de continuar con el sepelio, los familiares colocaron el féretro encima de la tierra removida para agradecer el apoyo brindado a sus parientes por el lamentable hecho.
El ataúd con el cuerpo de Javier Camerino fue descendiendo poco a poco, mientras el llanto de sus familiares se hizo presente, enseguida, uno a uno fue pasando al frente para darle el último a dios a su ser querido, aventándole un puño de tierra como despedida.
Posteriormente, las paladas de tierra se escucharon al caer en el ataúd, percibiéndose un sonido hueco; una vez sepultado Javier Camerino Martínez Díaz, los arreglos florales fueron colocados alrededor de la tumba.
Los familiares volvieron a dar las gracias a las personas que los acompañaron durante el entierro, por lo que los asistentes fueron retirándose poco a poco, quedándose únicamente los parientes más cercanos al doctor, sin embargo, con el trascurso de los minutos también fueron abandonando el panteón, dejando a lo lejos una tumba adornada de flores.
