EXPRESIONES.- La gente pierde la memoria o se hace, porque el ahora llamado “bullying” en nuestro país siempre ha existido.

Y en Oaxaca, como en todos lados, es un dilema social que evidencia una tendencia de demostrar siempre una especie de “la ley del más fuerte” como una normatividad para ser aceptado dentro de un grupo social.

Así el ahora reconocido como “bullying”, es un fenómeno social de educación que “marca los territorios” de ciertos grupos sociales.

¿Quién no sufrió las llamadas “novatadas” universitarias en los años sesenta y setenta?

Los estratos universitarios, tolerados incluso por las mismas autoridades académicas, era pasar de ser un desamparado “macoloche”, el cual era rapado con filosas tijeras, era vejado, insultado, golpeado, explotado, extorsionado y denigrado, en su primer año de universitario, para en el siguiente año ser considerado como un “perro”, estudiante que ya se rapaba sólo o iba a la peluquería, pero aún sin los derechos de los llamados “pumas”, último estrato estudiantil que gozaba de todos los derechos, incluso de rapar y aprovecharse de los alumnos de nuevo ingreso.

Eso era “bullying” y hasta los padres de familia lo aceptaban, dando consejos a sus hijos para que “aguantaran vara” y no sufrieran un accidente que lamentar.

También se sufre “bullying” en el trabajo, cuando uno no es bien aceptado dentro de los grupos predominantes en los centros laborales. Recientemente acabo de ver en las redes sociales como un grupo de fotógrafos, agreden a una reportera, impidiéndole su labor periodística. El oficio periodístico no se salva del “bullying”.

Entonces, si es un hecho tan común ¿porque hasta ahora parece que todos se quieren rasgar las vestiduras al respecto?

Hasta los diputados y diputadas ya quieren hacer leyes al respecto, en una pose política que evidencia su protagonismo y no su profesionalidad legislativa.

El ya famoso “bullying” debe ser tratado en todos los estratos sociales, en el trabajo, en la escuela, en la familia, y sólo a través de una buena educación pueden eliminarse toda esa serie de complejos que hoy quedan al descubierto y que llegan a extremos y circunstancias lamentables, como la pérdida de una vida humana.

Dejémonos pues, de falsas alarmas y de protagonismos fatuos, que no conducen a nada….

Oaxaca de Juárez, Oaxaca; martes 27 de mayo/2014.

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