OAXACA, OAX., junio 12.- La exposición continua a los rayos solares sin protección puede ocasionar desde lesiones leves en la piel, cambios de pigmentación -como lunares-, hasta cáncer, alertó el área médica de la delegación en Oaxaca del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Debido a que este daño severo provocado por el sol no causa sintomatología y es generalmente detectado hasta que es demasiado evidente: al manifestarse como una herida que no sana o una pequeña protuberancia (que puede ser roja, áspera o escamosa, con tendencia a crecer), médicos del IMSS destacan la importancia de la detección temprana de las lesiones, tomando en cuenta todas aquellas alteraciones en la piel que no se encuentran de forma habitual.
De acuerdo con el coordinador delegacional de Información y Análisis Estratégico, Miguel Ángel Altuzar Figueroa, el cáncer de la piel puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en la piel que ha estado expuesta a la luz solar, como la cara, el cuello, las manos y los brazos.
Existen varios tipos de cáncer de origen cutáneo. Los tipos más comunes son el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular, los cuales son cánceres de piel sin presencia de melanoma. La queratosis actínica es un trastorno cutáneo que algunas veces se convierte en carcinoma espinocelular.
La degradación en la capa de ozono provoca que los rayos solares ingresen en forma más directa a la tierra afectando así en cada exposición la piel de los seres humanos al acumular mayores cantidades de radiación y años más tarde favorecer el desarrollo de un melanoma o tumor maligno, diagnóstico que debe ser realizado por un médico especialista a través de una dermatoscopía, explicó el médico especialista del IMSS.
Impulsar una cultura de protección contra los efectos negativos de los rayos ultravioleta del sol es la mejor medida de prevención que se puede utilizar. Ante ello, se recomienda el uso del sombrero para proteger el rostro; de gafas que absorban los rayos ultravioleta; ropa de algodón, preferentemente de colores claros; aplicarse el protector o el bloqueador solar 20 minutos antes de exponerse al sol y reponerlo cada cuatro horas; en caso de entrar al agua, al salir hay que cubrir nuevamente la piel con protector; evitar la exposición solar en las horas cercanas al medio día (entre las 11 y 15 horas) y en caso de hacerlo que no sea por más de media hora.
Es importante mencionar que si nota cualquier indicio sospechoso en la piel o cualquier cambio en el aspecto de sus lunares debe hacer que un médico revise ya que el tratamiento tiene más probabilidades de surtir mejor efecto cuando el cáncer se detecta con anticipación. Cuando no se tratan, ciertos tipos de cáncer de piel pueden diseminarse a otros tejidos y órganos.