OAXACA, OAX., junio 13.- Cuando el actual director de Cultura y Espectáculos del municipio de Oaxaca de Juárez inició su gestión a principios de este año, ni tiempo tuvo para exponer sus estrategias, programas, objetivos. Se encontró de frente con el Ferrocarril Mexicano del Sur, el museo, los “defensores” de este proyecto que inició diez años atrás, la necesidad de explicar si continuaría o albergaría al Museo Infantil de Oaxaca (MIO), como uno más de los espacios que en esta ciudad capital tendría la Fundación Harp Helú.
Ahora que se calmaron las aguas y el proyecto MIO sigue en veremos –aunque todo apunta a que lo harán, pues las obras que realiza la empresa Dictec, bajo la supervisión de la fundación mencionada, continúan y, se espera, concluyan a finales de año–, Jorge Machorro Flores habla de las líneas estratégicas básicas trazadas por la dirección que encabeza. Y más.
Dice que la línea fundamental es que “la cultura constituye un derecho” para los creadores, los recreadores y los transmisores de ella, pero también para los espectadores –activos de preferencia–, y no “un asunto de élites, de iniciados, de cenáculos”.
“Por lo tanto, todos los ciudadanos tienen y deben contar con la posibilidad de participar del suceso cultural, creándolo, recreándolo o, de alguna manera, participando en él”.
Apunta, el director de Cultura y Espectáculos del municipio capitalino, que una segunda estrategia elemental consiste en “ver que las condiciones físicas para la realización y difusión de las artes sean dignas”. Pero…
Es cuando recuerda que el municipio de Oaxaca de Juárez “prácticamente no tiene inmuebles propios para sus actos”. Por eso remarca la necesidad de dignificar los “espacios abiertos, al tiempo de irlos identificando de acuerdo con una actividad artística”.
Para Machorro Flores, en materia cultural “la autoridad no debe estorbar, sino acompañar, apoyar”, respaldar los espacios del ramo que por iniciativa ciudadana se gesten, “más ahora que son tiempos en que el Estado acaparador y avasallador no es el que funciona: en “todas sus manifestaciones tiene que ser coadyuvante. Esa constituye otra de las orientaciones” de la dirección de la que es titular, aclara.
Y una más, lo es el que las actividades culturales se fomenten, al tiempo que se desarrollen programas formativos a través de talleres y la creación de instituciones artísticas como orquestas o compañías –“de las cuales se carece: el municipio no tiene absolutamente nada de eso”–, porque si no es así, lo que se haga será llamarada de petate.
Aunque por el momento, se entiende que eso también está en veremos, ya que, a cinco meses de iniciada su gestión, la Dirección de Cultura y Espectáculos aún no cuenta con un presupuesto definido. Se determinará, precisa Jorge Machorro, cuando se dé a conocer el Plan de Desarrollo Municipal –cuya presentación, se supone, es inminente–. En todo caso, espera él sea “mucho mejor que los presupuestos anteriores, los cuales han sido de alrededor de un millón de pesos anuales, para que puedan cumplirse los requerimientos del ramo cultural”.
Por el momento, el director de Cultura y Espectáculos del municipio capitalino menciona que han realizado más de “35 actividades culturales significativas”; en especial, dentro de la celebración del 482 aniversario de la fundación de la ciudad de Oaxaca, la dependencia que dirige efectúo 31, “todas surgidas por gestiones y propuestas de ciudadanos que llegaron a la oficina” correspondiente.
“Cumplimos con todos aquellos que se acercaron y tuvieron capacidad para armar y sostener una propuesta, porque no todos lo hicieron de la manera que nosotros”…
–¿Cómo la propuesta de la galería Azomalli?– se le comenta de este caso que fue suspendido de forma abrupta, sólo un día antes de su realización.
–La galería Azomalli iba en punta, pero la actividad involucraba a muchas otras. Lo que pasó ahí es que, primero, la propuesta rebasaba las posibilidades que en un momento dado se tenían que garantizar; y segundo, las galerías trataban de mostrar en calle obra que venden.
“Eso es venta. Y la venta tiene una determinada connotación dentro de la administración de cualquier municipio. Por lo tanto, había que cubrir todos los trámites que cualquiera que quiera vender algo, tiene que hacer. Es un asunto que en adelante se verá ya con más atención. Pero convenimos con la mayoría de los que promovieron la actividad, entre ellos Matilde Maldonado, que íbamos a replantear y afinar el proyecto para que, en fecha próxima, cuando haya una coyuntura, podamos ayudarlos”.