OAXACA, OAX., julio 12.- La noche de este 11 de julio de 2014 en la Penitenciaría Central de Santa María Ixcotel fue negra para Bulmaro Rito Salinas, la peor de su vida, después de ser presidente del Congreso del Estado, dirigente estatal del PRI, titular del Coplade y, antes, secretario de Administración del Gobierno del Estado.
La puntilla vino cuando sus abogados demandaron a la Juez Séptimo de lo Penal poner en “libertad bajo caución” al preso, y ésta lo negó con el argumento de que “a Bulmaro Rito Salinas se le considera un peligro para la sociedad de Oaxaca”, al ser acusado del delito de peculado por apropiarse de más de cuatro millones de pesos en agravio del pueblo de Oaxaca.
En punto de las 14:10 horas de este viernes 11 de julio de 2014, Bulmaro Rito Salinas era conducido a los separos del Juzgado Séptimo de lo penal.
Lo acompañaban dos custodios de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), esa que dirige el neo convergente Alberto Esteva Salinas. Se le veía un rostro demacrado, triste y de preocupación. Sin embargo, aún en la cárcel no perdió su nuevo estilo de vida. Vestía una camisa blanca de lino, pantalón de gabardina color caqui y zapatos negros bien lustrados.
Corpulento, el otrora poderoso político priista traía un documento en las manos. Parecía que estaba listo para pronunciar uno de sus tantos discursos desde la máxima tribuna del Estado, en la Cámara de Diputados, o ante su ex jefe, el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz.
Uno de sus custodios, gordo y chaparro, caminaba delante de él. Habían pasado un túnel obscuro, que da del penal de Santa María Ixcotel a la rejilla de prácticas del Juzgado, pero se detuvo a 20 metros de llegar a su cita con la Juez.
Y es que en la sala de la audiencia se encontraban ya decenas de camarógrafos, fotógrafos y reporteros de todos los medios de comunicación, escritos y electrónicos.
Bulmaro reiteraba a los carceleros que “si no estaba la Juez no saldría a las rejilla de diligencias”, por lo que el gordo y chaparro ordenó detener la escolta y dar la vuelta.
Regresaron con su presa a la Penitenciaria y lo confinaron en su celda de prevención, donde Bulmaro Rito Salinas se dispuso a pasar su primera noche. Pidió un teléfono celular y se comunicó con sus abogados.
Reporteros y camarógrafos esperaron dos horas la diligencia del “preso de alto nivel”, quien nunca hizo su aparición en la rejilla de prácticas.
La declaración preparatoria de Bulmaro Rito Salinas se dio más tarde, en privado, ante la Juez de la causa, acompañada de un Agente del Ministerio Público y escuchados por los abogados defensores.
Al final, el Abogado del presunto culpable dio a conocer a los reporteros que Bulmaro Rito Salinas sí declaró ante la Juez y pidió la ampliación del término constitucional “para que pueda comprobar su inocencia y salir en libertad”.