SAN RAYMUNDO Jalpan, Oaxaca, septiembre 3.- El diputado presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado y dirigente de la tribu perredista Frente Amplio de Lucha Popular (FALP), Jesús López Rodríguez, aprovechó su investidura para hablar “en nombre del Congreso del Estado” y condenar las reformas estructurales que impulsó el presidente priista Enrique Peña Nieto.
Único orador en la ceremonia del programa de festividades “Septiembre, Mes de la Patria”, realizada la mañana de este martes 2 de septiembre en la sede del Poder Legislativo, el también presidente de la Comisión Permanente de Educación de la LXII Legislatura estatal, aprovechó el escenario para lucirse y arremeter contra el Ejecutivo federal.
“Como Presidente del Honorable Congreso del Estado de Oaxaca me honra dirigir a nuestro Lábaro Patrio y a los presentes, palabras alusivas con motivo del Izamiento de la Bandera nacional durante el segundo día de Septiembre: Mes de la patria”, dijo al justificar su discurso.
El perredista-falpista rememoró el inicio del movimiento de liberación nacional que emprendieron los sacerdotes Miguel Hidalgo y Costilla, y José María Morelos y Pavón.
Aseguró también que “las y los diputados del Congreso de Oaxaca trabajan para robustecer la legitimidad de las instituciones, teniendo como base la pluralidad de ideas, la defensa del territorio, de los recursos naturales y de la Constitución”.
Sin embargo, advirtió que “hoy la independencia de México está en riesgo porque es claro que las potencias extranjeras de manera descarada se han entrometido en nuestro país, con la autorización y la subordinación del Gobierno que hoy padecemos”.
Los legisladores priistas no esperaban este discurso del controvertido legislador perredista. Ante la mirada atónita del coordinador de la bancada tricolor, Alejandro Avilés Álvarez, el líder del FALP –una de las tribus más violentas del PRD en la entidad oaxaqueña– manifestó que “es evidente la ambición de un sistema presidencial que para perpetuar su reino de opresión y exterminio impulsa las llamadas reformas estructurales” (sic).
Según López Rodríguez, estas reformas son “un conjunto de contrarreformas que contravienen el espíritu original de la Constitución federal y vulneran los principios de la Independencia”.
Y fue más allá. Sin argumentos aseguró que “los objetivos fundamentales de las reformas son: privatizar y entregar los recursos naturales a los extranjeros, destruir los derechos de los trabajadores, incrementar la desigualdad social, elevar el cobro de impuestos, controlar los medios de comunicación y dejar en la pobreza y marginación a la mayor parte de la población”.
Aprovechando el escenario, el perredista llamó a la sociedad a “reorganizarse y encauzar las instituciones hacia la legalidad y la justicia, a través de mecanismos que empoderen al ciudadano y que beneficien al interés colectivo” (sic).
Y en nombre del Congreso de Estado volvió a reiterar “la disposición al diálogo y a la concordia” y hasta invitó a todas las fuerzas políticas y a los sectores de la sociedad civil a profundizar sobre los temas de interés nacional y estatal, y juntos dirigir el rumbo de la nación.
“Juntos conseguiremos alcanzar un gobierno que sirva plenamente al pueblo y extirpar a los traidores de la patria”, arengó el dirigente del FALP.
En entrevista, al término del discurso del perredista, el coordinador de la fracción parlamentaria del PRI, Alejandro Avilés Álvarez, desestimó los señalamientos contra las reformas estructurales que impulsó su jefe político y presidente: Enrique Peña Nieto.
Confió en que las reformas estructurales detonarán el desarrollo de la República a corto y largo plazos.
“Al diputado Jesús quizás le pasaron mal el discurso o se lo elaboraron mal y como llegó un poco tarde pues no le dio tiempo de leerlo; yo creo que era un discurso para (el senador de la República del PRD) Benjamín Robles Montoya. Se ha de haber equivocado. Era para el gobernador del Estado (Gabino Cué Monteagudo) todo lo que dijo”, atajó puntilloso el priista.