OAXACA, OAX., septiembre 29.- Al límite, sin pena ni gloria, en el cierre del segundo período ordinario de sesiones correspondiente al primer año de ejercicio constitucional, la LXII Legislatura del Estado se erige como la menos productiva en la historia de Oaxaca.

Salvo que el rezago sea aprobado en algún período extraordinario, lo que se antoja difícil por su desordenada práctica cotidiana, para la historia quedará lo que debieron hacer y no cumplieron: la armonización de las reformas educativa y político-electoral, así como la ley indígena, por mencionar las más importantes.

Temas trascendentes para la vida de Oaxaca nunca aparecieron en la agenda de los representantes populares. Enfrascados en sus luchas intestinas por el poder y los recursos económicos, hablaron y trataron temas menores potencializados en un sinfín de “exhortos”, “puntos de acuerdo”, “iniciativas con proyecto de decreto” y “asuntos de urgente y obvia resolución”, que en los hechos tienen los mismos efectos que los llamados a misa.

En el segundo período ordinario de sesiones, que comenzó en junio pasado y concluye este martes 30 de septiembre, los legisladores locales se dedicaron sólo a prometer que armonizarían en tiempo y forma las reformas hechas por el Congreso de la Unión, pero ni eso hicieron.

La sesión de este martes fue citada para desahogar los 15 puntos restantes de la orden del día del miércoles de la semana pasada, cuando el diputado presidente de la Mesa Directiva, el perredista Jesús López Rodríguez, prefirió mandar a receso en lugar de terminar su trabajo.

LEY EDUCATIVA EMPANTANADA

En el caso de la multicitada Ley de educación, los diputados y diputadas recibieron el 18 de agosto pasado la última iniciativa de parte de la Sección 22 del SNTE, pero a la fecha las Comisiones Unidas mantienen empantanada la elaboración del dictamen correspondiente.

Los integrantes de las Comisiones Unidas de Educación, Estudios Constitucionales, Administración de Justicia y Presupuesto sólo han avanzado en el análisis de ocho artículos, de los más de 130 que contienen las seis iniciativas propuestas.

Ahí, en el estira y afloja, están las propuestas de Ley estatal de educación que enviaron el gobernador Gabino Cué Monteagudo, la Sección 22 del SNTE y diputados de las fracciones parlamentarias del PRI, PAN, PSD y Nueva Alianza.

En lo único que se pusieron de acuerdo los legisladores locales es en corregir a sus homólogos federales para hacer una “adecuación” en lugar de la “armonización” de la Ley educativa que se necesita, como si se trata de un asunto de estilo o semántica.

Y es que la Ley General de Educación ya está vigente en la mayoría de los estados de la República, pero Oaxaca enfrenta, por su tardanza, una controversia constitucional por parte del presidente Enrique Peña Nieto.

Diputados consultados admitieron que “los trabajos se han dispersado al grado que los asesores de los legisladores laboran por separado en una especie de parchado de la iniciativa, tomando lo que consideran mejor de cada propuesta, cortando y pegando”.

En tanto, la poderosa Sección 22 del SNTE insiste en que le aprueben su iniciativa, que contiene lo estipulado en su Plan para la Transformación de la Educación de Oaxaca (PTEO), y con ello reconozcan al sindicato como autoridad educativa para articular la educación comunitaria e intercultural bilingüe en la entidad.

El Magisterio también pretende que en Oaxaca se excluya a la iniciativa privada de los planes y programas de estudio, mientras que la Ley General de Educación aprobada por el Congreso de la Unión otorga al sector privado la posibilidad de invertir en educación.

Además, que se establezca un sistema propio de evaluación a cargo de la Sección 22 del SNTE y del Gobierno del Estado, en el que los profesores queden exentos del Sistema Nacional de Evaluación a cargo de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Igualmente, que los recursos que otorga la Federación sean administrados por ellos, que los egresados de las Escuelas Normales del Estado tengan plaza automática al concluir sus estudios y no sean sujetos a una evaluación para obtener el trabajo.

Y sin llamarlos por su nombre, también buscan la desaparición de la disidente Sección 59 de SNTE y que sólo la Sección 22 sea reconocida en Oaxaca.

LOS “LOGROS” DE LA LXII LEGISLATURA

En su primer período ordinario de sesiones de su primer año de trabajo legislativo, que inició en noviembre de 2013 y concluyó en mayo de 2014, los representantes populares locales lograron ponerse de acuerdo en temas considerados “importantes” para ellos, aunque no del todo para sus representados; es decir, la sociedad en general.

Por unanimidad y mayoría aprobaron dos reformas constitucionales que tienen que ver con la irreductibilidad del presupuesto para el Poder Legislativo; es decir, rechazaron la propuesta del Poder Ejecutivo que reducía el dinero para el Congreso del Estado y pusieron en la ley que los recursos no podían ser menores a los del ejercicio inmediato anterior.

Otra ley en la que estuvieron de acuerdo los diputados y diputadas fue en quitarle facultades al Gobernador para designar a los administradores municipales y otorgársela a ellos mismos con el argumento de “equilibrar el sistema de pesos y contrapesos que debe existir en el gobierno de la alternancia en Oaxaca”.

La mayoría de los legisladores también estuvieron de acuerdo en hacer cumplir la glosa del informe del Gobernador del Estado, con la comparecencia de la mayoría de los funcionarios del Ejecutivo ante el pleno cameral y sólo dos en comisiones.

Y para el segundo período ordinario de sesiones, que concluye este martes 30 de septiembre, habían dejado “muchas tareas urgentes”, como la armonización de la Ley educativa para antes del ciclo escolar 2014-2015, la reforma político-electoral derivada de la reforma Constitucional y de las leyes secundarias, además de armonizar las leyes estatales en materia de transparencia, entre otras.

Pero los diputados y las diputadas de la LXII Legislatura del Estado NO cumplieron y ya se van de vacaciones.