EXPRESIONES.- La ambición por el poder es tanta que varios oaxaqueños y otros que se dicen oaxaqueños anhelan ser Gobernador, aunque sea por uno o dos días, como dijo Martín Vásquez Villanueva, o dos años como anhelan Benjamín Robles Montoya y Eviel Pérez Magaña; quizá cinco, como ya proponen otros aguzados que creen que la democracia es la solución a nuestros problemas, cuando la anarquía, la violencia y la inestabilidad social, quizá requieran de un elemento castrense para gobernarnos.
Sin embargo, en el sentir de nuestra clase política bulle el concepto quijotesco de imaginar que “es bueno mandar, aunque sea un hato de ganado”, para saciar ese ímpetu de querer gobernarnos, cuando Oaxaca es quizá el Estado más complicado para conducir, porque no nada más somos ocho regiones con características propias, sino una sociedad convulsa que no ha sido bien administrada desde la época de Juárez y Díaz.
Ya llovió, ¿no creen ustedes?
Ahora, como dijo Honorato de Balzac: “Todo poder es una conspiración permanente”, y en esas andamos, porque los aspirantes al máximo poder oaxaqueño se están dando “hasta con la cubeta” con tal de minar u obstaculizar las aspiraciones de sus oponentes.
Y una vez que obtienen el poder, tendrán igualmente que sortear un cúmulo de conspiraciones en su contra.
Si a aquellos que quieren gobernarnos se les preguntase por qué quieren hacerlo y dieran una respuesta congruente y no que nos salgan con la muletilla de porque “quieren servir al pueblo de Oaxaca”, quizá estuviéramos ante un nuevo adalid político con los tamaños suficientes para ordenar sin reprimir, para proyectar y realizar obras sin aprovecharse del otorgamiento de concesiones, un personaje que acepte realmente vivir en la medianía que su salario le permita, sin menoscabo en sus decisiones ni en procurar siempre el bien común.
Todos aquellos que anhelan gobernarnos, aunque sea por un día ¿estarán dispuestos a ello?
Dirán que sí, como siempre, pero hasta ahora nadie ha podido superar las conspiraciones permanentes y han preferido negociar con ellas, convirtiendo a Oaxaca en un estado negociable cien por ciento.
Por eso hay muchos tiradores para gobernarnos, “aunque sea por un día”.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, lunes 9 de marzo de 2015