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En busca de un sueño

LIBROS DE AYER Y HOY

Mientras  certifican los restos de Sor Juana se comenta en algunos medios la comparación que hizo la investigadora Rosalba Ugalde entre el poeta mexicano Pino Páez y la religiosa.

La afanosa búsqueda de restos originales de grandes personajes –Cervantes, Lorca, Shakespeare, Cristo– ha permeado a nuestro país para tratar de confirmar que unos restos que ya se tienen pertenecen a la monja Sor Juana Inés de la Cruz.

Los restos, que se creen auténticos ya están sepultados en el ex templo de San Jerónimo. Pero ahora se trata de hallar la tumba de su madre Isabel Ramírez, enterrada según parece en el atrio de la antigua iglesia de la Merced, para confirmar con su ADN, que la gran poeta está realmente con nosotros –aunque nunca dejó de estarlo en su fosa de tierra, ni con su gran  obra–, así sea en osamenta.

De Cervantes y Shakespeare han encontrado en los últimos meses, en el primero restos, en el segundo una imagen que se cree auténtica.

De Lorca siguen buscando, aunque siempre se tuvo la certeza de que estaba en una fosa común donde fue masacrado por el franquismo junto con otros republicanos.

La BBC de Londres realizó la década pasada una cara y exhaustiva investigación para encontrar los restos de Cristo. Con científicos de todo tipo buscó en la zona en donde supuestamente vivió y fue crucificado y sólo halló los restos de un predicador –al parecer de apellido Ribera– que vivió en esa época.

Pero la imagen que delineó de cómo pudo ser Cristo –moreno, de pelo corto enchinado, nariz bulbosa y hermosos ojos, como los antiguos y quizá actuales habitantes de esa zona–, causó escándalo y molestia a la raza blanca discriminadora, que siempre ha creado una imagen estilizada, rubia y de ojos claros.

El racismo creyente rechazó de plano la investigación pese a su gran riqueza antropológica, que acumuló datos de gran valor sobre la forma de vida del hombre de aquella época.

No sabemos qué pasará con la investigación sobre Sor Juana, que de entrada arrastra la oposición de la señora Carmen Beatriz López Portillo, rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana, según los informes del diario Reforma, por no haberle dado un trato preferencial en la búsqueda.

La maestra Ugalde, profunda conocedora de la obra de Sor Juana, penetra en el Poema monumental como tratado filosófico y habla de Sor Juana y Pino Páez, filósofos mexicanos de flor y canto, en un libro de 132 páginas publicado por la Editorial Académica Española en 2012 y que se vende en el mercado libre en España.

Lo singular es la comparación entre Primero Sueño de la monja –poema de 975 versos que ella en realidad quiso titular Sueño–, con Luz Patibularia, el poema monumental de Pino, que en su momento fue presentado en el Palacio de Bellas Artes.

Este último (Ediciones Bisturí. Operación a párrafo abierto 2004), se expresa  en más de un millón de letras, contó su prologuista y en más de 600 páginas.

No es un poemario, es un poema que plantea una serie de preguntas, sentencias y aseveraciones sobre el acontecer del hombre actual, en una recopilación que se antoja interminable por su profundidad filosófica.

Páez, periodista, maestro, activista, es uno de esos grandes poetas que no confluyen en el amaneramiento de las mafias literarias. Su trabajo es con los campesinos, los obreros y los estudiantes. Pero la justa comparación que lo liga extraordinariamente a la monja jerónima debe haber causado resquemor en los que se creen consagrados.

laislaquebrillaba@yahoo.com.mx

 

 

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