CRÓNICAS DE LA ÍNSULA
¿Algún profe en su sano juicio creerá realmente que el pueblo está de su lado? Es algo paranoico creer eso y agredir al pueblo, cercarlo, dejarlo sin gasolina para cualquier circulación, bloquear las terminales de autobuses… y aún así argüir que el pueblo los apoya, que la “lucha” es en bien del pueblo. Es absurdo, seguramente piensan que el pueblo es masoquista o tonto.
No estamos ante ninguna “lucha” magisterial, sino ante una guerra por intereses particulares contra Oaxaca y los oaxaqueños, protagonizada por personas que no están en las aulas, que han dejado de ser mentores para delinquir, que incendian, saquean y atentan contra la libertad de expresión.
Nada les importa el pueblo real, aferrados al abstracto que se inventan, que no existe más que en sus discursos retrógrados y como pretexto para pedir y pedir más y más sin que den nada a cambio.
Sus pliegos petitorios lo confirman. Ningún ofrecimiento de mejora o superación académica. ¿Que la evaluación al magisterio es “punitiva”? Cómo creer que es para castigarlos si nunca han aceptado una evaluación.
Rechazaron hasta la prueba Enlace que los exhibía en sus carencias: Oaxaca en los últimos lugares de los indicadores educativos, pero con los maestros mejor pagados del país. También rechazaron el programa Carrera Magisterial que los obligaba a estudiar y a capacitarse.
Quieren asustar con el petate del muerto del 2006, diciendo que se reeditará esa anti gesta oaxaqueña que echó a esta entidad otros 20 años atrás, después de los 20 en que nos rezagó Ulises.
La APO se ha degradado tanto que ya no les sirve para rodearse de pueblo. Ni siquiera para reeditar ese largo motín sin pies ni cabeza, un movimiento sin organización donde pudo incluirse cualquiera, desde el senador Gabino Cué (entonces adversario de URO) hasta huestes violentas venidas o traídas del centro del país.
Pero hoy las condiciones no están para otro motín de ese tipo con que los políticos potenciaron una rebeldía electoral que les benefició y resultó un terrible fiasco, una triste y lacerante decepción con un gobierno estatal débil y nada diferente a los del pasado priista, quizá peor.
Contrario a la apuesta de los irascibles millonarios dirigentes magisteriales y alguno de sus trasnochados agremiados de que el pueblo saldrá a defenderlos si las fuerzas federales osan tocarlos cuando ellos “pacíficamente” quemen oficinas, “pacíficamente” bloqueen estaciones de gasolina, “pacíficamente” impidan el libre tránsito, “pacíficamente” golpeen y “pacíficamente” roben hasta a los representantes de la opinión pública.
Contrario a eso, la población está harta de ellos y ellas. No habrá otro 2006 cuando sí hubo las condiciones para que esa misma dirigencia magisterial inventara a la APPO, de acuerdo con la declaración de Enrique Rueda Pacheco al reportero simpatizante de ellos, Enrique Osorno:
“Nosotros, el magisterio, fuimos los que convocamos a la creación de la APPO porque tratábamos de canalizar el respaldo a nuestra causa sindical y aprovechar así la molestia creciente que había en distintos grupos del Estado en contra del desafortunado régimen de Ulises Ruiz… De hecho el nombre de Asamblea Popular se lo pusimos nosotros inspirados por el nombre que tiene la máxima instancia de nuestro Sindicato que es la Asamblea Estatal de delegados de la Sección 22”.
En 2006 la inepta burbuja gobernante destruía o cambiaba la arquitectura y símbolos oaxaqueños, derribaba árboles del Zócalo; asimismo, había desatado una represión contra los dirigentes de grupos de presión política, murieron dirigentes por legión, agredieron a todos; incluso, trataron de cerrar este diario “Noticias”, cual si viviéramos en siglos pasados.
Ese beligerante grupo político unió a todos en su contra. Entonces, la represión sin ton ni son contra el magisterio, aquel junio de 2006, ordenado por el entonces secretario general de Gobierno, el Chucky Franco Vargas con la venia del gobernador, sí desató las inconformidades y rencores de quienes estaban siendo golpeados por un gobierno autoritario.
Hoy todo es muy distinto. Lo que la gente opina es que todo mundo aplaudiría si someten a la ley y al orden a quienes impiden que Oaxaca pueda trabajar con algo de paz.
Está muy claro que los únicos que ganan en esas gestas de barbarie son quienes cobran como profesores y otros líderes mercenarios.
El grito magisterial de “ya cayó, ya cayó”, finalmente fue un ya cayó, pero el caudal de millones a las cuentas de los dirigentes, además de concesiones a los miles de profesores.
Enrique Rueda Pacheco sigue viviendo su exilio dorado en Canadá. La ciudadanía perdió sus negocios, ingresos, muchos quebraron y hasta emigraron; los niños pasaron de año sin haber tenido clases, pero la Sección 22 logró la mejor negociación de su historia a cambio de renunciar a su demanda central: la salida de Ulises Ruiz Ortiz, a saber:
“1.- Recursos por un monto superior a los 1 mil 600 millones de pesos, más el pago total de los días del paro que arrancó en la segunda quincena de mayo;
“2.- Se suma a ello que a más de medio millar de trabajadores, que por tres lustros habían cobrado bajo el régimen de honorarios, les tramitaron ahora su base.
“3.- Pidieron 6 mil horas académicas y les concedieron 4 mil horas más, para sumar 10 mil horas; les aprobaron 500 plazas nuevas; un incremento de 6 millones de pesos al fondo de préstamos personales, que ahora será de 17 mdp.
“4.- Les aumentaron 4 millones de pesos al fondo para vivienda y les dieron 100 por ciento a un centro sindical de estudios educativos (CEDES XXII), al tiempo que para el programa de “Casas del Maestro” recibieron un millón de pesos adicionales a otro que les habían comprometido en 2005. La autoridad estatal les aportó 155 millones de pesos para mejorar escuelas y nivelar los salarios.
“5.- En la primera semana de noviembre le entregaron 25 millones de pesos a la Sección 22 como reparación de daños materiales al edificio sede del Sindicato en el intento de desalojo del 14 de junio, entre muchos otros logros obtenidos.
“6.- Sobre todo, inició el proceso de rezonificación; es decir, recibirían salarios más altos destinados a zonas de vida cara, principal demanda al inicio del conflicto”. (Oaxaca 2006, autoritarismo mitos y daños. Crítica a gobierno y magisterio. Oaxaca. Editorial Siembra, nov. 2010).
Hoy, la amenaza de la Sección 22 de la CNTE de tratar de impedir la elección federal en pos de asegurar la viciada dinámica con que han obtenido esos grandes beneficios a cambio de destruir la educación de generaciones de oaxaqueños, llega a extremos insostenibles.
No tienen derecho a impedir que muchos vayamos a las urnas a anular nuestro voto en protesta contra la partidocracia mexicana que, entre tantos daños, ha propiciado el nacimiento y auge de este monstruo gremial que impide cualquier crecimiento de Oaxaca.
