EXPRESIONES
Sé que escribir un libro ya no es la gran cosa; hay tantos libros y tan pocos lectores que escribir uno es como una especie de terapia expiatoria que sólo purga la conciencia de quien lo escribe.
Sobre todo en las verdades políticas, de las cuales cada ciudadano tiene su propia idea y no se diga los miles de politiqueros y analistas que ejecutan astutamente la elucubración para sostener una imagen pública hueca.
Con la publicación de su libro “Gobernar Oaxaca”, el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz obtiene su desahogo, pero difícilmente podrá convencer de su forma de gobernar con el simple hecho de excusarse de los hechos del 2006, cuando la corrupción sexenal de su gobierno fue manifiesta y los avances de Oaxaca sólo quedaron en proyecto o mal terminados.
Que tuvo en contra el nulo apoyo federal porque el Presidente de la República era de otro partido, es cierto, pero eso no debió ser impedimento para que el orden y la legalidad distinguiera a su gobierno.
Hoy Gabino Cué está dejando constancia de su manera de “Gobernar Oaxaca” y durante cuatro años y medio no desarrolló literalmente NADA de importancia y nos endilga una deuda histórica de 18 mil 128 millones 555 mil 737 pesos, que hipoteca al Estado por los próximos 20 años.
Sin embargo, obtuvo el apoyo federal, siendo un gobernador contrario porque emergió a través de una alianza partidista que lo llevó al poder.
¿Sus buenas artes en la política lo llevaron a lograrlo?
Definitivamente no.
Las circunstancias políticas, sociales y económicas son diferentes y eso lo ha sacado del atolladero, pero eso no es una lección de buen gobierno, porque obras no hay, administración tampoco, claridad, transparencia, eficiencia, honestidad y desarrollo, sólo en el sector turístico. Tampoco en combate a la corrupción se ha avanzado.
Gobernar Oaxaca no es fácil, ni hay una fórmula para hacer un buen gobierno. Tenemos las mismas y peores carencias que en los años sesenta.
Si se trata de querer decirnos como Gobernar Oaxaca o explicar las peripecias de Gobernar Oaxaca, el escribir un libro no aporta más que resabios políticos, porque la realidad del Estado solo muestra estancamiento, explotación, corrupción, simulación, engaño, impunidad, ilegalidad e injusticia.
Gobernar Oaxaca ha representado todo eso desde 1970 a la fecha. Y eso está escrito claramente en la mente de los oaxaqueños.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, jueves 6 de agosto de 2015