Periodismo libre y comprometido

Search
Search
O A X A C A Clima de Hoy

Las verdaderas herencias

LIBROS DE AYER Y HOY

Dicen que un político que ha gobernado deja como mínimo una herencia para seis de sus generaciones. Es la única herencia auténtica que deja. Lo demás que le atribuyen no es sino resultado de una gestión que le fue pagada.

Los-Hermanos-Flores-Magón-15.08.15-bolGestión que en ocasiones suele ser deficiente, con precios inflados y no siempre adecuada a las necesidades vitales de una población.

Los neoporfiristas que esperaban una reacción aclamadora de su propuesta para traer los restos de don Porfirio centraron sus argumentos en “las grandes obras” que mandó hacer o impuso el dictador, en la vorágine de su inclinación por Francia.

Es su herencia, dijeron, haciendo caso omiso de una Revolución que se fraguó precisamente por la pobreza que generó ese dispendio.

Soslayan esos impulsores que muchas obras que se hicieron en las distintas épocas del siglo anterior, montadas en el modernismo, eran parte del desarrollo mundial o  colofón del industrialismo del siglo XIX que era necesario aplicar en México. No hacerlo era quedar rezagados.

Cuando se habla de vías del ferrocarril, de carreteras, de edificios suntuosos calcados de las influencias arquitectónicas de la época, etcétera, se les atribuyen a Díaz  y más tarde al priismo alemanista o a cualquier gobernante posterior como si hubieran hecho grandes aportes al país.

Las obras las construyen trabajadores mexicanos con nuestros recursos, ¿por qué tenemos que ver reflejado en placas el nombre de esos gobiernos?

Aunque con cierta demagogia, en la cultura puede haber algún aporte; hay que revisar  las ediciones que promovían los priistas en épocas  lejanas.

A propósito de don Porfirio, la edición sobre Ricardo Flores Magón (Epistolario y textos, Fondo de Cultura Económica 1964), la hizo la SEP –ahora tan menguada–, en aquel tiempo en manos de Jaime Torres Bodet, y hubo otra edición pública en 1984, a través de Biblioteca Joven, lo que viene a cuento ahora que desde Los Pinos se invoca la rebeldía de los jóvenes.

La obra reúne los más importantes apuntes del luchador social y revolucionario,  uno de los grandes críticos del Porfiriato, por no decir el principal, a quien se debe en buena parte el haber desnudado el régimen dictatorial a través de las páginas de El Demócrata, Regeneración, El Hijo del Ahuizote, El Nieto del Ahuizote,  entre varios.

Su espíritu contestatario y su rebeldía lo llevaron nueve veces a la cárcel, en la novena de las cuales fue asesinado por estrangulamiento en Leavenworth, prisión de Estados Unidos, en 1922. Curiosamente, un 20 de noviembre.

Leerlo es actualizar en los hechos que ahora vivimos, es ver en las palabras del viejo Porfirio lo que ahora nos recalcan y es reconocer en las palabras de Ricardo, las mismas argumentaciones que esgrime el periodismo crítico.

Ricardo-Flores-Magón-15.08.15-bolBueno sería que esos jóvenes a los que ahora se alude, conocieran los contenidos  magonistas y pudieran tener ante sus ojos obras y ejemplos como éstos. Las verdaderas herencias.

El historiador Manuel González Ramírez, prologuista y ordenador de los textos, hace un interesante panegírico de Flores Magón y sus luchas a la par que exhibe la decadencia del antiguo régimen.

El viejo priismo lo permitía, pero hoy, en el priismo que se asume joven, algunos de sus miembros proclaman en contrasentido la reinstalación de don Porfirio.

Han olvidado las últimas palabras de Flores Magón como epílogo de sus luchas: “He perdido todo, menos una cosa y esa cosa es mi honra de luchador; cuando muera, no habrá nadie que se atreva a estampar esta inscripción: aquí yace un cobarde y traidor a sus ideas”.

laislaquebrillaba@yahoo.com.mx

 

PRESSLIBRE 1000x300
agosto 2015
L M X J V S D
 12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31  
Scroll al inicio