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Reeducación y reorganización

Dicen los zapatistas de la comisión sexta,  que es necesario “reeducarnos y reorganizarnos” ante la tormenta que viene, que no basta el grito y la bravura y que es importante la organización y la reflexión para un proceso de largo plazo, que no se resuelve con las armas ni de un momento a otro. Dicen que necesitamos entender la realidad para poder transformarla.

el-costo-de-la-violencia-en-mexicoAunque habría que agregar que la tormenta ya está presente, en tanto vivimos tiempos turbulentos, de violencia y descomposición política; del predominio de la delincuencia y de la corrupción al interior de las grandes corporaciones como parte de una tendencia global; el caso de la empresa VW es tan solo una de sus muchas expresiones.

La tormenta se manifiesta en la militarización de las regiones y la represión  de quienes expresan su rechazo al sistema y sus malos gobiernos. La violencia ante quienes levantan la voz ante las desapariciones forzadas, los homicidios, los feminicidios, ante quienes exigen la presentación de los 43 estudiantes normalistas  y otros desaparecidos que se siguen multiplicando.

La violencia y la descomposición se manifiestan en diferentes lugares, en México y en sus regiones, en donde observamos los abusos de los poderes de facto que siguen la lógica de acumular y concentrar dinero, ante el sometimiento y la complacencia de los gobiernos subordinados, de los diferentes partidos políticos.

Como dice la convocatoria al II encuentro de pueblos, comunidades y organizaciones de Oaxaca, “nos encontramos en una situación de emergencia nacional, en una crisis profunda en los ámbitos social, económico y político”; y en el caso de la entidad, las 45 organizaciones convocantes refieren que “el gobernador Gabino Cué olvidó que su triunfo electoral en 2010 fue resultado, en buena medida, de la incansable actividad de miles de mujeres y hombres que a cinco años de su gobierno, miramos con desencanto que no hubo ni alternancia y mucho menos transformación política”.

Si el sentido de este recorrido que se ha emprendido por todo el país para discutir el pensamiento crítico ante la hidra capitalista, para que las voces de los zapatistas encuentren reflejos en diversas regiones, que diga algo para observarnos a nosotros mismos y nuestros entornos, entonces necesitamos más semilleros de ideas en Oaxaca para dar cabida al debate permanente, para cuestionar las verdades dadas, para no creer en las verdades históricas.

Es importante acudir al pensamiento crítico, no el pensamiento de los grandes tratados filosóficos, no de las grandes abstracciones, sino de la palabra de quienes, como los zapatistas, han emprendido otro camino; de quienes saben que las soluciones no van a llegar de arriba y por tanto, no puede uno quedarse a esperar.

Se ha dicho muchas veces que el mejor aprendizaje de la teoría se da a partir de la práctica y agregaría que si se trata de teoría crítica, debe provenir de la resistencia, de la práctica de la rebeldía, de la exigencia de la dignidad ante un sistema depredador, que se representa en la hidra, animal mítico de muchas cabezas que se regeneran al cortarlas.

De la palabra que se nutre de la práctica, de la palabra articulada en conciencia, de la palabra del centinela que nos advierte de los peligros presentes y futuros, porque “a quien trabaja con el pensamiento analítico le toca el turno de guardia en el puesto del vigía” “de hacer sonar el caracol”.

Y tenemos mucho que aprender de las luchas de las mujeres en contra de la hidra que no solo se concretiza en el capital depredador sino que muta y revive en las prácticas de quienes luchan en su afán de perpetuar viejos roles y antiguas prácticas; uno de los mejores ejemplos de esta lucha se observa en la genealogía de las mujeres zapatistas y la forma en que fueron perdiendo el miedo y saben que el cambio depende también de ellas.

Hay más que aprender de las luchas de los pueblos en contra de los despojos asociados a los megaproyectos, de minería, de grandes presas, de los parques eólicos que se apropian de las tierras de las comunidades en condiciones ventajosas, en contra de los cultivos transgénicos y por la defensa de las variedades nativas, como el maíz. En contra de las imposiciones del capital presentes en nuestras zonas rurales y en nuestras ciudades.

El despojo está presente en medio de gobiernos de alternancia y presuntas democratizaciones, y así podemos mencionar el actuar del gobierno de Oaxaca en su subordinación a los intereses de grupos de poder. El ejemplo más claro lo tenemos en la ciudad capital, en el proyecto del Centro de Convenciones que se está imponiendo en el Cerro del Fortín bajo la ilusa idea de crear empleos y reactivar la economía, y la simulación de una consulta.

Así, con muchas inquietudes y preguntas sobre nuestro entorno inmediato, de nuestro entorno local que también es global, llegamos a la presentación de este libro, un buen compendio pedagógico para la reeducación y la reorganización que proponen los zapatistas. Pero seguramente en Oaxaca, en sus valles, en sus sierras y en sus costas tenemos mucho material para construir más semilleros de ideas, para procurar más avistamientos y ampliar horizontes a partir del reconocimiento de las múltiples experiencias.

Intervención en la presentación del libro “El pensamiento crítico frente a la hidra capitalista”, IISUABJO, Oaxaca.
sociologouam@yahoo.com.mx

 

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