EXPRESIONES
Se ha iniciado el debate sobre la legalización de la marihuana, como droga, como enervante; y ha empezado a formar un torrente de opinión que indubitablemente la llevará a ser reglamentada.
La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha abierto la puerta para el análisis y la atención al dilema.
Esto ha generado opinión de expertos y otros no tanto, que han abierto puertas a la discusión sobre el tema y su enfoque social, económico y político.
¿Es conveniente el uso lúdico de la marihuana? ¿Debe utilizarse sólo con fines médicos? ¿Qué efectos puede tener exigirle a Estados Unidos una política más efectiva en su país al respecto?
Son muchas aristas y ya hemos visto las reacciones.
Por ejemplo, el uso recreativo de la marihuana ¿será sólo para promover el llamado “pachequismo mexicano” que sólo adopta un desfogue popular de clases de élite y de escoria juvenil? ¿Qué problemas de salud generará entre los jóvenes? ¿Su uso para fines médicos abrirá sólo espacio para pacientes o para generar una nueva forma de tráfico?
Y en el terreno político, una vez que el ex presidente de Colombia y titular de la Comisión Global de Política de Drogas, César Gaviria, expresó que el presidente Enrique Peña Nieto debería de aprovechar el foro de la ONU para “exigir a EU un giro a su política de drogas”…
¿Cómo Hacerlo? Luego de escuchar también la opinión de otro ex presidente, éste mexicano, Vicente Fox Quesada, que con su peculiar forma de hablar dijo: “No es así de fácil decirle a E.U. lo que debe hacer”, luego de que aporta 500 mdd en un programa específico para el combate al narcotráfico.
La situación, pues, no es sencilla de analizar ni de polemizar de una manera irresponsable.
Se habla del uso razonable de las drogas y ahí tienen los efectos del alcohol y del tabaco en toda la sociedad; ahora, se argumenta el uso lúdico (recreativo) de la marihuana, como si fuera el alcohol o el tabaco ¿para caer en lo mismo?
Efectivamente, lo más cuerdo sobre su consumo o producción es saber los límites del uso razonable de las drogas y de los enervantes, sin embargo, ese raciocinio tiene un requisito fundamental: RESPONSABILIDAD, un valor escaso en un mundo que actualmente ve su depredación sólo con lamentos y muy poco con acciones que redunden en la conservación de la especie y de nuestro entorno.
Nuestro mundo cada vez más es un caos generado por nuestra negligencia e irresponsabilidad.
Debiéramos empezar por ello antes de que el caso caiga en manos del Congreso, que como diría Fox: “¡Ay nanita!, con esos bueyes…”.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, lunes 9 de noviembre de 2015
