OAXACA, OAX., diciembre 6.- Ante la violencia creciente en distintas partes del mundo, el arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, manifestó que la humanidad camina directo a una verdadera catástrofe marcada por intereses egoístas, ambición y falta de valores.
El Jefe de la Iglesia Católica en Oaxaca anunció este domingo, durante la misa de medía, que el próximo 8 de diciembre, en Roma, el Papa Francisco abrirá la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro, inaugurando así el año del Jubileo de la Misericordia.
El Año Jubilar es un tiempo especial de gracia que la Iglesia propone a los fieles para fortalecer la fe, reconciliarse con Dios y con los demás.
Lo instituyó el Papa Bonifacio VIII en el año 1,300; y desde 1,475 se celebra cada 25 años como jubileo ordinario; desde entonces se han celebrado 24 jubileos ordinarios; el último en el año 2,000.
También se han celebrado jubileos extraordinarios convocados por el Papa en situaciones especiales; al presente se han celebrado cuatro jubileos extraordinarios, el último en 1983 con motivo del aniversario de la Redención, mientras que el Jubileo de la Misericordia será el quinto.
Por ello, el próximo domingo se abrirán simbólicamente las puertas de la Catedral Metropolitana, la Basílica de Nuestra Señora de la Soledad, Santuario de la Inmaculada de Juquila, así como los templos sedes parroquiales de Sola de Vega, Miahuatlán, Ocotlán, Zimatlán, Tlacolula, San Pedro y San Pablo Etla, Cuicatlán, Nochixtlán, Tlaxiaco, Ixtlán y San Francisco Cajonos para abrirse a la indulgencia plenaria y, gracias del Jubileo, en “un rito que nos lleva a rescatar la originalidad de ser cristianos”, informó Chávez Botello.
Y es que cada asesinato, así como los sucesos que han pasado en México, Paris, Egipto y Estados Unidos “es un grito general” y un “llamado fuerte a revisarnos”, tanto las familias, como la sociedad y las instancias de educación, “porque precisamente quien cae en estos males tan dolorosos y radicales es señal de que no han sido educados para convivir como hermanos y muchos otros necesitan recorrer el aprendizaje del perdón”, manifestó el Prelado.
Igualmente, afirmó que se ha perdido el rumbo en muchas cosas; sin embargo, llamó a no seguir gastando energías en quejarnos y en condenar “ante un mal tan grave, ya que la justicia no se restaura simplemente con detener a maleantes; también hay que dar pasos a la justicia y la justicia es curarlos y reintegrarlos”, señaló.
Al final, llamó a las y los oaxaqueños a arriesgarse a perdonar y esforzarse para ponerse en el lugar del otro, pues “aunque el perdón no es simplemente borrón y cuenta nueva”, sí es un comienzo para decidir hacer el bien y no el mal, puntualizó el arzobispo Chávez Botello.