LIBROS DE AYER Y HOY
¿Le habrá dado a Pedro un ataque de nervios cuando llevado por las carne trémula y la mala educación se entregó a los paraísos fiscales? Ahora habla de los abrazos rotos con aquellas cuentas que lo ataron como amantes pasajeros, y de los cuales no quiere hablar. El Almodóvar ocurrente y creativo, es de los pocos que con toda tranquilidad se refiere a las inversiones de él y de su hermano Agustín, que lo llevaron a muchas cosas, incluso a contar todo sobre su madre.
El escándalo de los Papeles de Panamá, que ha estremecido a decenas de países y que ha llevado a la renuncia del primer ministro de Islandia, alcanzan al famoso cineasta ganador de dos premios Óscar en el que cunde el deseo de volver a aquella piel que habitaba antes de esta mala acción y desear nunca más hablar de ella. Entre tinieblas, en medio de un laberinto de pasión, Pedro se pregunta: ¿qué he hecho yo para merecer esto? Esa es la flor de su secreto.
Parece una broma lo que hemos escrito sobre el famoso director de cine español, pero no lo es si se piensa en los países sin ética que viven de robarle a otros parte de su patrimonio, que especuladores, ladrones y lavadores de dinero sustraen de sus patrias. Desde décadas atrás y periódicamente, el tema se enraiza en libros, películas y temas periodísticos; simplemente Prensa Latina la agencia cubana publicó hace unos días un buen análisis sobre esa situación, antes de que estallara el escándalo.
En la opinión pública quedaba claro y había señalamientos constantes, sobre quienes podían estar usando ese mecanismo, protegidos por sus propios gobiernos que es evidente que lo sabían. Aquí el SAT se deslinda por ejemplo de lo que hacen los saqueadores, cuando en la actitud de éstos está implícito un robo a las finanzas públicas y desde luego al propio pueblo.
Hay casos muy insistentes desde tiempo atrás, como es el del jugador Leonel Messi, que ha estado envuelto con su depredadora familia en escándalos constantes por esa situación y ahora muy digno anuncia que demandará a los que lo están “difamando”. La flor de mi secreto (Plaza & Janés editores 1996) no es una obra de Pedro Almodóvar (es de Dorothy Parker), pero él hizo el guión y dirigió la película en 1995.
Como documento podría quedar inscrito dentro de los 11.5 millones de papeles que fueron exhibidos como parte del “trabajo” de más de 40 años de los abogados panameños de Mossack Fonseca para cubrirles las espaldas a 214 mil 488 empresas fantasmas creadas para depredar. Como quedarían quizá aquellos Papeles de Aspern de Henry James, tan truculentos como éstos.
En el guión y película de Almodóvar, una mujer que escribe novelas románticas y que oculta su nombre como secreto obviamente, en el seudónimo de Amanda Gris, es robada, sometida a chantaje y explotada por un amante casual que descubre el secreto y hasta por el hijo de su sirvienta que le roba una obra, la registra como propia y se hace rico.
Todo en el tono de la falacia, la simulación y el robo, como está pasando en este tema de los Papeles de Panamá exhibidos por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación, en Alemania. La película no tuvo el gran impacto de la que lo lanzó a la fama Mujeres al borde de un ataque de nervios, ni las posteriores de gran alcance como Carne trémula, Matador, Átame, Tacones lejanos y Todo sobre mi madre.
Yo recuerdo haber buscado una entrevista con él en 1993 cuando filmaba Kika. Fui a su empresa El deseo, en Madrid y no pudo dármela porque estaba agobiado de trabajo, pero salía periódicamente de su oficina a saludarme y me entregó un libro enorme -¡en francés!-, sobre las críticas a Mujeres al borde… y un cartel sobre sus famosos Tacones lejanos, que tengo enmarcado en mi casa.
Ahora en busca de estabilizar sus ánimos, quiere que esta historia solo se escuche como esos tacones lejanos y vuelva todo a estar bien. Es la flor de un secreto que ya es público.
laislaquebrillaba@yahoo.com.mx