LIBROS DE AYER Y HOY
En tiempos de serpientes, los ofidios suelen cantar. Es aterrador contemplar como el duro huevo que protege al animal rastrero se abre para dar paso a la criatura. Lo estamos viendo a muchos niveles.
En El canto de la serpiente la escritora española radicada en Hidalgo Marisa D’Santos hace un juego metafórico con la serpiente anidada en la etapa del franquismo y la presencia individual del ofidio a través de una maldición.
Las etapas que signaron a los pueblos- y que se estampan como una marca y tardan mucho en salir, el ejemplo es España-, trascienden al creador y aparecen en sus obras como una advertencia permanente.
La novela de Marisa D’Santos (Sediento Ediciones 2013 ) hace presente los impactos de la dictadura en la conducta de los españoles, en el desaliento que se esconde en seres que participaron en ambos bandos, republicanos y franquistas y en la gran masa convulsa que solo “estaba ahí”.
La serpiente se instaló por varias décadas y ha dejado huevos. En México algunas especies se remueven en sus cáscaras y otras ya caminan muy campantes en varias zonas.
Es de peligro que se manifiesten, incluso en partidos y en declaraciones de ciertos funcionarios. Los hijos de los curas siempre se prestan a muchas interpretaciones por el enfrentamiento de la conciencia con la pasión.
La protagonista de El canto de la serpiente, Regina, es hija del cura local de Hinojosa del Río y de una destemplada muchacha que se dejó seducir.
Corría 1958, pero resabios de la Inquisición heredados por el pueblo, ponían en peligro la vida del sacerdote.
El se deslindó del asunto. La mujer seducida muere en un ataque aéreo de los nacionalistas y una mujer agitanada de costumbres elásticas se queda con la niña.
A partir de ahí, con el crecimiento de Regina, se agitan las concepciones religiosas, los recuerdos de la guerra que avasalló el dictador, los oscurantismos de las costumbres, las conductas que resaltan las nuevas clases sociales de un sector empresarial, turístico y negociador en un entorno que vive de la explotación del carbón.
Un ritmo llevado con mucha eficacia. Sobre todo porque no es exactamente una novela política, pero está bañada de los sucesos que envolvieron -y envuelven-, a ese país.
Celosa de Regina que se ha convertido en una bella muchacha, la mujer que la crió la maldice el día de su boda. Serpientes anidarán en su pecho.
Y así, el ser reptante se va apoderando de la intriga, en la mente de la joven, casada con un portugués.
La escritora sigue jugando hasta el final con los reptiles de la realidad de un gobierno que persigue y mata opositores y en las lucubraciones que pueblan la vida de la protagonista.
Sin embargo alienta un doble sentido: las dos niñas que nacen al final, una de Regina y otra de Carmela la nodriza, ¿son una prolongación de lo maldito o una esperanza para el individuo y para el país? D’Santos quien estará presente en la XX1X Feria Universitaria del Libro que se realizará en Pachuca Hidalgo del 26 de agosto al 4 de septiembre, llegó a México en los años ochenta y aunque su labor literaria la ha realizado en México, su ficción y sus recuerdos se extienden hasta España.
De ahí surgen entre otras obras, La mujer flagelada y otros desenfrenos y el libro comentado ahora, que tiene sus raíces en recuerdos acendrados en lo más cruel de la etapa franquista.
laislaquebrillaba@yahoo.com.mx