CRÓNICAS DE LA ÍNSULA
Quien conoce la dinámica con que se realizan los informes de 100 días de gobierno, los informes anuales de gobierno, o alguna de estos informes oficiales puede dar cuenta de la serie de arreglos, aumentos y disminuciones que los nutren. Aumentos de los supuestos logros, disminuciones de las fallas, pendientes y sobre todo de la deuda pública.
Aunque pocas veces en la historia de Oaxaca informar sobre la deuda pública ha sido tan difícil como con este gobierno que por fin concluye, el gobierno del “cambio”. No sólo porque a todas luces tratan de ofrecer una cantidad menor, sino que han complicado entender lo que es realmente la deuda.
El gobierno de Gabino Cué Monteagudo anunció que el monto total de la deuda que deja es de 12 mil millones de pesos. No se desglosa a qué corresponde dicha deuda, aunque se deja ver que sólo alude a los empréstitos recibidos directamente, sin mencionar otros que también son deuda pública.
Por ejemplo, los más de 7 mil millones que ese mismo gobierno ha aceptado debe el Instituto de Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), como declaró el año pasado el Secretario de Finanzas Enrique Arnaud Viñas http://old.nvinoticias.com/oaxaca/general/protestas/267944-admite-ieepo-pasivos-4-mil-150-millones. 7 mil 400 millones dijo era la deuda, al corregir al Coordinador de Servicios Financieros Nemesio Ibáñez, quien había dicho que la deuda del IEEPO ascendía sólo a 4 mil 150 millones de pesos.
A reserva de obtener la información oficial, los cálculos conservadores en cuanto a la deuda a proveedores son de 3 mil millones de pesos. Deben a proveedores de medicinas del sector Salud; de uniformes; deben a pequeñas empresas y medianas. La diputada Martha Escamilla ha sostenido que el gobierno adeuda a proveedores mil millones de pesos. Lo cierto es que la deuda es más grande. Y que miles de Oaxaqueños están en la ruina.
Asimismo, hay otro adeudo fuerte, de lo que se quejan los Ayuntamientos que no han recibido en lo que va del año esos recursos llamados Ajuste Cuatrimestral, que son los que restan de entregarse cada mes en las partidas de los municipios. Aquí el monto puede ascender a 5 mil millones de pesos.
Sería de unos 27 mil 400 millones de pesos la deuda real, sin contar los 2 mil 500 millones más que está pidiendo el ejecutivo le sea autorizado por el Congreso de Oaxaca. Seguramente, los diputados autorizaran, previo “pago por evento”, este último flagelo sexenal (ojalá sea el último) con lo cual la suma llegaría a los 30 mil millones de pesos. Absurdamente colosal. Además de los “piquitos” que quedan por ahí: el dinero de las becas a 22 mil estudiantes de educación superior para Transporte y Manutención; se deben salarios a profesores de la UPN; el ahorro de los policías, etc.
En Oaxaca de Juárez
En este año 2016 el presupuesto del municipio de Oaxaca fue de 1 mil 240 millones de pesos; como todo mundo sabe la proporción mayor de estos recursos proviene de la federación; más del 80 por ciento, apenas el 18 por ciento son de ingresos propios.
Estos es, más de 1 mil millones de pesos vienen de fuera y 200 millones los que se obtienen con los contribuyentes locales. Sólo esos 200 millones de pesos son los que se pueden recaudar aquí, no más. Sin embargo, como otros años, en éste que transcurre por la violencia suscitada en el Centro Histórico de la ciudad muchos comerciantes de esa zona no pudieron pagar sus impuestos.
Por esta dinámica, en la que el ayuntamiento responsabiliza al magisterio, dice que se han dejado de recaudar 500 millones, casi la mitad de los recursos que envía la federación, imposible. De acuerdo a estimaciones profesionales, este año se ha dejado de recaudar un 20 por ciento de esos ingresos propios, esto es 50 millones de pesos. Sería bueno que estas cantidades pudieran también consultarse en línea http://www.revistaenmarcha.com.mx/municipios/2008-2016-09-24-02-56-41.html.
Así, deberíamos esperar que las obras y servicios públicos fueran atendidos de manera eficiente y y, sobre todo, que la deuda pública municipal sea menor que la dejada por el troglodita Luis Ugartechea Buegué, el presidente municipal anterior. Por cierto, no obstante comprobarse sus malos manejos sigue impune, a pesar de las promesas de hacer justicia.
S 22, su guerra inicua contra todos
Pero la deuda más grande sigue siendo la del magisterio de la Sección 22, porque si los políticos se roban el dinero, ellos se roban la esperanza y el futuro de millones de oaxaqueños que sin educación, sin habilidades, sin destrezas están condenados a perpetuar su pobreza.
Estudiosos opinan que a pesar de que la mayoría de estos maestros no faltaran a las aulas, por su mala formación en las deficientes Normales, sus rezagos, falta de evaluación y por ende sin posibilidades de cubrir sus deficiencias, de todos modos ya en poco ayudarían a su alumnado para tener una educación de calidad que verdaderamente les fuera útil.
No hace falta una sofisticada evaluación para concluir el grado de incultura y primitivismo de este magisterio improvisado. La agresión absurda por innecesaria que ejercieron sobre la compañera reportera Citlali Granados, a quienes retuvieron y obligaron a borrar las fotografías de su cámara, los exhibe plenamente.
Además de exigir justicia y garantías, los periodistas, editores, directores de los medios deberían analizar si no es algo así como mandar a cubrir acciones de guerra, como son en buena parte los actos violentos y delictivos de la Sección 22. Porque así son sus “formas de protestar”, transgrediendo la ley y lastimando a ciudadanos, es que quieren una prensa sometida a su violencia. ¿Harán falta reporteros de guerra?
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