CRÓNICAS DE LA ÍNSULA
La falta de capacidades en administración pública es uno de los peores resultados de la mala calidad educativa que nos golpea a diario en Oaxaca. Digamos que si nuestros funcionarios a pesar de ser ambiciosos por el erario, como lo han mostrado, supieran algo de planificación no estaríamos tan mal.
El sistema educativo del estado es un caos, desde la educación inicial, pasando por la básica, hasta la educación superior, oficiales y de colegios privados (“patito”). Esta mala educación superior explica en mucho la deficiente conducción política y administrativa de Oaxaca. Aunque actualmente una legión del Estado de México llegó a aportar su entusiasta colaboración a esta deficiencia.
Hay escuelas de administración en la Instituto Tecnológico de Oaxaca y en la UABJO, pero no atienden el área de la administración pública, y tanto una como otra han sido más que mediocres. El ITO no se escucha ni para bien ni para mal, sólo sirve para pagar una nómina millonaria de formadores de licenciados para el subempleo. Muchos de ellos son quienes atienden los mostradores de Telcel, por ejemplo. Para eso sirve el ITO. De las “patito” luego hablamos.
UABJO, situación dramática
Pero en la Universidad Autónoma Benito Juárez Oaxaca, las cosas están peor, están dramáticas, ahí la mayoría de los profesores ganan 40 pesos por hora de clase. Ni para que lleguen aprisa en un taxi, dicen ellos mismos, lo que cuesta al menos 50 pesos por servicio.
El desmantelamiento de la UABJO fue una táctica política de Abraham Martínez Alavés desde la iniciación de su hegemonía con la creación del Sindicato Universitario de Maestros (SUMA), correr a los profesores capaces y críticos para meter a sus incapaces y subordinados (“porros”). Esto, de acuerdo a análisis de ex profesores eméritos (que también fueron corridos), para tener el poder de la institución aun al costo de llevarla al peor deterioro de su historia.
Hoy el control de ese sindicato, que es el mayoritario, ya está casi por completo delegado en el hijo de Abraham, Eduardo Martínez Helmes, ex rector quien hace unas semanas se afiliara al partido Morena, quizá uno de los próximos candidatos al Congreso federal, desde una de las facciones de Morena, novel partido pero ya dividido en Oaxaca en unas cuatro facciones:
Ya son seis sindicatos
Son ya seis los sindicatos de la UABJO que se la disputan cual botín. El segundo en importancia es el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad (STEUABJO) que dirige Fernando David López Cruz, quien ha sostenido vínculos con dirigentes del PRD.
El que tenía la titularidad del contrato colectivo de trabajo de los académicos es el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Oaxaca (STAUO), mismo que ha sido convenientemente dividido en tres facciones. Su facción ligada al PRI-Gobierno de Alejandro Avilés, es la de Leticia Mendoza Toro; la de Taurino Amilcar Sosa sostuvo intereses con el gobierno de Gabino Cué, asociado al diputado del PRD y ex rector de la UABJO, Francisco Martínez Neri.
Hay otros tres pequeños sindicatos, el de Empleados de Confianza de la UABJO (SECUABJO) y el Independiente de Trabajadores de la UABJO (SITUABJO). Por si hiciera falta, en marzo de este año se creó el sexto sindicato, el Sindicato Universitario de Académicos (SUA).
En este abril será el último emplazamiento a huelga a la UABJO. Una tercera parte del año dedicada la administración universitaria más a sortear conflictos que a atender lo académico. Así es casi imposible mejorar la formación de los cuadros que necesita la entidad en los ámbitos de su vida económica y política.
Pero si eso es mucho, vienen cosas más fuertes con el proceso electoral 2018, donde los grupos sindicales-facciosos aliados a tres grandes partidos políticos, Morena, PRI y PRD, representados por los mencionados dirigentes, tendrán como feroz campo de batalla a la UABJO.
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