CRÓNICAS DE LA ÍNSULA
Las poses actuales de los diputados locales de la 63 legislatura de Oaxaca de todos los partidos políticos, por hacer cualquier cantidad de leyes son inefables. Hacen apresuradas y fallidas propuestas de proyectos de ley para la protección de los periodistas.
Leyes que no servirán pues en principio es un área de atención federal, al estar establecido que son delitos así tipificados. Y tampoco servirán porque las leyes no se aplican; por bien hechas que estuvieran lo que predomina es la impunidad.
En Oaxaca ningún caso de agresión a periodistas ha sido resuelto y nadie está tras las rejas, con excepción del asesino material del compañero periodista de la Costa de Oaxaca Carlos Hernández Bautista, pero de los asesinos intelectuales nada.
No hacen falta leyes, sino abatir la impunidad
No hacen falta más leyes, las necesarias ya están en las Constituciones, lo que hace falta es que se cumplan, lo que se necesita es que las instancias de aplicación de las mismas hagan bien su trabajo, abatir la impunidad.
Si los muy cuestionados diputados de verdad tuvieran la voluntad de proteger el trabajo de los comunicadores, no duplicarían legislaciones, sino aumentarían el presupuesto de la Fiscalía General del Estado.
Lo que esos diputados deben hacer es incrementar los recursos para que la Fiscalía tenga con qué hacer su trabajo, pero han hecho exactamente lo contrario, han disminuido de manera sostenida la cantidad de dinero para la operación de investigaciones, faltan gasolina, materiales, personal capacitado, todo lo que una institución necesita para funcionar.
Congreso con más recursos que la Fiscalía
La Fiscalía de Oaxaca ha contado con menos recursos que el Congreso local, 615 millones de pesos contra más de 600 o 700 millones que ha ejercido este último, lo que recién declaró el auditor superior del estado, Carlos Altamirano. Y la estructura y espectro de trabajo de la fiscalía es mucho más amplia. Es clara la prioridad de nuestros ínclitos diputados y diputadas: proveerse esos 42 improductivos personajes y dejar al garete lo esencial de la sociedad.
Son 60 los casos de agresiones a periodistas en Oaxaca, 10 de asesinatos, además de los casos que se siguen dando, por lo menos otros tres en los últimos días. ¿Con qué recursos se hará una protección efectiva de periodistas? Así, sin dinero, la Fiscalía o Unidad Especializada de Protección a Periodistas sería una pequeña oficina con una computadora vieja y dos empleados mal pagados.
Urge proveer también a otros órganos como a Seguridad Pública y los demás vinculados a la aplicación de justicia. No hay en Oaxaca los recursos necesarios para afrontar ese cúmulo de responsabilidades, “nosotros no tenemos ni hojas, la situación económica de la Fiscalía de Oaxaca es muy delicada”, dijo el Fiscal Rubén Vasconcelos Méndez a los miembros de la Asociación de Periodistas de Oaxaca A.C. (APO) reunidos con él en sesión de trabajo.
Desplantes demagógicos de legisladores
Comentó el fiscal que su institución tiene 100 millones de pesos menos que el año pasado y 200 millones menos que hace tres años. Hacen falta recursos para trabajar localmente, pues si bien los delitos contra periodistas son atraídos por la federación, la labor de prevención y protección corren a cargo del gobierno local.
Es preciso que la procuración de justicia sea una prioridad en el estado, para el ejecutivo y para el legislativo que establecen los presupuestos anuales, pues si reducen el presupuesto de la institución quiere decir que la justicia no es una prioridad en Oaxaca.
No hace falta “relegislar”, hace falta que haya recursos con que proteger no sólo a los periodistas sino a la población entera. Eso es lo que deben entender y atender los diputados de todos los partidos en Oaxaca, no querer engañarnos con imposturas y demagogia de temporada electoral.
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