CRÓNICAS DE LA ÍNSULA

Dura fue la semana que concluye para el porvenir de la mayoría, sobre todo en Oaxaca donde la cuestión educativa es cada vez más deprimente. Si es cierto es que el actual gobierno federal no privilegia el asunto educativo, también es cierto que muy pocos le dan importancia. Ni gobierno ni ciudadanos tienen interés en mejorar la educación.

Apenas se instalaron los Comités de Padres de Familia en las escuelas de Oaxaca, y de nuevo pudimos ver que se hicieron sin cumplir con la norma respectiva. Nunca hay quorum, tienen que formarse con los pocos padres de familia que acuden. En estricto sentido son ilegales, aunque se haga la formalidad de llamar a una segunda asamblea el mismo día minutos más tarde.

Escuela para padres

Hace años, una empresa vino a Oaxaca a dar un Curso Para Padres, se promocionó largamente, pasacalles y spot, anuncios por todos lados. El costo era mínimo, y en la capital del estado apenas hubo unos 30 asistentes. Fue un fracaso en términos de asistencia, no en cuanto a calidad de la información. Lo inolvidable es que uno de los instructores expresó lapidario: “Ahora entiendo porqué está tan mal la educación en Oaxaca, ni a los padres de los niños les interesa”. Alguien opinó como pidiendo consideración: “Comprenda somos producto escolar de la Sección 22”. Es decir, estamos tocados, dañados.

Quizá por ese desinterés en un asunto de la mayor trascendencia como es la educación es que ni siquiera los cientos de aulas de las escuelas de Oaxaca, dañadas por los sismos de hace dos años, han sido rehabilitadas o reconstruidas. Lo más importante de cualquier sociedad, la educación de sus nuevas generaciones, en el olvido.

Las autoridades municipales quizá por su tradicional subordinación a la autoridad estatal y federal, la mayoría guarda silencio, temerosa, no les vayan a enviar una auditoría o les retiren el trato. Por eso llamó la atención que el Ayuntamiento del Mixe Bajo, San Juan Guichicovi, de la zona norte del Istmo, arribara a la ciudad de Oaxaca para protestar ruidosamente junto con padres de escolares de ese municipio por el olvido en la reconstrucción de sus escuelas.

Guichicovi exige a IOCIFED

La atención que esa autoridad municipal ha dado a ese asunto ha contrariado quizá a las autoridades estatales del Instituto Oaxaqueño Constructor de Infraestructura Física Educativa (IOCIFED). De manera que esa dependencia decidió ignorar a la autoridad municipal, después de haber sostenido reuniones de trabajo que más bien fueron para dar largas a les exigencias. Al ver que no quitaban el dedo del renglón decidieron de plano dejar plantada a la autoridad municipal a principios de este mes.

El estilo del otro maestro del atraso, Annuar Maffud, de redactar minuta tras minuta de trabajo, con compromisos que nunca cumple, se dio también en Guichicovi, hasta que decidieron acudir a protestar hasta la capital. Pues, declaró el presidente municipal de esa Villa, Raynel Ramírez Mijangos, hay escuelas que sólo les construyeron los cimientos. En algunas agencias como “El Zacatal los propios padres de familia rentan una casa para que sus hijos puedan recibir educación”. Regresaron a su pueblo con el compromiso de que el próximo mes serán atendidos.

Desde noviembre del año del sismo el gobernador se reunió con 41 autoridades de municipios afectados, donde anunció que con una inversión de 300 millones de pesos se atendería 196 planteles dañados. Los trabajos serían en tres etapas, la primera inició el 5 de diciembre. No se especificó el tiempo que duraría cada etapa, por ello todo este retraso puede ser sólo un mal entendido.

Si más ciudadanos, si más municipios protestaran, exigieran al gobierno, seguramente habría mayor atención. Pero si ni en esto tan a la vista de las escuelas derruidas hay la justa inconformidad, menos en cuanto a la calidad de los procesos educativos. El retroceso en las nuevas leyes recién aprobadas en la Cámara de diputados federal, uno de los más duros reveses de nuestra historia reciente, menos recibirá la inconformidad de los millones de afectados, condenados a la misma educación deficiente de antes. Y aquí el gobierno debería ir un paso adelante de la ciudadanía para avanzar en mejorar la educación. El mensaje es duro.

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