Periodistas Unidos
La intimidación contra Azucena Uresti, y otros compañeros de: El Universal, Televisa y el Grupo Multimedios, que profirió el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), a través de un individuo, a nombre de Nemesio Oseguera Cervantes, conocido popularmente, como El Mencho , no es sólo contra ellos. Más bien es contra todos los que llevamos a cabo la labor periodística, a pesar que esos criminales lo intenten negar.
Es el momento que todos los ocupados a las tareas periodísticas, en los diversos órdenes, cerremos filas, dejando de lado nuestras animadversiones políticas e ideológicas y defender no únicamente a Uresti y otros compañeros, sino la libertad para publicar y editar sin censuras ni taxativas, sino con amplitud total.
No se trata de discutir con un sujeto que tiene amenazado a muchos y ha transgredido la ley flagrantemente, si cobra o no cuotas, extorsiona o secuestra. Esos serían asuntos menores. Lo que hemos visto es su capacidad para atacar a las autoridades diversas e incluso someterlas a su arbitrio. Lo que raya en lo grotesco.
No olvidemos que dicho Cártel ha derribado helicópteros del gobierno, realizó el ataque contra el jefe de la policía de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, y ha desfilado con tanquetas y armamento que únicamente debe estar en manos de las fuerzas armadas nacionales, como recientemente lo hizo en Aguililla, Michoacán.
Dijo el sujeto que habló a nombre del grupo mafioso: “Yo, representante del CJNG, me dirijo directamente a Noticias Milenio, no estoy contra la libertad de expresión (sic mayúsculo), pero sí de quien me tira a mi directamente. No acarren ustedes con problemas que no les corresponden porque nunca le he pegado a un noticiero porque nunca me han pegado a mí directamente” (El País, 9 de agosto). Megalomanía total.
O sea, el grupo armado que ha causado dolor, rabia, llanto y desesperación en miles de familias mexicanas quiere impunidad absoluta para hacer lo que le plazca, y que los informadores no tengan la menor posibilidad de señalar los destrozos que ha causado en nuestro país y en muchos otros esos delincuentes.
El periodismo perdería su esencia al no señalar los problemas, denunciar a los culpables, desnudar a quienes son los causantes de tragedias en miles de compatriotas, especialmente estos mafiosos que se sienten intocables debido a su armamento y potencia de fuego. Pero no. En muchos lugares: Italia, Colombia, El Salvador y demás naciones los profesionales dignos han puesto al descubierto lo que incluso varias autoridades- hay que decirlo en esta hora de gran descrédito del poder judicial- no han investigado y castigado.
El multicitado Cártel de Jalisco acusa a Juan Farías Álvarez, alias El Abuelo, líder del Cártel de Tepalcatepec, Hipólito Mora y al grupo criminal: Los Viagras de ser secuestradores, de cobrar cuotas y ser narcotraficantes disfrazados de autodefensas cuando en realidad son narcos y entregan dinero a distintos medios de comunicación.
Esto, desde luego, es algo que debe investigarse y, en dado caso, llevarse ante la ley a quien haya realizado ilícitos en cualquier lugar y forma, pero resulta francamente detestable que aquellos grupos conocidos por su soberbia, ataques a todo tipo de mexicanos y su falta de ética nos quieran decir ahora a quienes respetar y a cuáles no.
Justamente cuando ocurre este acontecimiento que ha cimbrado a todo el gremio periodístico, en el cual han sumado voces tan disímbolas como las de Julio Hernández López, conocido como Julio Astillero, y Carlos Loret de Mola, los cuales tuvieron recientemente una discusión muy honda, se presentan estas amenazas que debemos parar todos los informadores y reporteros, sumándonos sin marcas porque se erradique ¡ya! la enorme violencia en nuestro país.
En años pasados, 1988, la Unión de Periodistas Democráticos (UPD), realizó una marcha de la estatua de Francisco Zarco a Gobernación para exigir la aclaración del asesinato de Manuel Buendía. Después, en agosto de 2010, Las Periodistas de a Pie, llevaron a cabo otra manifestación de El Ángel de la Independencia al Palacio de Covián, a donde concurrieron dos mil personas. Es hora que todos los medios y periodistas hagamos un acto de unidad en defensa de nuestros compañeros amenazados y en favor de la libertad de prensa.
Por cierto, la secretaría de la Defensa pudo desmantelar un campo de entrenamiento de la CJNG en Jilotitlán de los Dolores, Jalisco, cerca de Tepalcatepec, Michoacán (La Silla Rota, 9 de agosto).
Leopoldo Maldonado, de Artículo 19, llamó a que el gobierno ahora sí tome cartas en el asunto y vaya a fondo contra esa mafia.
En tanto Jesús Ramírez, vocero de AMLO, dijo que el Gobierno de México tomará las medidas pertinentes para proteger a los periodistas amenazados y que las libertades democráticas están garantizadas junto con el derecho a la información para los ciudadanos.
Insistimos, es la hora de unirnos por la defensa de todos y combatir en serio a la delincuencia, cada uno en su campo de acción.
Jorge Meléndez Preciado
Periodista de hueso colorado y Director de Periodistas Unidos. Estudió Economía en la UNAM y realizó estudios en la Universidad Patricio Lumumba de Moscú (1969-70). Militó en el Partido Comunista Mexicano (1972-81) y fue diputado federal suplente de Gilberto Rincón Gallardo en 1977. Cuando desapareció el PCM decidió ya no militar en otros partidos. En 1975 impulsó la Unión de Periodistas Democráticos (UPD).
Colaborador desde el 29 de junio de 2021.