+ Con 74 años de edad y ante su posible imputación en el asesinato del magistrado Enrique Pacheco Martínez, el ex subprocurador Enrique Toro Ferrer escribe una misiva desde la cárcel. Aquí lo que dice y un poco de su oscuro pasado.
Oaxaca de Juárez, Oax. 22 de septiembre de 2021.- Hace dos días el Excélsior publicó en la página 18 de su versión impresa, una carta supuestamente firmada por el magistrado Enrique Pacheco Martínez con fecha del mismo día en que lo asesinaron, en donde acusa al ex subprocurador de Oaxaca, Enrique Toro Ferrer, de ser uno de los autores de amenazas de muerte en su contra.
Por su parte Toro Ferrer, quien se encuentra en prisión preventiva desde el pasado 1° de mayo en el Cereso de la Villa Etla por tres delitos de despojo agravado (uno de ellos en perjuicio del caricaturista José Antonio López Bolaños), emitió una misiva que hoy fue dada a conocer por sus abogados, junto con algunos otros documentos y fotografías.
Luis Enrique Vargas Toro, José Antonio Moreno Toro y Ulises Narváez (los dos primeros sobrinos y también abogados del ex subprocurador), argumentaron que la carta publicada por el periódico Excélsior es de “procedencia dudosa” y que incluso la viuda del magistrado, Ammy Navarrete Arreola, dijo que para ella ese documento es “absolutamente ajeno”.
También aseguran que dicha publicación periodística no constituye una “prueba” jurídicamente hablando ni tampoco una denuncia en contra de su tío, ya que la Fiscalía no les ha enviado ninguna notificación al respecto. Pero “con el objetivo prioritario de puntualizar y precisar diversas circunstancias, con respecto a la situación jurídica de su tío”, decidieron realizar una conferencia de prensa antes de tener un acercamiento con el periódico Excélsior.
La misiva escrita por Toro Ferrer desde la cárcel, señala que la relación que tuvo con el magistrado Pacheco Martínez, fue siempre de “respeto y cordialidad” y que nunca existió una enemistad entre ambos. También asegura que nunca tuvieron una relación de negocios ni recibió dinero de su parte, que tampoco ha hablado con el ex suegro del magistrado (Aurelio Torres) y que no conoce a su primera esposa, Mayra Erika Torres Vázquez.
Por otro lado (apoyándose con fotografías y certificado de bautismo), en su carta relata que Regina, la hija del magistrado y su esposa Ammy Navarrete, le pidió en agosto de 2019 que fuera su padrino y él aceptó, convirtiéndose así en compadre de Pacheco Martínez, a quien en su escrito refrendó el compromiso que adquirió al volverse padrino de su hija, llamándolo “hermano”, porque según así se decían.
“Su muerte me llena de pesar, porque no hay persona que merezca esta grave situación. Quien lo haya hecho merece el castigo correspondiente y espero firmemente se realice una investigación objetiva y se castigue a los culpables de su muerte”.
De acuerdo a los sobrinos del ex subprocurador, ellos desconocen quién pueda ser el culpable del asesinato del magistrado y pidieron a las personas que lo supieran, acudir a las autoridades y denunciarlo. Y con respecto a la pregunta de “¿Por qué acusar a su tío”, Luis Enrique dijo que es lo que él quisiera saber, pues su tío no tiene interés de privar a “ninguna persona de la vida y mucho menos a su amigo y compadre”.
También aseguró que los tres delitos imputados a su tío son inexistentes (en su concepto como abogados) y que no tiene ninguna sentencia, pero está en “prisión preventiva justificada” porque de acuerdo a los jueces, existen diversas razones que pueden considerar válidas, lo cual ellos ven como una total injusticia y vulneración a sus derechos humanos.
Argumentaron que su tío, al tener 74 años de edad (pues nació el 22 de mayo de 1947), tiene derecho de permanecer y transitar los tres procesos penales en su domicilio. Así que esperan lograr su liberación bajo el decreto del presidente AMLO que ordena excarcelar a adultos mayores de 75 años y con enfermedades crónicas, pues su tío está enfermo y va a ser intervenido por sexta ocasión a corazón abierto.
Un poco del oscuro pasado de Enrique Toro Ferrer
Durante el mandato del ex gobernador de Oaxaca, Heladio Ramírez López (1986-1992), Enrique Toro Ferrer (con aprox. 40 años) ocupó el cargo de subprocurador de justicia del estado. De acuerdo a una publicación de Amnistía Internacional, en dicho periodo se registraron violaciones de derechos humanos denunciadas en La Trinidad Yaveo por la apropiación de terrenos para destinarlos al cultivo de narcóticos.
En el informe publicado el 1° de marzo de 1992, se indica que miembros de comunidades indígenas y rurales fueron objeto de detenciones arbitrarias, torturas y otras violaciones graves de los derechos humanos por parte de miembros de las fuerzas de seguridad, actuando en muchos casos con la complicidad de “caciques” locales y sus pistoleros.
También se señala que el entonces subprocurador Enrique Toro Ferrer, invitó a 8 miembros de esta comunidad a hacer una declaración en las oficinas locales del Ministerio Público en el pueblo de María Lombardo el día 13 de julio de 1990. Una vez allí fueron detenidos y acusados del asesinato del terrateniente Francisco López, ocurrido en febrero de dicho año.
De esta forma y de acuerdo a lo comentado en algunos medios, el poder e impunidad de Enrique Toro Ferrer creció desde entonces de manera exponencial y se sentía intocable, utilizando los nombres de los gobernantes en turno para realizar el despojo de propiedades; algunas incluso propiedad de sus “amigos”.
También hay quienes consideran que está más seguro dentro de la cárcel que fuera de ella, pues durante sus “negocios” se ganó muchos enemigos que probablemente busquen venganza sin importarles su edad y enfermedades que padezca actualmente.
No obstante, será responsabilidad de la Fiscalía “castigar” a aquellos que resulten responsables de la muerte del magistrado Enrique Pacheco Martínez, quien en 2016 también fue criticado por el cargo que ocupó su esposa Ammy Navarrete en el IEEPO hasta la renuncia del entonces director Moisés Robles Cruz, ganando supuestamente un sueldo de 25 mil pesos quincenales sin trabajar.
En estos casos se puede decir que “todos tienen cola que les pisen”, así que solo queda esperar a que la verdad salga a relucir o alguien con más poder la manipule. ¿Ustedes qué opinan?
