Libros de ayer y hoy
La ruptura política actual, aún con límites, ha servido para dar a conocer quien es quien. Ha habido decepciones y agradables sorpresas
Si los grandes filósofos se adhieren por lógica, al devenir del tiempo sin menoscabar el pasado y el propio Marx lo reconocía ¿Por qué la política, el arte, la economía, la vida misma, no deben adaptarse al tiempo que transcurre, sin que el pasado quede sepultado? Fue la disyuntiva que se les planteó a muchos después del movimiento revolucionario, una corriente que se mantuvo asida a ciertas ideas, mismas que se decantaron y que ahora enfrentan la ruptura en otro parecer.
Con una Constitución que resiste con principios universales pese a las embestidas utilitarias de sus usuarios, la gente que rompe con el pasado mexicano y sus asideros actuales, se adhiere a una ruptura política, como la que ofrece la 4T, que no obstante no puede zafarse totalmente del pasado.
Los valores, las costumbres, los intereses creados siempre se van a imponer en rupturas que se pretenden definitivas, aunque se tomará lo mejor y habrá avances ¿Les pasó eso a aquellos artistas y pintores de la etapa de 1935-70, a la que algunos llamaron período de Ruptura y que tenía como deslinde principal, a los pintores del muralismo?
Ya no querían murales, pero estos son ahora baluartes históricos
El surgimiento de aquella avanzada artística en la pintura que ponía peros al muralismo establecido por David Alfaro Siquéiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco, entre la que se encontraban entre muchos José Luis Cuevas, Alberto Gironella, Vlady, Manuel Felguérez, Vicente Rojo y Francisco Toledo, partían con diferentes matices de la separación política del estado, para lanzar la crítica, la cosmovisión, lo abstracto, etcétera, y el parecer suyo en sus propias obras.
Fue una etapa de gran creación, pero en la cual según expertos, muchos de esos grandes artistas tuvieron que reconocer el valor de sus antecesores, que ahora mismo, siguen floreciendo; Diego y su discípula Frida, motivo de una explotación comercial por cierto, que raya en el abuso.
Y Orozco, Siquéiros, junto con un Rufino Tamayo que sin participar en esa corriente, solía ser incluido en lo que se llamaba la corriente de los modernistas solitarios.
Juan García Ponce fue uno de los escritores que más abordó el movimiento de la Ruptura, con sus libros La generación de la Ruptura y sus antecedentes y Nueve Pintores Mexicanos (DGE Ediciones 2006, segunda edición).
El gran pintor Tomás parra y su pluralismo artístico y político
Cuando los cambios en el país han exhibido la presunta versatilidad de intelectuales y medios, se profundiza en aquellos sectores que han asumido los tiempos con el arranque natural del movimiento.
Algunos de los notables no han resistido la prueba y mucho menos los medios. Lo más decepcionante es que lo que está en el meollo del asunto, es el dinero.
Algunos que esperaban algo y eran consecuentes, como ciertos periodistas, al no obtenerlo, de la manera descarada cambiaron sus posturas. Pero otros por fortuna reforzaron la suya. Siempre es un honor recibir en la casa de uno a alguien que contempla el panorama con calma y da su opinión, con los taches y elogios que le merece el pasado de cada quien.
Uno de ellos es el maestro Tomás Parra, pintor, acuarelista, dibujante, en su momento subdirector del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México y para algunos, incluyendo los diccionarios digitales, uno de los representantes de la etapa de la Ruptura.
En visitas a mi casa, donde he tenido el honor de recibir talentos y amistades valiosas, el maestro se presenta siempre con una actitud cálida. Con 85 años a cuestas y un bastón, deja oír su voz pausada y a todo le pone tinte.
Ha vivido una larga vida aquí, en Sudamérica y en Europa, ha sido maestro, expositor, curador de museos, representante en cinco bienales internacionales, becario del Fonca, aliado de personajes como Carlos Pellicer en su especialidad museográfica, y apoyo de Octavio Paz en obras montadas, pero su visión crítica no pierde la perspectiva.
Tiene muy claro quienes son los personajes y a quienes admira realmente. Sus cuadros se cotizan a alto nivel, sobre todo en Europa y un día llegó con el cuadro de un desnudo y me lo entregó en regalo con toda sencillez.
En estos tiempos en los que se expone realmente la calidad de cada quien en ruptura o tradicionalismo, ese cada quien debería de mostrar su punto vista con honestidad, certeza y respeto. El maestro Parra lo ha hecho. Su cuadro lo que he colocado junto a las Majas Desnudas de Francisco Goya
Teresa de Jesús Gil Gálvez
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.