La Suave Patria
*Abundancia de cascadas y bosques. *Parajes incomparables a tres horas de la CDMX. *Posee la caída del Chuveje y el río Escanela. *Pueblo queretano enclavado en la Sierra Gorda. *No dejar de ir, cuando menos una vez en la vida.
Caminar entre la neblina y entrar por la Puerta del Cielo es una sensación espiritual y emocionalmente única, previa a la llegada a una población de casas de tejados rojos y con el viento frío soplando desde las montañas de la Sierra Gorda de Querétaro.
Ahí nos espera una buena taza de café de olla o un jarro de atole, que son parte de lo que se vive en un sitio rodeado de cerros boscosos que durante parte del año se llenan de niebla.
En pocas palabras esté destino es un paraíso para quienes gustan del clima frío, con noches entre fogatas o en el interior de una casa frente a la chimenea.
Para conocer un destino como éste se deben recorrer sus calles, platicar con su gente y vivir el día a día, entre risas y buena comida, sentarse en su pequeña plaza y admirar sus monumentos mineros.
Y en lo más alto de la sierra está la Puerta del Cielo, que deslumbra en los amaneceres por sus paisajes entre montañas y tejados rojizos que dejan ver los destellos del sol entre la niebla que los cubre.
En Pinal de Amoles se respira tranquilidad y calidez, con un abrazo entre hermanos que nos muestra la grandeza de su gente y la belleza natural de la Sierra Gorda.
Entre cascadas y miradores se descubre el esplendor de Pinal de Amoles, cuyos caminos llenos de vegetación conducen por los destinos más bellos y espectaculares de la región, como el Cañón de la Angostura y el río Escanela, que se encuentran dentro del parque Puente de Dios.
Esta es una cascada con una caída de más de sesenta metros rodeada de un bosque de álamos y pozas cristalinas ideales y perfectas para nadar.
En Pinal de Amoles también se encuentra la cascada del Chuveje, con una caída de 35 metros y unas pozas de agua cristalina donde se puede nadar con precaución, rodeada de piedras llenas de musgo y una vegetación impresionante, fresca y siempre verde.
Recorrer la Sierra Gorda equivale a correr una aventura que se armoniza por el sonido de las caídas de agua y el murmullo de las aves, entre caminos llenos de frescura que se transforman en momentos inolvidables.
No hay que irse de este lugar sin subir al mirador de Cuatro Palos y observar el esplendor de la Sierra Gorda, con vistas panorámicas que cautivan, como el Cerro de la Media Luna y la Peña de Bernal al horizonte, entre montañas llenas de flora y fauna.
Pinal de Amoles y sus parajes conforman esta reserva natural que, sin duda, ofrece a sus visitantes maravillas naturales que, por lo menos, se deben ver Y admirar una vez en la vida.
Luis Alberto Adrián García Aguirre
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, en donde estudió dos licenciaturas: Periodismo y Comunicación Colectiva (1968-72) y Relaciones Internacionales (1973-77). De 1995 a 2002, colaboró con Reporteros Sin Fronteras (RSF) de París y el Comité de Protección a Periodistas (CPJ) de Nueva York. En los años 2000 y 2015, obtuvo el Premio Nacional de Periodismo.
Colaborador desde el 5 de febrero de 2020.
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