+ Se esperaba que la llegada de la marca Mercedes-Benz Fashion Week le diera una proyección mundial a Oaxaca, pero llovieron críticas por traer este evento de “lujo” a un estado con carencias evidentes y feminicidios sin resolver.
Oaxaca de Juárez, Oax.- Tras conocerse que Oaxaca sería sede por primera vez de Mercedes-Benz Fashion Week, la polémica en redes sociales comenzó a surgir; sobre todo por estar involucrada la esposa del gobernador Alejandro Murat, la señora Ivette Morán, quien fue una de las diseñadoras que presentó su colección en este “exclusivo” evento realizado del 17 a 20 de agosto.
El coctel de bienvenida se realizó durante la noche del miércoles 17 en el Flavia Luxury Hotel, también conocido como “Casa Flavia”, ubicado en lo que era una zona ecológica de San Felipe del Agua, pero que dejó de serlo tras convertirse en propiedad del diputado local del Verde Ecologista, Samuel Gurrión Matías, hijo de Don Samuel y Doña Flavia (de ahí el nombre).
Como era de esperarse, el diputado Gurrión estuvo presente y acompañado de hermosas mujeres que asistieron al evento, quienes al igual que las modelos que se presentaron en la pasarela, cumplían con los estándares de belleza que exigen generalmente las firmas de lujo: ser altas, jóvenes y extremadamente delgadas.
Todas ellas, en su mayoría extranjeras, se unieron a la “fiesta” después de modelar la colección de la diseñadora Lorena Saravia y posar para la foto junto con el cantante colombiano Juan Luis Londoño Arias, conocido por su nombre artístico “Maluma”, quien estaba más cuidado por guaruras que la propia esposa del gobernador, Ivette Morán; aunque ambos se retiraron de la reunión social tras finalizar la pasarela.
Maluma presidió el evento porque es uno de los principales inversionistas del mezcal oaxaqueño “Contraluz”, junto con Iván Saldaña y Moisés Guindi, cofundadores de Casa Lumbre. Dicha marca anunciada como el “primer mezcal cristalino” proveniente de Tlacolula de Matamoros, fue la que presentó esta edición de Fashion Week México, así que fue la bebida que se ofreció a las y los invitados al evento.
Afuera del hotel se encontraban elementos de la policía estatal, pues se temía que la saxofonista Elena Ríos llegara con alguna manta de “OAXACA FEMINICIDA” y terminara arruinando el evento que al parecer fue traído por el gobernador Alejandro Murat Hinojosa para impulsar los negocios de sus familiares y amigos.
Moravy: ¿Inspiración o plagio?
De acuerdo con su página de internet, “Moravy” fue creada cuando Ivette Morán tenía 21 años, pero decidió reinventar el concepto en 2012 (a sus 34 años), “inspirándose” en los textiles oaxaqueños y en “solidaridad” con las artesanas.
Para 2016 su esposo Alejandro Murat se convirtió en gobernador de Oaxaca y ella en presidenta honoraria del DIF Estatal, motivo por el cual muchas personas la acusan de ocupar los recursos públicos de la entidad para impulsar sus negocios, pues en 2018 abrió su primera tienda en Oaxaca y dos años después aperturó otra en Ciudad de México, con precios también “muy exclusivos”.
Desde entonces comenzó a ser cuestionada y culpada por diversos artesanos, bajo el argumento de cometer “plagio y apropiación cultural”. Sin embargo, hay quienes la apoyan y defienden; incluso le han agradecido en público por impulsar su trabajo como artesanos oaxaqueños.
Entre ellos destacan los maestros Jacobo y María Ángeles, artesanos de alebrijes en San Martín Tilcajete; el diseñador Jacobo López, artesano de joyería; así como muchos otros que exhiben y/o han presentado sus productos en la tienda ARIPO “Casa 8 Regiones” (antes Casa Oficial de Gobierno), inaugurada el pasado 16 de marzo.
Dicho lugar, al igual que el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO) -inaugurado el 8 de septiembre de 2018 por el expresidente Enrique Peña Nieto- y el Centro Gastronómico de Oaxaca -recién inaugurado hace un mes y que ya fue modificado en su fachada que data del siglo XVI para hacerlo todavía más “privado y exclusivo”-, son algunos de los lugares creados supuestamente para impulsar la identidad cultural y gastronómica de Oaxaca, pero que se han “cerrado” para sectores de la población con mayor poder adquisitivo.
Justo el CCCO fue la sede para la Conferencia de Prensa de esta edición del Fashion Week, en donde se contó cómo inició este evento en la Ciudad de México hace 15 años, patrocinado desde entonces por la empresa Mercedes-Benz con el objetivo de impulsar la moda, el turismo, la gastronomía, el arte y la cultura de cada sede.
Por ello para el mundo de la moda, la presentación de las colecciones de las y los seis diseñadores mexicanos (dos de Oaxaca, dos de Guadalajara y dos de Ciudad de México) es una expresión artística con proyección mundial. Sin embargo, para un gran sector de la sociedad oaxaqueña que carece de servicios básicos, de seguridad y sobre todo, de justicia, fue una “burla” y un evento “frívolo” financiado con recursos públicos del estado de Oaxaca.
Condenas, protestas y críticas
Aunque el Congreso local aprobó un punto de acuerdo donde condena el uso, aprovechamiento y comercialización del patrimonio cultural de Oaxaca a favor del gobernador Alejandro Murat y su esposa Ivette Morán, este lunes el mandatario declaró que su esposa es su “gran activo” por el trabajo que hace y que en estos 6 años ha sido una de las “grandes ciudadanas que ha aportado a Oaxaca”.
Y es que al igual que él, existen personas que consideran que Ivette Morán está realmente apoyando a las y los artesanos de Oaxaca, presentándolos incluso como “modelos” en la pasarela de su colección que se realizó el viernes 19 en el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, intercambiando el lugar con las diseñadoras Julia y Renata, pues la presentación de “Moravy” estaba programada para el sábado 20 en el campo de agave La Fortaleza, ubicado en el Paraje La Muralla de San Pablo Villa de Mitla, Oaxaca.
Ese mismo viernes por la tarde, en el Andador Turístico de la ciudad de Oaxaca, un grupo de mujeres protestaron de forma pacífica frente a la tienda “Moravy” ubicada en la Calle Macedonio Alcalá 316, argumentando que “Oaxaca no se vende” y que “los textiles originarios no se mutilan, se respetan”, entre otras consignas que se gritaban en coro contra Murat y su esposa.
Asimismo, se realizó una “pasarela autogestiva” en donde cada una de las artesanas participantes mostró sus diseños tradicionales, explicando cómo se pueden hacer de manera respetuosa, sin mutilar, sin recortar y sin necesidad de caer en actos de corrupción.
No obstante, hubo personas que se burlaron de ellas y también quienes calificaron de “oportunistas” a las y los diputados que salieron en defensa (supuestamente) de las creaciones artísticas de los pueblos y comunidades originarias, firmando solo 13 de los 23 congresistas enlistados en el punto de acuerdo, pese a que se contaron 27 votos a favor de los 40 diputados que conforman el Congreso local.
En redes sociales se criticó la falta de empatía y apoyo por parte de figuras públicas que se supone deberían defender la identidad cultural de Oaxaca, como la senadora Susana Harp, quien se limitó a explicar cuándo hay plagio y cuándo hay un uso indebido del elemento cultural. Aunque aseguró que acompañará a las comunidades de Oaxaca que se sientan agraviadas por el uso indebido de sus expresiones culturales.
De igual forma se ha criticado que la actriz Yalitza Aparicio sea una de las modelos de Moravy y que su hermana, Edith Aparicio Martínez, titular de la Secretaría de Pueblos Indígenas y Afromexicano (SEPIA), no proteja los textiles de comunidades indígenas y afromexicanas, patrimonio de los pueblos que representan.
Lo irónico es que muchos de estos atuendos tal vez no serían “moda” si no se hubieran hecho ciertas modificaciones o no hubieran sido portado por personas famosas. Incluso en el mismo estado de Oaxaca hay quienes prefieren trajes más estilizados a como realmente se usan en los pueblos originarios, o que se combinan con accesorios modernos. Al final, cada persona decide cómo lucir un atuendo y/o en dónde comprarlo.