Utopía
El octavo mes de 2022 es el agosto más bajo en homicidios dolosos desde hace cinco años, con una disminución de 14.6%, en comparación con el máximo histórico de 2018 –con el híper corrupto Enrique Peña Nieto en Los Pinos–, si nos atenemos a las cifras mensuales que cada día 20 proporciona la secretaria de Seguridad Pública y coordinadora del gabinete federal respectivo y del que forman parte los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, así como el comandante de la Guardia Nacional.
Para lo que todavía es el mayor dolor de cabeza del gobierno de la Cuarta Transformación y para el presidente Andrés Manuel, durante enero-agosto del presente año se registraron 20 722 víctimas de homicidio; no obstante, representó una baja de 8.4% respecto al mismo lapso de 2021; de 12% respecto a 2020; y de 10.6%, en comparación con 2019.
De acuerdo con las cifras reportadas por las procuradurías y fiscalías de las 32 entidades federativas al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, desde enero hasta el 31 de agosto se registraron 20 722 delitos de este tipo, de los cuales se cometieron: 2 438 en enero, 2 264 en febrero, 2 655 en marzo, 2 560 en abril, 2 829 en mayo, 2 671 en junio, 2 681 en julio, 2, 624 en agosto. El promedio diario bajó a 85 en comparación a los 93 del año pasado.
La tendencia es claramente sólida, pero las víctimas son todavía muchas y están concentradas en seis estados de la república con 48.7% de los homicidios dolosos que se cometen en México. Y Guanajuato permanece a la vanguardia con 2 115 víctimas y 31 años de contar con gobernadores del Partido Acción Nacional y sus inamovibles Carlos Zamarripa Aguirre, fiscal general, y Alvar Cabeza de Vaca, secretario de Seguridad Pública. Le sigue Baja California, gobernada también por el PAN durante tres décadas. Chihuahua se mantiene en quinto sitio.
Importa la referencia partidista porque Marko Cortés, el señor de “los moches”, y sus legisladores, con sus tres ideólogas al frente de las que no se hace una (Xóchitl Gálvez, Kenia López y Lilly Téllez) son las más tenaces opositores a la política de “Abrazos, no balazos” y a la minuta legislativa que prorroga la permanencia de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública hasta 2028.
Los gobernadores del PAN, entre otros, no solamente solicitan la participación castrense sino que la agradecen públicamente, y durante 2006-12 la apoyaron hasta la ignominia pese a ser inconstitucional, bajo el marbete de guerra contra el narcotráfico, para favorecer al corporativo criminal de Sinaloa y legitimar a Felipe Calderón como presidente. Veremos el miércoles los desfiguros del trío y sus camaradas exhibiendo conductas esquizofrénicas.
En general los delitos del fuero federal bajaron 23.3% con respecto al inicio del gobierno de López Obrador, en 2018. Y los feminicidios que son delitos del fuero común, disminuyeron 33.6% en agosto respecto a diciembre de 2018. Mediciones que son ajenas a las comparaciones de agosto con julio o bien con agosto del año anterior. Esto resta rigor al informe, justo cuando se invierten grandes esfuerzos propagandísticos para poner en duda la veracidad de los informes de Rosa Icela Rodríguez y sus colegas de gabinete.
Llama la atención que si bien existen mejoras en la percepción ciudadana sobre seguridad todavía son altos los porcentajes de la inseguridad que “sienten” los mexicanos. Aquí está en juego un problema de comunicación para un gobierno que, decían Sergio Sarmiento y Leo Zuckermann, tiene un “genio de la comunicación” en AMLO. Sólo que algunos de sus colaboradores no poseen esa cualidad, y además saturan con cifras y datos a las audiencias en lugar de explicarlas, dey ponderarlas con mayor detenimiento y menos premura, como si alguien los persiguiera.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
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