Utopía
Reportes del Instituto Mexicano del Seguro Social indican que en noviembre se crearon 101 mil 275 puestos de trabajo, por lo que la afiliación al IMSS se ubicó en 21 millones 718 mil 601 personas con empleo formal. Y respecto al comportamiento del empleo 86.3% de las plazas son permanentes. Destaca que en los 11 meses de 2022 se generaron un millón 98 mil 453 puestos. Esta cifra es la tercera más alta desde que se tiene registro al considerar periodos similares. Medido en forma anual –de noviembre de 2021 a noviembre de 2022– se registraron 785 mil 551 nuevos empleos, lo que equivale a un incremento de 3.8%.
Visto por sectores con el mayor crecimiento anual están el de transportes y comunicaciones con 6.9%; la construcción 5.3% y servicios para empresas 4.5%. Por estados destacan Tabasco con un aumento anual de 12.9%, Baja California Sur 10.5% y Quintana Roo 9.5%. El menor crecimiento del empleo se registró en Zacatecas con 0.3%, Morelos 0.7% y Tamaulipas 0.8%. En cuanto al salario base de cotización, el IMSS reporta que en noviembre se situó en 483.6 pesos, equivalente a un aumento anual nominal de 11%.
Tales cifras, entre otras, son las que seguramente llevan a la Organización Internacional del Trabajo a sostener que México se encamina a lograr que “la mayoría de la población cuente con un trabajo decente”. De acuerdo con el organismo dependiente de la ONU, la ratificación de los convenios internacionales, la reforma laboral y la política de recuperación salarial, son elementos que van a generar en cadena una dinámica de justicia social que está en marcha. La ratificación por el gobierno de los convenios 189, sobre las trabajadoras del hogar, y 190 contra la violencia y el acoso laboral, son a los que hizo referencia la OIT en la voz de Pedro Furtado.
Mas para materializar tan importante propósito laboral y por ello de justicia social –que la mayoría cuente con un trabajo decente–, resulta indispensable que los actores del mundo laboral acompañen este proceso, esto es, el sector privado que está recalificando su mano de obra y capital humano, y los sindicatos, mismos que deben responder a las demandas de los trabajadores.
A juicio de la OIT estamos en un momento muy importante y fecundo para que esa “justicia social sea sólida y duradera”, concepto que adoptó la dependencia especializada de la ONU.
Entrevistado por la jornalera Jared Laureles, Furtado de Oliveira estima que México vive un momento en que la estructura tradicional laboral está en proceso de cambio, con desafíos importantes, como la informalidad y las modalidades atípicas derivadas de la pandemia de covid-19, como el empleo a través de plataformas digitales.
En esa misma dirección resulta muy trascendente la reforma laboral mexicana porque garantiza la libertad sindical y la negociación colectiva, pero los resultados obtenidos todavía deben valorarse. Lo que estamos por ver es el impacto; actualmente existe harta presión para obtener resultados concretos, aunque hay avances con los contratos colectivos de trabajo que están en proceso de legitimación.
Otro elemento que coadyuvará a alcanzar un trabajo decente y que generará una dinámica muy positiva para incrementar la productividad laboral, es la reciente reforma para duplicar el número de días de vacaciones, de seis a 12 días, y cuya aprobación todavía está pendiente en la Cámara de Diputados. La bancada de Morena y el Consejo Coordinador Empresarial negocian para que no sean consecutivos. ¿Qué opinarán los trabajadores, no sus representantes? Lo desconozco.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
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