Libros de ayer y hoy
El quinto informe de gobierno fue trasladado por AMLO al estado de Campeche, pero desde días antes se fueron dando a conocer en adelanto, datos que contiene ese informe, en diferentes medios. El presidente hizo ese cambio para aprovechar revisiones del Tren Maya, y de paso es un buen apoyo a la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, al realizar su comparecencia en ese lugar.
El hecho se da cuando el antecesor de Layda, Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, es sometido a cuestionamientos públicos por la traición que infirió a su compañera de partido Beatriz Paredes al sobajarla ante la mujer inventada por el Frente Amplio por México (FAM). Aunque vuelven a estar manitos, tras la declinación de la priísta.
La gobernadora campechana ha presentado en forma permanente en su programa informativo, denuncias públicas que involucran al mencionado Alito, con señalamientos graves. De esas denuncias se han evidenciado riquezas mal habidas y un entorno machista que exhibe su calidad ante mujeres que han estado cercanas a él, diputadas ante todo.
El PRI se hunde con Alito y se lleva entre los pies a Beatriz Paredes
Meses antes un sector encabezado por Miguel Angel Osorio Chong, entre los que hay tradicionales, renunció al PRI en rechazo a Alito. Otros antiguos militantes de ese partido permanecen agazapados muy al estilo priísta, para ver si se despeja el panorama. Los que están apoyando a Moreno, avalaron con él que se eligiera como candidata de ese frente a la aludida señora, cuyo nombre ya había sido adelantado por AMLO en la Mañanera, como algo seguro en esa candidatura.
Los otros que le entraron a la campaña fueron simplemente engañados, entre ellos Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera, que se inconformaron con el desalojo. Beatriz se quedó, en una actitud extraña en una persona que es corrida en el medio y conoce todos los avatares de su experiencia príísta y cayó en el garlito porque creyó que sería respetada.
El nombramiento de la candidata se adelantó antes del domingo como se había señalado, ante el peligro ya visto públicamente, de que la evidencia de triunfo de Paredes quedara al descubierto. El mencionado frente ha quedado manchado con estas encuestas y lleno de enemigos que acumuló en este recorrido. El más evidente en sus actuaciones fue el tal Alito que ya bajo presiones había conseguido meses antes, la prolongación de su mandato hasta 2024.
Falló la jugada de Alito; con su decisión favorece a Morena
Siempre ha habido mujeres fuera de tono. No digamos hombres. Momentos borrascosos se volcaban en aquella otra época, en ciudades pecadoras y el dios Jehová que no se andaba por las ramas, decidió quemarlas. Al menos eso dice la leyenda aunque ese queme pudo ser entre enemigos. La mujer de Lot es clásica en los llamados evangelios y se recuerda como aquella que traicionó principios para salirse con la suya y recibió de castigo una avalancha de sal. Su cuerpo quedó como estatua formado por esa sal.
¿Así quedará la mujer del FAM? Como su tio Abraham, Lot era un terrateniente y en pleitos de intereses terminó entre Sodoma y Gomorra. Generoso, el profeta lo alertó de la quema y le mandó a avisar que Jehová (un dios contaminante que había llenado de azufre el rio Jordán) iba a destruir las dos ciudades pecadoras junto con otras tres. Lot y su familia impregnados de aquel halo pecador, huyeron. Pero Edith, su mujer, curiosa, volvió el rostro para ver el incendio y se convirtió en estatua de sal.
La mujer de Lot, (Claves Latinoamericanas 1988) se llama el librito de cuentos que ya hemos mencionado antes, del director de cine, escritor y pintor Salomón Laiter que fue muy comentado en su lanzamiento. Uno de los cuentos, de los diecisiete de la edición, lleva el título del libro y es un relato breve, Lot, de buena factura literaria. Laiter ya lo había mostrado en su novela autobiográfica David y otras obras. Ahora que las ambiciones se desbocan en el país, vienen a la mente aquellas vicisitudes de Lot, con una esposa castigada por violar las reglas, que terminó siendo padre de sus nietos incestuosos. Las expresiones turbias no solo se dieron en el pasado.
Teresa de Jesús Gil Gálvez
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.
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