Perspectiva Social
El día 8 de marzo se conmemora lo que hoy día llaman día de la mujer; sin embargo, este día inició para conmemorar que en 1857 en la Ciudad de Nueva York un grupo de mujeres trabajadoras fueron violentamente reprimidas por exigir mejores condiciones de trabajo y disminución de jornadas de trabajo. Esta situación se dio porque para el siglo XIX las mujeres eran consideradas de forma diferente en las fábricas, es decir, se les pagaba menos y en general sus condiciones de trabajo eran sumamente desventajosas.
Por esta y otras razones, muchas de las cuales han cambiado a lo largo de la historia, las mujeres solicitan y solicitamos que se reconozca el arduo trabajo que realizan en sus casas y en las áreas laborales, porque en muchas ocasiones además aportan más trabajo en las distintas áreas y por tanto, es valiosa la aportación a la economía en general.
Para muestra de cómo se ha invisibilizado la participación de las mujeres en los distintos ámbitos públicos y privados se pueden revisar los procesos históricos que se desarrollaron en el estado de Oaxaca desde el siglo XIX, pues en ese contexto Oaxaca tuvo un papel importante en la construcción de la Nación; sin embargo, en el recuento histórico no explican lo que hacían en ese periodo las mujeres, por lo que historiadoras como Francie Chassen-López se pregunta ¿dónde estaban las mujeres en el periodo de guerras en Oaxaca?, guerras que se desarrollaron principalmente entre 1867 y 1911.
La historiadora explica que a través de la biografía de algunas mujeres que destacaron en ese periodo de la historia, se puede saber un poco sobre el papel importante de las mujeres, por ejemplo, con Juana Catarina Romero en el istmo de Tehuantepec, quien relata la historiadora Francie que fue un personaje que destacó por ser una gran empresaria pese a que no contaba con estudios, ya que fue hasta los 30 años que tuvo acceso a la educación. Fue una gran filántropa porque sostenía una escuela para niños y una escuela para niñas; cabe destacar que la educación para niñas era nula o limitada para esa época.
Del ingenio de azúcar que llegó a construir Juana Catarina, fue de los más eficientes por la tecnología que logró importar para esa época. Por esta situación de ser una destacada empresaria, filántropa y mujer sola, la historiadora Francie Chassen comenta que parece que existe una intención por deslegitimar sus logros como persona con gran inteligencia para los negocios, porque al no reconocer sus logros es una forma de no darles poder a mujeres destacadas que desde esa época se les tenía temor, desconfianza y era impensable que una mujer pudiera por sí sola destacar en alguna área, puesto que además la propia educación escolarizada era limitada sólo a los hombres.
En este sentido, lo que si podemos encontrar fácilmente son los mitos sobre Juana Catarina, acerca de que “fue amante” de Porfirio Díaz, lo cual no tiene fundamento alguno de acuerdo con los datos que logra exponer la historiadora Francie Chassen, por ello, se considera que ayer como ahora es más sencillo deslegitimar la capacidad profesional o inteligencia de una mujer cuando se liga amorosamente a un hombre. En especial cuando se trata de mujeres que destacan por su inteligencia y porque pueden llegar a tener poder económico y político, como lo fue Juana Catarina.
Si bien, persiste la violencia de esa naturaleza sobre las mujeres, particularmente en el ámbito político porque en esos casos todavía cuesta trabajo que la sociedad en general acepte la capacidad de las mujeres para ocupar puestos de toma de decisiones. No obstante, lo más grave es la violencia física que permanece, se ha profundizado y se agudizan las formas en que se ejercen sobre las mujeres.
En este último punto podemos observar los riesgos de violencia que enfrentan las nuevas generaciones de mujeres, que puede ser porque tenemos más acceso a los medios de comunicación y hay más facilidad para exponer casos de esta naturaleza. En cualquier caso, considero que para contribuir en la disminución de la violencia, puede ser a través de hacer cambios en los roles de género desde la familia, es decir, los hombres también deben participar en todas las labores domésticas y de cuidado familiar, así como alentar y apoyar a las mujeres para que participen en actividades de carácter público y no sólo en espacios privados.
Asimismo, aunque la violencia es más evidente en el presente siglo, también es cierto que hay más participación de las mujeres en el ámbito público, es decir, en las instituciones de los diferentes niveles de gobierno, en algunos casos con grandes limitaciones por los obstáculos que aun enfrentan por el hecho de ser mujeres y que persiste en una parte de la sociedad la idea machista.
No importan los obstáculos, las deficiencias, o a veces la utilización de la paridad de género para simular que vamos avanzando en la igualdad de género, no importa, porque cualquier forma o resquicio para hacer cambios es importante, de tal forma que en México me parece que las mujeres seguimos haciendo historia, pues si bien, en América Latina se pueden observar 11 mujeres como presidentas de diversos países, cuatro mujeres identificadas con la ideología conservadora de la derecha, entre ellas, Violeta Barrio de Chamorro en Nicaragua durante el periodo 1990-1997, Mireya Moscoso en Panamá en el periodo 1999-2004, Laura Chinchilla en Costa Rica en el periodo 2010-2014 y Jeanine Añez en Bolivia estuvo como presidenta interina en los años 2019-2020.
Del mismo modo, siete de las presidentas de América Latina con una clara ideología ligada a las izquierdas o al menos progresistas, entre ellas María Estela Martínez de Perón en Argentina durante el periodo 1974-1976, Lidia Gueiler Tejada como presidenta interina en Bolivia durante el periodo 1979-1980, Rosalía Arteaga en Ecuador como presidenta interina durante unos días de febrero en el año de 1997, Michelle Bachelet en Chile en el periodo 2006-2010 y 2014-2018, Cristina Fernández de Kirchner también en Argentina en el periodo 2007-2015, finalmente recientemente Xiomara Castro presidenta de Honduras para el periodo 2022-2026.
Asimismo no debemos olvidar que por primera vez en la historia de las naciones potentes en términos económicos, del aquél entonces Reino Unido (hoy Inglaterra) la primera mujer que destacó como Primera Ministra fue Margaret Thatcher que cumplió dicha función de 1979 a 1990, quien fue la elección del partido conservador de esa Nación y también su legado es lo que hoy en buena medida conocemos como políticas neoliberales.
Por esos contextos, es evidente que en el mundo hay cambios importantes, en los que las mujeres están participando de manera activa, en México destacan dos candidatas mujeres para contender por la presidencia de nuestro país por primera vez en nuestra historia nacional, por lo cual me parece que esta vez las mujeres en México estaremos haciendo historia junto a otras mujeres que ya dejaron huella en América Latina.
Es importante resaltar siempre que independiente al hecho de que se trate de un hombre o una mujer para encabezar una presidencia, lo que los va a diferenciar fuertemente además del género, es la ideología con la cual están vinculados, por ello, resalté la ideología con la cual se vincula a las mujeres que fungieron como presidentas en países de América Latina y un país europeo, puesto que la historia puede darnos los antecedentes de lo que sucedió en cada caso, y eso nos permitirá tomar decisiones cuando llegue el momento.
Karina Sánchez Juárez
Doctora en Ciencias Sociales y Humanísticas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, con especialidad en Estudios Rurales, Desarrollo y Política. Profesora-Investigadora de tiempo completo del IISUABJO e integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Actual Directora de “Cuadernos del Sur”, Revista de Ciencias Sociales.
Colaboradora desde el 21 de febrero de 2019.
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