MUJERES Y POLÍTICA
La invalidación de la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales de Oaxaca (LIPEO) por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es un asunto que debe preocuparnos como ciudadanía; es una referencia de cómo el sistema político está en crisis, en la peor de sus crisis y lo seguirá estando en tanto los intereses de la clase política se hayan invertido y por encima de todo estén solo ellos.
Es un asunto de pena ajena, como diría mi querida abuela Lucha.
A lo largo de los últimos meses hemos visto, se ha revelado, diría con propiedad, cómo es el tejemaneje dentro de las legislaturas. Ser diputado, al menos en Oaxaca, representa muchas oportunidades de enriquecimiento.
Las cuotas están a la orden del día. Cada postura aprobatoria o no de leyes, reglamentos y acuerdos que se toman tienen una cuota, un pago y no consensos reales en pro de la población.
No se conforman con ganar más de 54 mil pesos mensuales, más una serie de bonos que de manera directa reciben de la Tesorería, bonos que por cierto no tienen ninguna justificación, y que no me atrevo a calcular pero que de acuerdo con diversas opiniones rebasan los 100 mil pesos mensuales.
Tan sólo el salario de los diputados, sin bonos ni otras canonjías, representan unos 770 salarios mínimos cada mes. Sin duda, lo que tienen es un Congreso sobre pagado, dados los resultados que nos arrojan y que de una y otra forma hemos advertido, pero sobre todo que ellas y ellos mismos se han encargado de exhibir.
Y es exactamente el mismo caso del magisterio, tantas veces criticado y vituperado. Ellos por no trabajar, incluso fue necesaria la fuerza policial del Estado mexicano para que Gabino Cué pudiera “agarrar el toro por los cuernos”, que echara andar un nuevo andamiaje, aunque con maquinaria corroída por la misma triste historia.
A los maestros se les criticó por sus casi permanentes paros, su falta de eficiencia terminal, la ausencia en las aulas, entonces la opinión generalizada era que los maestros nos estaban robando (como pueblo) porque no iban a trabajar y cobraban sus salarios.
Pues yo diría que quienes integran la LXII Legislatura local como el magisterio están cortados por la misma tijera. Solo que la sofisticación del robo los hace diferentes.
Es decir, aunque las 16 mujeres y 26 hombres que fungen como diputados vayan regularmente a laboral en el edificio de San Raymundo Jalpan, donde se encuentra la sede del Congreso local, lo cierto es que su eficiencia, está demostrado, deja mucho que desear, y aun así se les paga.
¿Es o no corrupción recibir dinero por un trabajo mal hecho?
En otras circunstancias, es decir, cualquier otro empleado o empleada sería despedida de inmediato por no hacer el trabajo de manera adecuada.
La invalidación de la LIPEO es resultado de un trabajo mal hecho, entonces habría que corregir el error, pero también habría que exigir que devuelvan por lo menos un mes de sueldo, que no es poca cosa, son dos millones 184 mil pesos que bien podrían destinarse al abandonado Hospital de la Niñez Oaxaqueña, que a capricho de unas cuantas personas está al borde de cerrar.
Eso que les acabo de escribir, por supuesto, es un sueño guajiro de la que escribe, porque si de algo carecen las y los diputados es de honestidad, ya no digamos de lo demás como el sentido de la justicia, la lealtad al pueblo al que sirven, a la humanidad a la que pertenecen, o la responsabilidad grave del trabajo que desempeñan.
A mí me bastaría con que fueran honestos, sería suficiente, digamos bastante.
Pero lo que tenemos que tener muy en cuenta la ciudadanía, que vamos elegir representantes populares en 2016, es qué clase de diputadas y diputados queremos.
Qué características deberán reunir, qué saberes deberán tener, que valores elementales no moralistas deberán cargar en su conciencia. Cómo valorar a las y los aspirantes.
¿Volveremos a votar por los mismos? Incluso por los mismos partidos.
En fin, lo cierto es que las y los diputados de la LXII Legislatura, son como me decía el analista político Adrián Ortiz Romero, ese lugar común que ha alcanzado la cima: la peor diputación de los últimos tiempos y esos últimos tiempos se cuentan desde hace varias diputaciones, pero esta es la peor ni duda cabe.
No cabe duda, lo peor que nos puede pasar es su cinismo. De ahí que por ejemplo no se hayan molestado en darle la cara al pueblo después de la pifia cometida con la LIPEO, y en cambio salieron ante la prensa para exigir al tesorero Mauro Alberto Sánchez Hernández (que no es sino otro pillo de cuentas) que informe y acredite los pagos hechos a los coordinadores de las fracciones parlamentarias que conforman la Junta de Coordinación Política.
Eran diputadas y diputados de todos los partidos políticos, incluyendo tres priistas, que ahora sí rompieron filas con su bancada, al menos para eso.
Es decir, si se trata de dinero se ponen muy abusados, pero si se trata de rendir cuentas se hacen como que la virgen les habla, porque lo cierto es que sobre la LIPEO ni se enteraron, recordarán que su aprobación se realizó en medio de arrebatos, jaloneos y carpetazos, además de una bochornosa escena de gases lacrimógenos.
Algunos de ellos pasados de copas, pues venían de comer con Gabino Cué quien les informó cómo quedaría finalmente esa ley. Lo cual, como bien dice Norma Reyes Terán, coordinadora de la Agencia para el Adelanto de las Mujeres, hace que el supremo gobernador y magnate Gabino Cué tenga sus buenas dosis de responsabilidad.
En suma, lo que queda claro es que las y los integrantes de la LXII Legislatura local han quedado exhibidos, por ineficientes, pero sobre todo por corruptos, porque la LIPEO estaba pensada en favores partidistas.
Los priistas lambiscones para hacerle un flaco a favor Alejandro Murat, pero lo metieron en una pelotera de miedo, y el resto para impedir que el hijo del ex gobernador sea candidato. Esa es sólo una pequeña muestra, porque lo cierto es que la ley tuvo un dramático error de procedimiento, dicho desde el abogado Ortiz Romero.
¿Para qué sirvió toda aquella faramalla de gas lacrimógeno y mentadas de madre en el Congreso local, aquel 1 de julio? Bueno para ratificar lo que es un secreto a voces, que cada uno de los y las integrantes de la LXII Legislatura recibieran dos millones de pesos, por aprobar al gobernador Gabino Cué Monteagudo de contraer una nueva deuda de dos mil 400 millones de pesos.
Como dice Reyes Terán, en una entrevista publicada para www.semmexico.org, el Congreso de Oaxaca es un sitio donde se “vende y compra”. Una especie de supermercado donde el destino, el del pueblo, depende del montón de billetes que depositen en la cuenta de cada uno de sus integrantes.
Bueno, lo que tenemos que tener en cuenta toda la ciudadanía es que a estos 42 diputados y diputadas, cuyos nombres pongo al final, deberán estar vetados para ocupar futuros cargos públicos en Oaxaca, sea como presidentes municipales, funcionarios o diputados locales, federales o Senadores y hasta gobernadores, porque para ellos nuestra vida tiene un precio.
No vaya siendo que después esta cuarentena nos salga con que quiere gobernar, porque les haremos saber como ciudadanía que no tienen ninguna posibilidad de hacerlo, están reprobados: solo han legislado leyes menores, dejaron pendientes los temas torales para Oaxaca y cuando quisieron hacer su chamba los mandaron a freir chongos, porque leyes no saben hacer.
SECCIÓN RECORTABLE:
El siguiente es una lista para recortar, pegar en el refri, en la compu, en donde usted quiera, porque sus nombres no deben olvidarse, como ciudadanía no podemos permitir que sus nombres vuelvan a repetirse como aspirantes a nada, menos a un cargo público, ya sabe debe decirles NO, por ineficientes:
Por el PRI: Martha Alicia Escamilla León, Manuel Andrés García Díaz, Adolfo García Morales, Amando Demetrio Bohórquez Reyes, Fredy Gil Pineda Gopar, Carlos Alberto Ramos Aragón, Rosalía Palma López, Emilia García Guzmán, Arsenio Lorenzo Mejía García, María Luisa Matus Fuentes, María Luisa Matus Fuentes, y sus plurinominales Juan José Moreno Sada, María Lilia Arcelia Mendoza Cruz, Alejandro Avilés Álvarez, Fe Yadira Betanzos Pérez, Adolfo Toledo Infanzón, María del Carmen Ricárdez Vela.
Del PAN: Antonia Natividad Díaz Jiménez, Remedios Zonia López Cruz, Gerardo García Henestroza, Víctor Cruz Vásquez, Javier César Barroso Sánchez, Alejandro Martínez, Ramírez, Leslie Jiménez Valencia y sus plurinominales Sergio Andrés Bello Guerra y Dulce Alejandra García Morlan.
Del PRD: Félix Antonio Serrano Toledo, Iraís Francisca González Melo, Palemón Gregorio Bautista, Juanita Arcelia Cruz Cruz, Jesús López Rodríguez, Zoila Juan José, y sus pluris Jaime Bolaños Cacho Guzmán, Vilma Martínez Cortés, Anselmo Ortiz García e Itaisa López Galván.
Y los de la chiquillada, por el Verde Ecologista, Carlos Alberto Vera Vidal; del PT, Rafael Armando Arellanes Caballero; del Movimiento Ciudadano, Ericel Gómez Nucamendi; del Partido Unidad Popular, Santiago García Sandoval; de Nueva Alianza, Jefté Méndez Hernández, quien hace rato que se declaró “independiente”, y del Social Demócrata, Manuel Pérez Morales.
@jarquinedgar