El Presidente Barack Obama inició este domingo una histórica visita a La Habana, en el mayor gesto diplomático de un líder estadounidense que busca dejar atrás más de cinco décadas de enemistad de Estados Unidos con Cuba. Obama, el primer mandatario en estar en la isla en casi nueve décadas, llega a un país donde la gente ve la visita con una mezcla de esperanza y cautela el presente y futuro a poco más de un año que se acordó normalizar las relaciones bilaterales.
LA HABANA CUBA, marzo 20 (EFE/dpa/AP).- El Presidente Barack Obama aterrizó hoy en La Habana para una visita histórica, la del primer mandatario estadounidense que pisa tierra cubana en 88 años y que busca apuntalar el deshielo iniciado hace quince meses por Cuba y Estados Unidos, dos países vecinos que fueron enemigos durante medio siglo.
A su llegada, Obama saludó a los cubanos con un simpático mensaje en su cuenta oficial de Twitter, en el que se lee en español “¿Que bolá Cuba?”, una expresión habitual en el lenguaje coloquial de la isla, a la que añadió, ya en inglés: “Emocionado de estar aquí, con muchas ganas de reunirme y escuchar directamente al pueblo cubano”.
Acompañado de la Primera Dama, Michelle Obama, sus hijas, Malia y Sasha, y su suegra, Marian Robinson, Obama llegó al aeropuerto José Martí de la capital cubana, donde fue recibido, bajo una lluvia que inició pocos minutos antes de su llegada, por el canciller de la isla Bruno Rodríguez.
En su primer acto en territorio cubano, un breve encuentro en un hotel con el personal de la embajada estadounidense en La Habana, el presidente Obama reconoció el carácter histórico de su visita a la isla, la primera de un gobernante de Estados Unidos a la Cuba revolucionaria, aunque precisó que es solo un “primer paso” en la nueva relación entre los dos países.
La lluvia impidió que ese acto se celebrara al aire libre en el recinto de la legación estadounidense en La Habana, en plena avenida del Malecón, convertida formalmente en embajada el pasado julio y en la que ondea, desde el 14 de agosto, la bandera de la barras y estrellas, que se izó en una ceremonia presidida por el secretario de Estado John Kerry, que también acompaña a Obama en este viaje.
La numerosa comitiva que viajó a Cuba con el mandatario la integran unos cuarenta congresistas, como la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, o los conocidos senadores demócratas Patrick Leahy y Dick Durbin; además de líderes empresariales de compañías como la empresa de renta de viviendas Airbnb; la cadena hotelera Starwood o PayPal.
Precisamente, Starwood firmó ayer con Cuba un acuerdo para operar dos hoteles en La Habana, mientras que Airbnb anunció hoy que ha recibido licencia para ampliar su servicio de renta de alojamientos en Cuba a turistas de todo el mundo, y no solo de Estados Unidos.
En una comparecencia ante la prensa acreditada para la ocasión, el ministro de Comercio Exterior de la isla, Rodrigo Malmierca, adelantó que esos líderes empresariales participarán mañana en un foro de negocios con representantes de empresas estatales, emprendedores y cooperativistas de la isla.
Malmierca se mostró optimista sobre la posibilidad de que la vista de Obama sirva para impulsar acuerdos entre empresas de los dos países, ya que existe un “gran potencial” para ello a pesar del embargo económico sobre la isla, en vigor desde 1962.
El ministro, el único funcionario cubano que se pronunció hoy públicamente sobre la visita de Obama, destacó que los cuatro paquetes de medidas aprobados por el Gobierno estadounidense en el último año para aliviar el impacto del “bloqueo” van en “la dirección correcta”, aunque cuestionó que la intención declarada de esas medidas sea mejorar la vida del pueblo cubano.
“Yo diría que el principal objetivo de la Revolución cubana ha sido trabajar por y para el pueblo. No hay una sola medida aprobada en todos estos años que no haya tenido como objetivo ayudar al pueblo cubano”, defendió el ministro, que insistió en que el bloqueo es el principal obstáculo para el desarrollo económico del país y un escollo en la normalización de relaciones con Estados Unidos.
UNA VISITA LLENA DE EXPECTATIVAS
La isla ha recibido a Obama con expectación entre los cubanos ante la inédita imagen de un Presidente estadounidense en su tierra, aunque la intensa lluvia y la fuerte seguridad por toda La Habana, con numerosas calles y accesos cortados, obligó a la mayoría a ver a Obama por la televisión estatal, que retransmitió en directo su llegada.
A unas horas del arribo de Obama disidentes del grupo de las Damas de Blanco realizaron como cada domingo una protesta contra el gobierno, mientras autoridades llamaron a Estados Unidos a ampliar las medidas para relajar el embargo y permitir, por ejemplo, a empresas estatales cubanas entrar al mercado nacional estadounidense.
Al finalizar la habitual marcha pacífica a la salida de misa en la habanera Iglesia de Santa Rita, las Damas de Blanco intentaron caminar hacia otras calles fuera de su recorrido, donde se habían concentrado grupos afines al oficialismo que comenzaron a increparlas. El incidente, que con diferente intensidad se viene repitiendo todos los domingos desde hace unas 46 semanas, se produjo a pocas horas de la llegada a la isla del Presidente de EU.
Las Damas de Blanco junto a un grupo de disidentes y activistas de otras organizaciones opositoras reunidos bajo la plataforma #TodosMarchamos caminaron unos 100 metros portando una tela con la inscripción “Obama, viajar a Cuba no es divertido. No + violaciones de Derechos Humanos” y lanzaron copias de la Declaración Universal de los Derechos Humanos al llegar a una bocacalle.
En ese punto le esperaba una contra-manifestación de varios cientos de simpatizantes del Gobierno que portaban carteles en los que se leía “#Todos Marchamos por un socialismo próspero y sostenible” y “#TodosMarchamosporCuba”, y gritaban “Fidel, Fidel”, en alusión al líder cubano Fidel Castro.
Los manifestantes oficialistas corearon consignas revolucionarias como “Esta calle es de Fidel”, “Revolución sí, este pueblo está contigo”, mientras las Damas de Blanco eran introducidas a la fuerza en tres autobuses por agentes femeninas de la policía. Otros activistas varones que las acompañaban fueron esposados y conducidos en automóviles patrulleros.
Aún después de los arrestos, el grupo de manifestantes progubernamentales continuó en la zona y recorrieron una manzana bailando al ritmo de una popular conga encabezada por una comparsa de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).
Para María Félix, una jubilada habanera, fue “un placer” ver aterrizar al mandatario estadounidense, símbolo de un cambio que ha elevado las esperanzas de “un futuro mejor” para los cubanos.
“Opino que Obama es un hombre bueno, incluso llovió y dicen que cuando las personas llegan a un país por primera vez y llueve, es un buen augurio”, señaló Zambrano.
“Vi la llegada y voy a seguir su visita”, aseguró a Efe Elsa, una trabajadora estatal que precisó que la visita de Obama será “muy buena”, aunque, cautelosa, piensa que es hay que esperar a “ver cuáles son sus intenciones”.
Además de conocer de primera mano la realidad del pueblo cubano y consolidar la nueva etapa abierta entre Cuba y EEUU, la visita de Obama pretende denunciar la represión contra opositores y activistas e incidir en la situación de los derechos humanos en la isla, asunto sobre el mantienen las diferencias más profundas.
De hecho, horas antes de la llegada del presidente unas cincuenta Damas de Blanco y otros opositores como el conocido grafitero “El Sexto” o Antonio González Rodiles fueron arrestados en La Habana, tras una marcha pacífica que fue respondida con una contra-manifestación de repudio por partidarios del Gobierno.
Estos incidentes se llevan repitiendo, con diferente intensidad, por 46 domingos consecutivos, el día de la semana en que el grupo disidente femenino Damas de Blanco realiza sus marchas pacíficas para reivindicar el respeto de los derechos humanos en la isla.
LAS CRÍTICAS REPUBLICANAS
El precandidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Ted Cruz, de padre cubano, consideró hoy que el histórico viaje del Presidente estadounidense, Barack Obama, a Cuba es “un espectáculo de mal gusto” que “enriquece y da poder a la dictadura” de la isla.
“Tengo unas palabras para los cubanos que contemplen el espectáculo de mal gusto en La Habana este fin de semana: Estados Unidos no los ha olvidado”, sostiene el senador por Texas en un artículo de opinión publicado hoy por el diario Político.
“Yo soy el hijo de un cubano que fue golpeado y torturado por el régimen de (Fulgencio) Batista y mi tía fue maltratada por los matones de (Fidel) Castro. Gracias a Dios tanto mi padre como mi tía Sonia encontraron la libertad en Estados Unidos”, explica el legislador.
Para Cruz, “la libertad” debe llegar a Cuba pero no lo hará “enriqueciendo y dando poder a la dictadura mientras exporta terrorismo en toda Latinoamérica”.
“Y no puede llegar olvidando el heroísmo y el sufrimiento de las valientes almas que se han opuesto a los Castro por muchas décadas”, agrega.
El padre de Cruz, Rafael Bienvenido, nació en Matanzas (Cuba) y fue encarcelado y golpeado por las fuerzas de Batista tras haberse unido con 14 años a la lucha revolucionaria de Fidel Castro.
En tanto, el precandidato republicano a la Presidencia EU, Donald Trump, consideró una falta de respeto que el Presidente de Cuba, Raúl Castro, no haya recibido a su homólogo estadounidense, Barack Obama, en el aeropuerto de La Habana a su llegada a la isla.
“¡Guau! El Presidente Obama acaba de aterrizar en Cuba, una gran cosa, y Raúl Castro ni siquiera estaba allí para recibirle. Recibió al Papa y a otros. No hay respeto”, escribió el magnate en su activa cuenta en la red social Twitter.
El Air Force One, el avión presidencial estadounidense donde Obama viajó acompañado de su esposa Michelle, sus hijas Malia y Sasha y su suegra Marian Robinson, aterrizó en el Aeropuerto Internacional de La Habana sobre las 16.20 hora local.
Recibió al mandatario el canciller cubano, Bruno Rodríguez, acompañado de la directora para América del Norte del Ministerio de Exteriores, Josefina Vidal; el embajador de Cuba en EU, José Ramón Cabañas; y el encargado de negocios de la Embajada de EU en la isla, Jeffrey DeLaurentis.
En respuesta, el gobierno estadounidense descartó que haya sido ofensivo que el Presidente cubano Raúl Castro no haya recibido a Barack Obama a su llegada al aeropuerto de La Habana.
Ben Rhodes, asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, dijo que “nunca se contempló ni se discutió” que Castro estaría en el aeropuerto.
Agregó que las autoridades cubanas piensan realizar una ceremonia el lunes por la mañana con Obama y Castro que represente un acto oficial de bienvenida.