EXPRESIONES.- Los oaxaqueños entendemos que para mantener la gobernabilidad en el estado es menester establecer acuerdos con los principales actores políticos de la entidad.
Sin embargo, el sometimiento que ejerce la Sección 22 del SNTE hacia el Gobierno del Estado es cada vez más vergonzante ante los hechos contundentes que pesan sobre un sistema educativo estatal irregular, corrupto y en manos de una dirigencia sindical insaciable que absorbe el 99 por ciento del presupuesto educativo en salarios y en mantener a su casta especializada en el chantaje y la presión política, que en establecer una educación de calidad y perspectivas de mejoramiento en su infraestructura.
Ante tal panorama, ¿por qué el gobernador Gabino Cué Monteagudo insiste en respaldar un “Plan para la transformación de la educación” que ni siquiera existe y que los maestros oaxaqueños utilizan de pretexto para desconocer la Alianza para la Calidad de la Educación que acordaron la mayoría de los sindicatos afiliados al SNTE?
Además, están latentes en la mente de todos los oaxaqueños los hechos de terrorismo urbano que aplican cotidianamente los maestros de la Sección 22 y los plantones y marchas que atentan contra la estabilidad social y los derechos de terceros.
¿Por qué ese paroxismo oficial?
¿Tanto depende el Gobierno estatal de lo que pueda o no hacer la Sección 22 en Oaxaca?
Dice José Saramago que el que tolera sólo consiente, y eso es una manifestación de superioridad no de igualdad. Entonces, ¿lo que trata Gabino Cué es consolidarse como “Papa Gobierno”?
Con ello, Gabino Cué está poniendo en tela de juicio la integridad y la imagen de su gobierno.
En estos momentos este gobierno está a punto de implementar una supuesta Comisión de la Verdad, para ponerle a modo las cosas a un sindicato que ahora se convierte en juez y parte de hechos delictuosos que socavaron la paz y el desarrollo de Oaxaca.
De ponerse en práctica, tal situación puede generar un efecto boomerang que en lugar de golpear al gobierno del pasado, golpee al actual, que con ello demostrará su poco oficio político, generando inevitablemente que la sociedad empiece a comentar “que regresen los corruptos y se vayan los pendejos”….
Nada más ofensivo para una alternancia…