SIN DERECHO A FIANZA.- En cada marcha magisterial en conmemoración al “desalojo fallido” de su ”plantón” por elementos de seguridad estatal, los docentes corean castigo para el “asesino” Ulises Ruiz; en su discursos mencionan que a los desalmados uniformados no les importó golpear a profesoras embarazadas ni a maestras con niños pequeños (habría que cuestionar a la desalmada dirigencia por qué permite que en los plantones se encuentren ellas); pero nadie menciona a su dirigente de ese entonces: Enrique Rueda Pacheco, mucho menos exigen auditoría ni cárcel para quien dispuso de sus cuotas.
Como a las nuevas generaciones de profesores tal vez le resulte extraño el nombre del hoy desaparecido de Oaxaca (pero se cree que gozando de su riqueza en algún lugar del mundo), ahora lo recordamos aquí, y para ello expongo un extracto de lo que publiqué en ese tiempo en la revista En Marcha.
Las corruptelas de Rueda Pacheco
“¡Con Rueda o sin Rueda Ulises va pa’ fuera!”. Esa era una de las consignas que maestros radicales y militantes de la redundante Asamblea Popular de los Pueblos —antes era “del pueblo”— de Oaxaca (APPO), coreaban el pasado sábado 21 de octubre, afuera del hotel magisterial, donde los delegados de la sección 22 celebraban su asamblea estatal donde se conocería el resultado de la consulta para iniciar o no las clases.
La intolerancia de la que han hecho gala los profesores y appos hacia lo que no va con sus “ideales” o apoyo a su movimiento, se mostró claramente ese fin de semana ante Enrique Rueda Pacheco, líder magisterial, al que unos días antes, todavía “defenderían hasta la muerte”.
De héroe a traidor
Desde la mañana, los ahora opositores a Rueda Pacheco, ya habían pintarrajeado los muros del hotel con frases como: “Ulises Ruiz el represor y Rueda Pacheco el traidor”. Más tarde y hasta la madrugada del domingo, antes de darse a conocer los resultados de la consulta, los neolocutores de Radio Universidad, hacían un llamado al pueblo para acudir al hotel y evitar que se cometiera “un fraude y una traición”.
Poco después de las seis de la tarde Enrique Rueda Pacheco, al pretender ingresar al edificio, fue recibido con una lluvia de insultos, envases de agua y refresco y hasta piedras.
Durante la noche, quienes amenazaron de muerte a los delegados y pretendieron prender fuego al edificio con una bazooka “hechiza”, estuvieron gritando consignas a su antes impoluto líder, a quien, casi un año antes habían defendido de las acusaciones de corrupción que hicieran los profesores disidentes al líder, ahora aglutinados en el Consejo Central de Lucha (CCL) [hoy Sección 59], a quienes desde las radiodifusoras los intolerantes locutores llamaban “Club de Cerdos Lamebotas (CCL)”.
Ahora, con sus gritos, daban la razón a sus oponentes del CCL: “¡Devuelve el dinero Rueda / porque Ulises va pa’ fuera!”.
Con el lenguaje culto que los ha caracterizado gritaban: “¡Rueda pacheco, ojete / de cuánto fue el billete!”.
Y, la paradoja: lo que a Rueda Pacheco le sirvió para eliminar a sus compañeros que disentían de su corrupto proceder, es decir, la aplicación del Principio Rector número 20, ahora se exigía aplicarlo a su líder.
La secretaria técnica Alma Delia Santiago, quien junto con Rueda Pacheco fuera denunciada por el CCL como partícipe de la corrupción en la sección 22, tampoco se fue limpia, los hacedores de octosílabos también le corearon: “¡Alma Delia vendida / de a cómo la mordida!”, declamaban quienes, en el Quinto Prepleno del magisterio aplaudieron que, “ante las inconsistencias jurídicas”, se declaraba que el líder y la secretaria técnica eran inocentes.
Cerca de las tres de la madrugada se informaba que casi 26 mil profesores votaron por el regreso a clases, que casi 17 mil 500 se opusieron y más de 12 mil decidieron seguir en la lucha. Ésta última cifra fue la que alargó la asamblea ya que los delegados que la defendían, aseguraban que, aunque no se apegaron al formato, deberían ser tomadas en cuanta como votos “en contra”.
La presión de los profesores, algunos identificados con la Unión de trabajadores de la Educación (UTE), y los appos, quienes, armados de palos, machetes y bombas “molotov”, amenazaban con secuestrar y asesinar a “los traidores”, al parecer obligó a los más de 700 delegados a convocar a una nueva consulta para los siguientes lunes y martes.
Salida vergonzosa
Por la madrugada del lunes, Rueda Pacheco, disfrazado con un gorra negra y codo con codo de sus adeptos, salió ante escupitajos, envases e insultos como lo que los ingeniosos versificadores magisteriales le coreaban:
¡“El regreso a clases / es puro disimulo / agarra tu encuesta / y… duro, duro, duro!”
Tres días después, miembros de la APPO de la UTE y otros, realizaron actos de provocación, como disparos de arma de fuego y el de incendio de un autobús —del que despojaron a su conductor después de amagarlo con un machete en el cuello— en las inmediaciones del hotel del magisterio donde se realizaba la asamblea. Los delegados decidieron suspender su reunión.
Al día siguiente, los profesores anunciaron que la mayoría votó por el regreso a clases e indicaron que las mismas iniciarían el lunes 30 de octubre. Esa decisión incrementó la molestia de los maestros radicales y appistas para tachar a Rueda Pacheco de “traidor mayor” en la historia del magisterio oaxaqueño.
El Verdadero Rueda Pacheco
Quienes consideraron que a Rueda Pacheco solamente lo difamaban los profesores agrupados en el CCL, de quienes decían, estaban al servicio del gobierno, ahora lo llamaron corrupto y traidor.
El resultado de una investigación (propuesta a finales de octubre de 2005), a raíz de una denuncia del profesor José Luis García Zárate, señaló que Enrique Rueda Pacheco y la secretaria técnica, Alma Delia Santiago Díaz, incurrieron en actos de corrupción, como el haber recibido dos autos de lujo pagados por el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), que en conjunto sumaban casi medio millón de pesos
Entre las pruebas se hallaban copias de un recibo de pago expedido por el IEEPO con fecha del 25 de octubre del 2004, por 215 mil 459 pesos. El texto del recibo indicaba que esa cantidad sería para la compra de un auto en Comercial Automovilística, S.A. de C.V. “PARA ENTREGAR A LA PROFRA. ALMA DELIA SANTIAGO DIAZ, DE LA SECCION 22.” (Sic).
La segunda copia era de la factura número 1448 del 29 de octubre del mismo año, que ampara a un automóvil Jetta de lujo modelo 2005, expedida por la empresa automovilística mencionada, a nombre de Alexia Mayorick García Santiago, hija de la profesora Alma Delia.
Otras copias eran de un recibo de pago expedido por el IEEPO por la cantidad de 252 mil 513 pesos con fecha 23 de agosto del 2004 que contenía una leyenda parecida a la anterior, para la compra de un auto “PARA EL PROF. ENRIQUE RUEDA PACHECO.” (sic.). Tanto el recibo anterior como éste están firmados por el licenciado Ángel Ortiz Méndez (quien fue el encargado de realizar los pagos a la empresa de Volskwagen) y del ingeniero Froylán Cruz Toledo, entonces director del IEEPO.
La otra copia adjunta es de la factura número 1327 de la citada empresa de Volskwagen de avenida Héroes de Chapultepec, a nombre de Virgilio Alcalá Díaz (con cargo de chofer y cuñado de Rueda Pacheco) que ampara la cantidad de 252 mil 513 pesos por la compra de un automóvil Jetta con fecha del 31 de agosto de 2004.
Los de la comisión entrevistaron al ingeniero Gustavo Araiza Dávila, gerente comercial de la empresa, quien confrontó las copias presentadas con los originales de la empresa y coincidió en que eran idénticos.
Araiza Dávila incluso recordó que acababa de tomar posesión como gerente “cuando acudieron dos personas enviadas por la dirección general del IEEPO para adquirir dos automóviles Jetta sencillos. Poco después, se presentaron las personas interesadas, quienes al ver los coches, no fueron de su agrado, por lo que pidieron que se les cambiara por otros Jettas, pero de lujo”, señala el documento que redactó la comisión de maestros.
Sin embargo el gusto exquisito de los dueños superaba el costo acordado entre la empresa y Froylán Cruz, por lo que el gerente se comunicó “a la dirección general del IEEPO para recibir instrucciones, la cual autorizó las diferencias económicas de los autos. Las personas que aparecen sus nombres en los documentos, fueron a las que se les facturó las unidades”, afirmó el ingeniero.
“Yo no firmé nada”: Rueda pacheco
El 4 de noviembre, con las pruebas señaladas, la comisión de mentores hizo comparecer a Enrique Rueda Pacheco, quien, ante la exhibición del recibo del dinero, afirmó que: “carece de validez, es un copia que cualquiera puede hacer”; y sobre la factura del Jetta de lujo, expresó: “No parece mi firma de recibido” y añadió: “carece de validez legal, además cualquiera puede poner nombres o datos”.
Y siguió sonriente: “En el documento no aparece ningún dato mío, como mi nombre, dirección ni firma, o cualquiera (sic) otro dato que haga referencia mi persona”; aunque aceptó que el nombre de la persona que aparecía en la factura era su cuñado.
Por su parte, cuando compareció la profesora Alma Delia Santiago Díaz, dijo: “No tengo a mi nombre ninguna factura que se señale como comprobadora (¡!) o propietaria del vehículo que se me acusa. No ostenta mi firma de haber recibido esa cantidad”. Sin embargo ese día conducía el auto en cuestión que la comisión revisó y comprobó que se trataba del carro que indicaba la factura a nombre de la hija de Alma Delia: Alexia Mayorick.
Pero había más fango
En el informe que rendía la entonces secretaria de Finanzas Érika Rapp Soto, se señalaba que Rueda Pacheco tenía inversiones hasta por un millón de pesos en el banco Santander.
En el documento se informaba, en el renglón de ingresos que el sindicato recibió el 1 de enero al 30 de septiembre, (de 2005) dos millones 430 mil pesos del SNTE, así como diferentes cantidades por renta de espacios a cafeterías (40 mil pesos), contratos con empresas Cobico Gugar (457 mil 976 pesos), etcétera, sin embargo, el espacio destinado a Comcro (la empresa del hermano y la cuñada de Rueda Pacheco) aparece en ceros.
Esto del negocio familiar lo aclaraba Rapp Soto al final, que, “en las negociaciones para la renovación de convenios no se tomó en cuenta a la Secretaría de Finanzas” y señala que “el único que ha realizado los convenios con las empresas” es Rueda Pacheco.
También declaraba que, a pesar de que solicitó por escrito en dos ocasiones al Secretario General las copias de los convenios, nunca se las enviaron. La secretaria indicaba que desde agosto del 2004 declaró que el líder era quien hacía los tratos con las empresas, también lo reiteró el 10 de enero, el 26 de febrero y el 16 de abril de este año.
Extrañamente nadie osó preguntar a Rueda Pacheco por qué se arrogaba tales atribuciones sin informar a las bases.
Rapp Soto informaba también que en el banco BBVA Bancomer existen dos cuentas, la 44845893 y la 44185674, sin embargo se ignora quién las maneja, solamente “se tiene conocimiento de ellas porque llegan a esta secretaría los estados de cuenta bancarios”. Los disidentes suponen quién es el beneficiario.
Un millón en inversiones y negocios con familiares
Según Erica Rapp, el 9 de agosto del año pasado recibió un estado bancario de la cuenta número 65501784234 de Santander Serfín a nombre del sindicato, cuya apretura fue de un millón de pesos “para la compra de acciones de sociedades de inversión”, lo interesante es que quién la manejaba, sacó los fondos y la canceló en septiembre. La profesora afirmó en esa ocasión que su secretaría nada tuvo qué ver con esa cuenta.
El 2 de agosto del 2004, Enrique Rueda Pacheco y su cuñada Mercedes Edith Croda Hernández (casada con Carlos Rueda Pacheco) quien aparece como dueña de la “Comercializadora Croda, Comcro”, firmaron un convenio.
En el mismo se indica que líder magisterial lo hizo “consiente (sic) de la problemática del sector magisterial y con el deseo de intervenir en la solución, participando en la superación de los trabajadores de la educación”, quien tendrá la oportunidad de adquirir, “maquinaria, muebles e inmuebles, equipos didácticos, línea blanca, aparatos electrónicos, vehículos, libros, computadoras, impresoras, programas de software, material didáctico, paquetes turísticos y de esparcimiento (…)”.
Lo de los viajes turísticos también resulta conveniente para la empresaria, porque también es dueña de “Viajes Turísticos Veracruz”, en donde el gerente es su esposo Carlos Rueda Pacheco.
En la segunda cláusula del convenio se explica que Mercedes Edih “se obliga a la promoción y venta de los productos y servicios hasta en los lugares más apartados del territorio oaxaqueño, con el objeto de que los trabajadores de la educación estén en posibilidad de acceder a tales beneficios”.
Enrique Rueda recibía (sin que se enterara el magisterio oaxaqueño) 50 mil pesos mensuales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) al que los de la 22 llaman “charros”. El concepto era para “Financiamiento de gastos de operación”, se ignora aún de qué operaciones. Los cheques eran depositados en la sucursal de Palma Norte del banco Santander Serfín en la ciudad de México. Lo curioso era que, quien cobraba los cheques era Mercedes Edith Croda, la cuñada famosa.
Sin embargo, ni estas ni otras pruebas de la corrupción, como las del informe de la comisión fueron suficientes para que el magisterio oaxaqueño pidiera cuentas y aplicara sanciones a Enrique Rueda Pacheco, y en su Quinto Prepleno, realizado del 7 al 11 de noviembre del año pasado, absolvió al líder y cómplices: “ante la serie de inconsistencias jurídicas (…) la plenaria de este V prepleno democrático (¿?) determina rechazar en lo general y particular el contenido de dicho informe”.
Sin embargo, sí decidieron aplicar el principio rector 20 a todos los que acusaron a Rueda Pacheco, quienes de ahí salieron a formar el CCL.