EDUCACIÓN EN VOZ ALTA
El lenguaje es la herramienta cultural de aprendizaje por excelencia.
Lev Vigotsky,
Paradigma sociocultural de la Psicología Educativa
A propósito del incidente correctivo del lunes 11 de noviembre del año en curso al Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, por la niña Andrea López Salazar, de 9 años, en la Escuela Primaria “Corregidora Josefa Ortiz de Domínguez” en Puebla, donde el funcionario concluía el acto público, despidiéndose de los niños y exhortándoles a “ler”, entonces la niña que lo acompañaba en el presídium lo corrigió: “No se dice ler, se dice leer”, me permito hacer reflexiones de la importancia del lenguaje, la comunicación, lecto-escritura y comprensión-lectora, tanto en lo individual como en la sociedad en su conjunto.
En primer lugar, el hombre es el único ser que posee la facultad de la palabra, principio y fin, causa y efecto del desarrollo de la inteligencia humana, creatividad e innovación del pensamiento para la trasformación de su contexto y la sociedad en donde vive.
Por ello, la lectura y la escritura son esenciales para el cerebro y el aprendizaje del ser humano.
Es indudable la relevante importancia de que los niños y jóvenes, desarrollen su capacidad expresiva, mediante estrategias de aprendizaje y enseñanza, que los impulsen a manifestar lo que piensan y sienten en forma oral y escrita, ya que al hacerlo pueden transformarse en mejores individuos y ser humanos.
Se aprende de manera directa y práctica, por medio de experiencias vividas intensamente y durante un tiempo más o menos largo, tal como se adquieren todas las habilidades: jugar se aprende jugando, hablar hablando; por lo tanto, leer se aprende leyendo y a escribir escribiendo.
Mientras en la escuela y en el hogar no se nos enseñe a los niños y jóvenes a reconocer la influencia del lenguaje y a su uso, no se nos haga hablar, leer, escribir, comprender, meditar, reflexionar, pensar y a expresar nuestros sentimientos, el lenguaje diario será el adquirido en la casa y en la calle, pues será lo único que conozcamos y hablemos.
El ensayista, poeta y dramaturgo inglés Joseph Addison (1672-1719) decía: “La lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo”.
“Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”, manifestó el escritor peruano y Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, al recibir en Suecia el galardón.
Hay que reconocer que la lectura y escritura no son patrimonio del seno familiar o dentro de la escuela de un área o asignatura, sino que compete a todo el currículo y todos los ámbitos de la vida, ya que el lenguaje como competencia tiene cuatro habilidades básicas: escuchar, hablar, leer y escribir.
Además, se debe tener una noción clara de los usos pragmáticos del lenguaje en situaciones concretas: 1.- Ordenar y expresar las propias ideas con claridad. 2.- Resumir las ideas de otros. 3.- Narrar, explicar, describir, ejemplificar. 3.- Diferenciar el código oral del escrito y sus usos específicos: escribir una carta, llenar un formulario, resumir una idea principal, redactar un texto simple, un ensayo metodológico, comprender y poder aplicar un instrumento vinculado a necesidades cotidianas; éstas son algunas de las cuestiones que podemos realizar para mejorar la lecto-escritura.
Tanto la comunicación oral como la escrita tienen dos procesos básicos: la expresión productiva y la expresión receptiva. El lenguaje opera como un todo; el desarrollo de la capacidad de expresión oral tiene incidencia sobre el desarrollo de la capacidad de expresión escrita y a la inversa, también se puede utilizar en los lenguajes artísticos como la música, declamación, dramática, oratoria, dibujo, pintura, teatro, etcétera.
Para lograr las cuatro habilidades básicas del lenguaje: escuchar, hablar, leer y escribir, debemos estar en íntima y constante en comunicación con los otros seres humanos, porque al hacerlo se llegan a compartir las interpretaciones que los demás tienen del mundo y por el cuál buscan darle sentido para sí mismos al establecerse una función interpersonal eminentemente social.
A la adquisición, desarrollo y perfeccionamiento de estas cuatro habilidades básicas del lenguaje: escuchar, hablar, leer y escribir, se les denomina: competencias genéricas, que son el conjunto de conocimientos, valores y habilidades, relacionados entre sí, que se adquieren durante los primeros años de la vida, indispensables para poder tener un correcto desarrollo personal y nos permiten el desempeño satisfactorio del individuo que aspira a alcanzar metas superiores a las básicas.
Las competencias específicas, se refieren a un conocimiento mucho más especializado, llamadas disciplinares y profesionales.
Los objetivos de la lecto-escritura son: Comprender bien. Expresarse bien. Leer bien. Escribir bien. Escribir sin faltas de ortografía. Sentir la belleza del lenguaje bien usado y desear cultivarlo.
Ser sensible ante la literatura y el arte. Usar la gramática para mejorar la expresión escrita. Iniciar el proceso de lecto-escritura a temprana edad. Iniciar la lectura con obras sencillas: literarias, informativas o científicas, siempre que sean atractivas e interesantes.
Establecer comunicación con otros compañeros a través de charlas, pláticas, discusiones argumentadas, mesas redondas y eventos en general de forma oral y escrita.
Utilizar el lenguaje oral y escrito en forma propositiva y práctica, no coercitiva.
Evitar comentarios burlones hacia los compañeros que no logren la actividad y habilidad de la lecto-escritura.
Elaborar redacciones sencillas anécdotas, cuentos, leyendas, diarios, etcétera. Y leerlas ante los compañeros. Comunicarse con los padres, hermanos, maestros, directivos y personal en general de la institución en forma oral y escrita. No sentir pena ante algunas críticas positivas o negativas al iniciar los trabajos de redacción. Y finalmente, leer, leer y leer, siempre leer.
Los grandes escritores suelen ser los que dedican más tiempo a componer el texto, los que escriben más borradores, los que corrigen y revisan cada fragmento, los que elaboran minuciosamente el texto, para tal efecto recordemos la cita siguiente: “La lectura hace al hombre completo; la conversación lo hace ágil, el escribir lo hace preciso”, de Francis Bacon, filósofo y político inglés (1561-1626).
(Hoy como un homenaje a los verdaderos revolucionarios que ha tenido México, nuestro país grandioso e inigualable y su gente única. No a los saqueadores y vendedores de la patria).
Oaxaca de Juárez, Oax., a 20 de noviembre del 2016
*Profesor Normalista, Psicólogo Educativo y MC de la Educación, Académico Universitario, Miembro de la Red Iberoamericana de Docentes de la OEI.
Email: ggonzalormm@hotmail.com